Cambio en el Colver.

*Sin tacto.

/Por Sergio González Levet/

En un extraño e inexplicado movimiento, el doctor Raúl Mario Mijares Sánchez dejó la Rectoría del Colegio de Veracruz, y apresuradamente entró en su lugar ayer mismo Alejandro de la Cruz Garnica Fernández.
Resulta extraño porque el doctor Mijares había logrado sobrevivir a señalamientos de enemigos internos por su forma de conducir el Colegio, muy a modo con su carácter duro y empecinado -lo que no es necesariamente un defecto-, y por su denodado lopezobradorismo, notorio en todas sus acciones para darle un nuevo rumbo a la institución, acorde con una línea de izquierda ortodoxa e inflexible.
Y es inexplicado porque la autoridad educativa estatal y el mismo Gobierno del Estado no dijeron esta boca es mía y no ofrecieron ya no digamos ninguna explicación sino siquiera una noticia que enterara a propios y extraños de los motivos que orillaron a ese cambio de timón en el Colver.
La salida del rector Mijares Sánchez estaba cantada con motivo del cambio de administración estatal, pero el en equipo de la Gobernadora Electa, Rocío Nahle, se tenía contemplado que esperarían la llegada de la nueva Secretaria de Educación, la senadora electa Claudia Tello, el 1º de diciembre próximo, y a partir de un diagnóstico se tomarían medidas para adecuar el proyecto del Colver a los nuevos tiempos en la entidad.
Resulta también incomprensible que de inmediato haya sido nombrado en esa posición el licenciado Alejandro Garnica, quien se había desempeñado como director administrativo del Colegio de Bachilleres del Estado de Veracruz de abril de 2019 a febrero de este 2024. Garnica tiene una formación de tipo administrativo y no alcanza los niveles académicos que se requieren para dirigir una institución educativa que en el papel intenta ser de altos vuelos.
No faltan quienes ven en el nombramiento una medida -tal vez desesperada- tomada por el grupo que comanda el otrora primo incómodo, Eleazar Guerrero Pérez, para mantener el control sobre un organismo en el que puedan guarecerse algunos apestados del cuitlahuismo, para sobrevivir de alguna manera al caudal de observaciones y señalamientos que arreciarán sobre ellos apenas termine el sexenio.
Poco conocen los bisoños beneficiados del Gobierno de Cuitláhuac García si piensan que esa jugada les pueda servir de algo, pues no aquilatan la fuerza del poder gubernamental cuando es prácticamente absoluto, como será el caso.
No se sabe qué futuro inmediato le espera al doctor Mario Mijares Sánchez ni si será aprovechado en algún lugar del próximo Gobierno, pero hasta donde se sabe no ha recibido invitación alguna, ni la ha buscado.
Y del flamante Rector, las cábalas van en el sentido de cuánto durará en ese apresurado puesto, pues todos coinciden en que será conocido como Alejandro el Breve.

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