*Escrito por Paola Piña .
31.03.2025 /Cimac Noticias.com/ Ciudad de México.- En el marco del Día Mundial de la Prevención del Cáncer Cervicouterino (CaCu), es fundamental generar información sobre esta enfermedad, la cual representa la segunda causa de muerte por cáncer en mujeres mexicanas y aunque puede ser prevenible y curable, persisten deficiencias en el sistema de salud, como la falta de un programa eficaz de detección oportuna y un presupuesto raquítico el cual tuvo un recorte de 30 mil millones de pesos en Salud, para la atención oportuna, digna, temprana y eficaz.
De acuerdo con el Presupuesto Federal 2025, lo destinado a salud es de 66 mil millones 693 millones 191 mil 547 pesos… y en el 2024 fue de 96 mil millones 989 millones 997 mil 562 pesos.
Para este 2025, en Prevención y control de enfermedades 43 millones 981 mil 816 pesos y para Salud materna, sexual y reproductiva 49 millones 498 mil 107 pesos.
A nivel mundial, el cáncer cervicouterino es el cuarto tipo de cáncer más común en mujeres. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2022 se registraron aproximadamente 600 mil nuevos casos. En México, ese mismo año, se reportaron 4 mil 253 defunciones por CaCu. Desde 2018, los casos han ido en aumento, siendo Chiapas el estado con la tasa de mortalidad más alta (11.91), seguido de Colima, Nayarit, Yucatán, Veracruz y Oaxaca.
Ante este panorama México ha reaccionado de forma desfavorable en materia presupuestaria para la atención. De acuerdo con Presupuesto para Cáncer. Insuficiencia, desigualdad y subejercicio en el gasto del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, destaca que el gasto para atención de cáncer en mujeres se redujo 52.7% de 2017 a 2023, pues pasó de 1 mil 329.3 millones de pesos en 2017 a 629.1.
Los mayores recortes se observaron en cáncer de mama y en cáncer cervicouterino con 75.4 % y 71.7 % respectivamente; Aunado a ello, también se observa un subejercicio para cáncer en las mujeres de 51.8% en 2023. Además, en el INCan se estima que 2 de cada 10 personas que solicitaron atención no pudieron recibirlas.
El cáncer cervicouterino (CaCu) se origina en el cuello del útero. Antes de desarrollarse, las células del cuello uterino atraviesan un proceso de transformación conocido como displasia, en el cual se vuelven anormales. Si estas células no son eliminadas a tiempo, pueden evolucionar a cáncer, multiplicarse y diseminarse a otras partes del cuerpo.
Su principal causa es la infección por ciertos tipos del virus del papiloma humano (VPH), una enfermedad de transmisión sexual. El VPH es un grupo diverso de virus de ADN pertenecientes a la familia Papillomaviridae, con más de 100 variedades. Sin embargo, los genotipos 16 y 18 son los principales responsables del cáncer cervicouterino.
El abandono del Estado reflejado en la asignación presupuestaria
De acuerdo con el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), este es el panorama al que se enfrentan las mujeres respecto a los recortes presupuestarios para atender el cáncer:

Derivado de los recortes presupuestarios, mujeres han tenido que enfrentar deficiencias en la atención médica y las instituciones han disminuido el número de pacientes a quienes atienden.
Por ejemplo, el día de hoy, el Instituto Nacional de Cancerología (INCan) tuvo que suspender su servicio de consulta ambulatoria y radioterapia debido a la falta de luz en el edificio de San Fernando gracias a la falta de electricidad, dejando a varias personas que se encontraban fuera del edificio desde temprana hora sin atención y reprogramando las citas agendadas.
Pese a que se comunicó que ya se encontraban en conversaciones con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), una realidad que las mujeres y cualquier paciente oncológico no puede poner en pausa su salud cuando se trata de cáncer.
Prevención
La prevención del cáncer cervicouterino se basa en dos estrategias fundamentales: la vacunación contra el VPH y la detección oportuna mediante citología cervical y colposcopia.
La vacunación se recomienda la aplicar a niñas y mujeres de entre 9 y 26 años. Las menores de 9 a 14 años requieren dos dosis, mientras que las adolescentes mayores de 15 años necesitan tres inyecciones. Algunos países también han incluido la vacunación en varones para reducir la transmisión del VPH.
En México, las vacunas disponibles contra el VPH son:
•Bivalente (2vVPH – Cervarix): Protege contra los tipos 16 y 18.
•Tetravalente (4vVPH – Gardasil): Protege contra los tipos 6, 11, 16 y 18.
•Nonavalente (9vVPH – Gardasil 9): Protege contra los tipos 6, 11, 16, 18, 31, 33, 45, 52 y 58.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la vacunación en mujeres adolescentes puede prevenir hasta el 70% de los casos de cáncer cervicouterino.
Para identificar cambios anormales en el cuello uterino, se utilizan los siguientes métodos:
La citología cervical (Papanicolaou), consiste en raspar suavemente la superficie del cérvix con una espátula, algodón o esponja para obtener una muestra de células. Estas son analizadas en un laboratorio mediante microscopía.
La colposcopia, permite observar detalladamente el cuello uterino, la vagina y la vulva para identificar lesiones, pólipos o crecimientos anormales que podrían evolucionar en cáncer.
Otra forma de reducir el riesgo de CaCu es mediante prácticas sexuales seguras, como el uso de condón. No obstante, aunque los preservativos masculinos disminuyen la posibilidad de transmisión del VPH, no son completamente eficaces, ya que no cubren todas las áreas infectadas del cuerpo.
Zonas de mayor riesgo contra el Cacu
Según la OMS, en 2022, más del 94% de las 350 mil muertes por cáncer cervicouterino ocurrieron en países de ingresos bajos y medianos. Las regiones con mayor incidencia y mortalidad incluyen África Subsahariana, América Central y Asia Sudoriental.
Estas diferencias regionales están relacionadas con desigualdades en el acceso a la vacunación, la detección temprana y el tratamiento. Factores como la alta prevalencia de VIH, los determinantes sociales y económicos, los sesgos de género y la pobreza agravan la situación.
En México, la falta de acceso a servicios de detección y prevención ha sido una constante. El informe El legado de López Obrador, elaborado por la asociación civil Signos Vitales, reveló que durante el sexenio anterior se planteó realizar citologías cervicales a 11,529 mujeres de entre 25 y 34 años que vivían en comunidades de menos de 2,500 habitantes. Sin embargo, solo se alcanzó el 39% de la meta, dejando a miles de mujeres sin acceso a una herramienta crucial para la detección temprana del CaCu.
Bajo el actual gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, aún no se han implementado programas efectivos para brindar tamizajes gratuitos en zonas rurales. Esta falta de atención pone en evidencia el abandono del Estado en la salud de la mujer. Por ello, es urgente exigir la creación de centros de salud accesibles y gratuitos que garanticen la prevención y detección temprana de esta enfermedad.