Cantemos sin miedo.

Alguien como tú.

Gladys de L. Pérez Maldonado.

En el marco de la conmemoración de la Guerra de Independencia, cuyo principal objetivo de este movimiento armado y social fue liberar a nuestro territorio de la dominación española y derrocar al virreinato, lógico sería que en esta emisión de Alguien como tú se homenajeara a aquellas mujeres que con valentía y por convicción propia enfrentando el peligro que significaba, dejaron la tranquilidad de sus hogares para dedicarse a la lucha de la independencia en calidad de enfermeras, cocineras, espías, ocultando a los insurgentes perseguidos, siendo informantes, guías en el camino, que además transportaban armas o correos de manera clandestina y hasta haciendo la veces de soldaderas.

No obstante, los acontecimientos de esta anualidad, no nos permite hablar de celebraciones y homenajes dedicados a tan ilustres mujeres independentistas, que si vivieran estamos seguras se unirían a la causa de la lucha feminista para erradicar la violencia contra las niñas y mujeres mexicanas.

En México, estamos viviendo el inicio de la 4ta ola feminista, provocada por el aumento de la comisión de feminicidios en nuestro país y el resto de América Latina. Así, las mujeres estamos exigiendo que nos dejen de matar, estamos luchando y saliendo a las calles a gritar que se acabe la epidemia de femenicidios, que día a día se cometen a manos de hombres violentos sobre las mujeres con las que viven, conviven o de alguna manera son cercanas, y que tratan con esto engrandecer su masculinidad y demostrar la fuerza y el poder sobre las féminas, que poco a poco han ido perdiendo.

Once feminicidios son cometidos diariamente, resulta revictimizante mencionar los nombres de aquellas que han sido muertas en situaciones de violencia de género, como consecuencia del odio y la ira de un hombre. Esta 4ta ola surge de una sociedad violenta cuyas relaciones de género son violentas.

Se vislumbra en el ambiente que el movimiento feminista de manifestaciones, agrupado y organizado no está dispuesto a parar hasta que la violencia contra la mujer quede erradicada. El hartazgo femenino se deja sentir en las calles, en las redes sociales y en los medios de comunicación.

La marcha del 8 de marzo de este año en México, tuvo un impacto histórico, de manera inédita, cientos de miles de mujeres protestaron por una causa primordial “Ni Una Más”, al menos en la Ciudad de México se registraron mas de 80 mil participantes, quienes por más de cuatro horas caminaron por las avenidas principales rumbo al Zócalo de ciudad, gritando consignas de “Nos queremos vivas”, “Diez asesinadas al día”, “Mujer escucha esta es tu lucha”, “Con falda o pantalón, respétame cabrón”, “El Estado no me cuida, me cuidan mis amigas”, entre otras.

En la Ciudad de Xalapa, Veracruz, la lluvia y las inclemencias del clima, no detuvieron a más de 5 mil mujeres, de todas las edades, instrucción académica o posición social. Todas marcharon e hicieron historia en una batalla contra el machismo mexicano.

Con motivo del ¡Ya Basta que nos maten!, el colectivo feminista veracruzano Brujas del Mar, convocó el 9 de Marzo pasado, a un Paro Nacional #UnDíaSinMujeres, con la única finalidad de visibilizar la importancia de las mujeres en el día a día en todas las formas de participación y aportación de las mujeres en la economía pública y familiar, en la política y en el desarrollo de la sociedad, además de impulsar un Pacto Nacional Feminista por la Defensa y Garantía del Derecho de Todas las Mujeres y las Niñas a una Vida Libre de Violencia.

El paro fue acogido por las féminas de manera tal, que según datos proporcionados por el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Carlos Salazar, #UnDiaSinMujeres provocó un detrimento patrimonial para el país de 30 mil millones de pesos.

En la Ciudad de México, las calles, el metro y los comercios estaban vacíos el lunes 9M. El Sistema de Transporte Público registró una disminución del 40 por ciento de usuarios, esto es alrededor de 660 mil personas menos. Además de que las conductoras de los trenes y 340 taquilleras del metro (de un total de 340) secundaron la huelga, según cifras de la institución. El Gobierno de la Ciudad dijo que un 40 por ciento de las trabajadoras de la Administración local se sumaron al paro, es decir unas 60 mil empleadas de las diferentes secretarías públicas.

Lo hemos sostenido y lo reiteramos las mujeres ya despertamos, tenemos hambre de libertad y dignificación de nuestros derechos humanos, ya no callamos, ahora gritamos, nos manifestamos, exigimos justicia a las autoridades tomando las oficinas públicas, pues de lo contrario no nos ven, no nos hacen caso y los crímenes de género perpetrados contra niñas y mujeres siguen impunes.

El pasado dos de septiembre la madre de una niña que fue violada en San Luis Potosí, se tuvo que amarrar a una silla de una sala de juntas de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, ante la recomendación de la Institución que regresara a su Estado para reiniciar todo el proceso penal, a esta manifestación de una madre desesperada que exige se haga Justicia a su hija violentada, se unieron feministas y víctimas de diversos delitos e integrantes de la colectiva “Ni una menos México”.

Los acontecimientos violentos perpetrados al interior de la CNDH, hicieron escozor en la ciudadanía y en las autoridades, se han emitido fuertes críticas contra estas madres que lloran por la muerte de sus hijas a manos de un feminicida, que sufren por los estragos psicológicos de sus hijas violadas, que buscan desesperadamente a una hija o hijo desaparecido, o que fue muerto.

Estas madres están cansadas de guardar silencio, estas madres tienen rabia y dolor, estas madres claman justicia, demandan verdad ante feminicidios, desapariciones, ejecuciones extrajudiciales y homicidios dolosos, son mujeres valientes y que por convicción propia enfrentan el peligro de un sistema patriarcal.

No esperemos ser parte de la estadística para ser empáticas/os con la exigencia de #NiUnaMás #VivasNosQueremos, la vida de un ser humano no se compra, ni se restaura, cantemos sin miedo por una sociedad libre de impunidad.