* El caos generado ha llevado a que los residentes tomen medidas extremas para protegerse.
* Construyen barricadas por la desesperación y el desorden social en Acapulco.
30.10.2023 El puerto de Acapulco se encuentra sumido en el caos y la desesperación tras el devastador paso del huracán “Otis”. Las familias protegen a sus hijas pues de saqueos y rapiña se ha pasado a que la delincuencia armada irrumpa en las viviendas donde ya han reportado violaciones.
A cinco días de su impacto, la falta de autoridad y la inexistencia de servicios públicos, la hambruna, el caos, el estallido social han dado lugar a una situación de inseguridad y desorden en la ciudad costera que se encuentra inmersa en un estado de caos y desesperación, con los residentes esforzándose por mantener la seguridad en medio de la crisis.
La falta de autoridad y la ausencia de servicios públicos han llevado a que la población tome medidas extremas para protegerse. La incertidumbre y el temor son palpables en las calles de Acapulco, que luchan por recuperarse del impacto devastador de “Otis”.
La ausencia de información certera, de datos que se apeguen a la realidad, de rumores, de circulación de historias de terror tratando de llevar ayuda humanitaria, del abandono de la población que dejaron en la indefensión ante la llegada del devastador, entre otros aspectos hacen de Acapulco y comunidades aledañas que se levantar para exigir a Andrés manuel López Obrador se responsabilice del apoyo que no llega y que a 5 días inicia uno tan escaso que alcanza para cubrir las necesidades una sola colonia.
En el acceso de pie de la cuesta hombres armados despojan de víveres y pertenencias a quien quiera transitar para llevar a sus seres querido y vecinos algo de ayuda. Solo apadrinados por la Guardia nacional los dejan en paz denuncian.
Uno de los problemas más graves que enfrenta Acapulco es la ola de saqueos a comercios, pues ha dejado a los empresarios y comerciantes en una situación de vulnerabilidad y no volverán abastecer sus comercios sabiendo que el gobierno permite el ilícito como se ha visto lo realizan bajo su impávida mirada.
La ausencia de medidas de seguridad, que resulta obvio ninguno de los tres órdenes de gobierno lo previó y hasta con sus declaraciones lo promueve, como las de la alcaldesa Abelina López diciendo que no sin saqueos sino “Cohesión social”, exhibió que grupos de saqueadores se apoderan de televisores, celulares, pantallas, motocicletas y hasta autos en comercios y ahora van contra restaurantes lo que ha dejado la pérdida de valiosa mercancía y recursos económicos para los afectados.
Los asaltos a automovilistas en carreteras y colonias se han vuelto una amenaza constante en Acapulco. Los conductores son blanco de delincuentes que buscan robar pertenencias y recursos. Esta situación ha generado un clima de miedo y desconfianza entre los residentes y quienes buscan a sus seres querido de la ciudad.
Ante el desorden social la población se ha visto obligada a proteger los suministros de ayuda que tanto necesitan con autodefensas, ya que los saqueadores han llegado incluso a apoderarse de la asistencia destinada a las víctimas del huracán “Otis”.
En algunas colonias, los vecinos han cerrado las calles con las láminas dispersas por “Otis” para evitar la entrada de ladrones. Algunos de ellos se han armado con pistolas y machetes y realizan rondas de vigilancia por las noches para proteger sus hogares y familias.
La falta de presencia policial en las calles de Acapulco ha dejado a la población a merced de los delincuentes. Las patrullas que circulan son utilizadas para transportar a personas de un lugar a otro en lugar de garantizar la seguridad pública. La ausencia de medidas efectivas para mantener el orden ha llevado a una situación de inseguridad generalizada.
La situación se ha vuelto aún más peligrosa debido a la presencia de jóvenes de otras colonias que se mueven en motocicletas robadas durante los días de saqueo. Estas motocicletas funcionan con gasolina sustraída de estaciones de servicio o vehículos estacionados. La delincuencia ha encontrado formas de aprovechar el caos reinante en la ciudad.
La población se siente vulnerable y temerosa de ser víctima de robos en sus propias casas ny ve indignada los abusos de autoridad. Los saqueos multitudinarios que se produjeron en los días posteriores al paso de “Otis” han dejado una profunda huella de desconfianza en la población. A pesar de que las autoridades presenciaron los saqueos, no intervinieron para detenerlos, lo que ha generado una sensación de abandono entre los residentes.
La inexistencia de servicios públicos es otro de los problemas que enfrenta Acapulco. Las calles se encuentran llenas de basura, y la falta de recolección de residuos ha generado olores desagradables en diversas áreas de la ciudad. Los residentes se ven obligados a lidiar con montones de basura en las calles, lo que agrava aún más la situación de caos y desorden.
