Capitán de Navío retirado deslinda al Buque Velero Cuauhtémoc de la colisión.

*Por: Mario Vázquez Sandoval.

18.05.2025 El Dictamen.- Con una experiencia de 20 años consecutivos de navegar en barcos de la Armada de México, el capitán de navío retirado Rafael García Anaya deslindó de manera contundente al personal operativo del Buque Velero Cuauhtémoc de responsabilidad en la colisión ocurrida en Nueva York.

“En cualquier parte del mundo”, dijo, “la autoridad portuaria, a través del práctico y piloto de remolcadores, toma el mando tanto al ingreso como a la salida de la bahía”. Todo está previsto en el protocolo vigente, fundamentado en que corresponde a elementos conocedores hasta del mínimo detalle de la navegación del lugar, en este caso, el Río Hudson.

Triste suceso que pone pausa a la trayectoria brillante de una nave con 43 años de historia. Puesta en servicio en 1982 en la administración del presidente José López Portillo y el almirante Ricardo Cházaro Lara, secretario de Marina; con el vicealmirante Manuel Zermeño del Peón, primer comandante del mismo.

ESCRUPULOSO PREPARATIVO ANTES DE EMPRENDER VIAJE LARGO

Insistió el marino veracruzano en sacar a la tripulación del Velero Cuauhtémoc de especulaciones malintencionadas. La realidad es que quien sube comisionado a los servicios requeridos debe demostrar dominio al 100 % de su especialidad; inadmisible la improvisación en la práctica. Antes de salir a viaje de prácticas intercontinentales, el barco es sujeto a revisión escrupulosa, ocupando astilleros localizados en Salina Cruz. Aquí sí, apuntó García, ¡ni un cabo suelto!

COINCIDENCIA PRELIMINAR SOBRE EL ORIGEN
En otra parte de la entrevista, hizo referencia a opiniones técnicas emitidas ayer domingo al mediodía por representantes del Ministerio de Marina y el Ejército de Estados Unidos de Norteamérica, en el sentido de que la causa del grave percance fue externa. Recae en la rotura de un grueso cable del equipo del remolcador durante las maniobras de vela, dejando al Cuauhtémoc a la deriva.

Cabe señalar, pidió más adelante el capitán de navío Rafael García Anaya, al momento del accidente, el velero no tenía sus motores con propulsión activada, porque así lo establece el acuerdo protocolario de esta naturaleza; por lo tanto, las corrientes del río lo arrastraron de reversa, extraño verlo avanzar de popa.

 

Fuente @ElDictamen