De memoria
Carlos Ferreyra.
¡Me desconchinflé toditito! A media noche desperté con la sensación volátil de quien está sufriendo un mareo. Me enderecé y efectivamente sentí que mi cabeza andaba por los aires.
Intenté dormir y en la duermevela estaba consciente de mi desequilibrio. Así fue hasta la mañana cuando ni siquiera me pude enderezar. Horrible sensación de borrachera cuyas excelsas cotas no logré alcanzar en mis más destrampados festejos de jumentud.
Transcurrió el día sin poder fijar la vista. Mirar un objeto inanimado llevaba la vista hacia arriba, sin lograr enfocar nada. Y siempre aparecía por algún lado YSQ.
Conclusión, lectura, imposible; chunches electrónicos, sólo para aumentar la sensación de inestabilidad, la ceguera y la mirada oscilante. Remedio: echar a andar la imaginación y abrir el arcón de los recuerdos.
Una desgracia, pero don Peje se nos ha convertido en una pesadilla cotidiana. Y claro, es en el primero que pensamos. Enlistamos fallas, errores y caprichos, pero en bien de nuestra salud mental intentamos darle puntos positivos.
Mejor cambiamos el rollo y debo de estar mal porque la imagen mental que brinca es la Sanjuana, sus amenazas, su machismo cantinero retando a un periodista y sus pistoleros a enfrentarla.
Vuelvo al intento de encontrar algo positivo y salta la piratería de Verificado del que dice que si la demandan, el pleito durará siete meses. Y se puede alargar más, al fin y al cabo la bronca la soportan nuestros impuestos.
Insisto en un pensamiento positivo pero surge de nuevo el señor de todos nuestros cielos alabando a quien afirma que no atacan a la agencia, sino a ella. “El Estado soy yo”, dice la historia.
Debo consultar a un especialista en ajustar tornillos. Los míos están barridos, chuecos y oxidados. Aparece de nuevo don Peje, ¡qué horror! ahora con los alzacuellos de Farela, Confraternice y 58 socios en el negocio del reparto de la Cartilla Moral, edición de libros de texto escolar y la patochada de Constitución Moral de los Estados Unidos Mexicanos.
Ahora sí, dice el conocido dicho: la Iglesia en manos de Lutero. Pero no hay que que hacerenos guajes, las citas bíblicas en Teatro Fantástico nos indican hacia dónde vamos.
Verdadera fijación que creo compartir con gran número de mexicanos enfermos de la pejemanía; alguna biografía del entonces joven priista, oculta la historia, menciona su calidad de pastor evangélico, la muerte de su hermano por lo que fue enviado a Chiapas. Y el pelotazo en la cabeza a un compañero de juegos que, recuerdo, quedó en calidad vegetativa.
Intento abandonar esa fijación enfermiza, ya bastante mencionado por Tirios y Troyanos. Salto a Claudia Sheinbaum cuyo acto supremo de poder, se ubicó en el robo de un logotipo comercial que ella conformó con las siglas CS.
Luego, seleccionar el color de los capitalinos, hasta ahora Rosita pastelito. En lo sucesivo nos teñiremos de verde pastel y para que a los antiguos detritusdefecalensis nos quede claro, con ese color cubrirán las patrullas. ¿Cuánto costará? No importa, es un caprichito y la Cheimbaun lo vale.
Entre tarugada y media, se me ocurre que un buen día los pejefanes se molestarán en explicar su fijación con la Vitacilina, Que parece revelar una afición del clan, a los que ahora añaden los colores pastel, tan delicaditos.
Sigue la duermevela, una suerte de modorra que nos permite pensar, aunque no muy bien. Evado puntos positivos del gobierno capitalino donde se declaró un “boom” inmobiliario, nunca antes registrado con tal descaro.
Que desde la llegada al gobierno de las vergonzosas y vergonzantes izquierdas al Distrito Federal, se reventó la burbuja inmobiliaria y vimos la construcción de condominios de toda laya, el cierre de calles apropiadas por los habitantes de la cuadra, y como punto final, el adueñamiento de las barrancas para construir torres habitacionales.
De hecho se pasó a la venta de espacios públicos como el caso de Marcelo Ebrard vendiendo una calle completa a un supermercado, o un parque para imponer el nombre de un tiranuelo, pero no es el único, en Benito Juárez, el bellísimo Parque Hundido cuenta con una construcción propiedad del ex delegado y creo que hoy alcalde.
El colmo: extienden sus edificaciones hasta puentes que ahora usan como acceso particular. Y eso se ve en Bosques de las Lomas donde también pueden observarse condominios cuyos pisos van hacia abajo, a la barranca.
Un caso singular: en la Colina de Perro se creó un condominio de casas de súper lujo. Entrada por Bosques de las Lomas y por la vía inferior que conecta con Santa Fe. Posiblemente el conjunto casero más reservado y exclusivo del país.
Se decidió, así lo hizo la viuda de López Portillo, construir en esos terrenos un edificio de 30 o más pisos, lo que está prohibido por leyes y reglamentos en vigor.
No hay problema. Con atabales y chirimías (recuerden que estamos en rescate indígena) anunciaron la suspensión de la obra. Se colocaron enormes carteles y se colgaron en las puertas cintas informando la clausura.
Hoy, conviven en franca armonía las mantas de tres metros de alto, en la que los vecinos agradecen a la Cheimbaun su intervención y la cancelación de la obra.
Al lado, en el colmo del ridículo, lucen los carteles de la empresa constructora instruyendo a los trabajadores y de paso advirtiendo a los visitantes que no pueden ingresar a la zona de obras sin casco de seguridad.
Como símbolo triunfal, tras las bardas elevadas para que nadie pueda intentar fotografiar los trabajos, se muestra enorme, enhiesta, la grúa con que colocan o lo harán próximamente, las traves que ya se aprecian con los camiones que las transportan.
Curiosidad: los cuajimalpenses somos idiotas o lo son las autoridades que no ven esto, ni las invasiones de un carril en la carretera federal donde también construyen torres habitacionales.
La ilustración, Quezada en el feis, es una broma más de la Cuarta Transformación. Cortesía de Rubén Bejarano, el de las ligas; Napo y sus 50 melones de panzas verdes; Carlos Imaz, marido de Cheimbaun y así, al infinito y más allá..
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