Carta abierta de María Galindo a María Corina Machado.

María Galindo

«Cuestionarte a ti no es legitimar a Maduro» escribe la artista, activista y pensadora boliviana María Galindo, fundadora de Mujeres creando, dirigiéndose a la reciente ganadora del Nobel de la Paz, la venezolana María Corina Machado. Galindo, entre muchos otros conceptos, refuta la idea de que hay dos opciones entre las cuales elegir y, al contrario, compara y equipara actitudes del régimen venezolano con las de la oposición que Machado busca simbolizar. El trasfondo petrolero y geopolítico de lo que está ocurriendo, y la desmentida a los lugares comunes mediáticos y políticos. El título de la carta, que María Galindo hizo llegar especialmente a lavaca: Alma llanera y alma imperialista no son lo mismo, ni tampoco son equivalentes. Aquí la reproducimos completa.

Alma llanera y alma imperialista no son lo mismo, ni tampoco son equivalentes

Dirigido a María Corina Machado

María Galindo

Desde Bolivia

Quiero decirte María Corina Machado que cuestionarte a ti no es legitimar a Maduro.

Quieres hacer creer al mundo que solo hay dos caminos y eso no es cierto y lo digo no porque esté en Venezuela, ni haya pisado jamás tu tierra, sino porque en ningún país hay dos opciones. Las opciones son múltiples y quienes están dispuestos a despedazar un país para hacer valer sus posiciones son equivalentemente detestables y en eso eres bien igualita, bien parecida al Maduro que detestas.

Maduro con tal de imponerse esta dispuesto a cualquier cosa, aunque quienes paguen esa cualquier cosa sean los, las y les venezolanes.

Tú lo mismo, tu igual, tú de otra manera, pero muy parecida, es decir a costa de la gente.

También quiero decirte que no eres Venezuela, no eres la democracia, ni la libertad. Eres Corina Machado; pretenderte Venezuela, pretenderte la solución para Venezuela, pretenderte la democracia para Venezuela es parte del gran problema frente al cual estamos.

No sé si vale la pena rebatirte de forma directa porque abres, partes y perteneces a eso que se llama no respetar a quien piensa diferente, no tener ni siquiera interés en ello, y por eso no vale la pena rebatirte porque no estas dispuesta a abrir ni siquiera una discusión sobre el papel que estas protagonizando para Venezuela y para todo el continente como bien sabes y vienes anunciando.

Tu eres la buena, la que no se puede poner en cuestión, la heroica, la representante de una democracia que no está dispuesta a discutir, debatir ni aceptar discrepancia.

Los planes de Trump sobre todo nuestro continente no son planes de respeto a democracia alguna, a brazo productivo alguno, a libertades culturales, filosóficas, o políticas y no se ni para que lo digo porque es tan obvio, tan pero tan obvio. Tu no sirves más que para abrirle las puertas a Trump para que se instale, invada y además controle el petróleo venezolano, tu papel en esta historia es un papel denigrante por decir lo menos.

Esto no va de democracia, ni de libertad ni de la buena de María Corina Machado; va de petróleo, de geopolítica marítima en el sur, va de repartija del mundo, de colonialismo, de ocupación y de guerra.

Tú en esta historia no eres la valiente, la resistente, ni tampoco la fiera planificadora, no estas sentada en una mesa con Trump definiendo el futuro geopolítico del mundo, aunque te quieras creer ese cuento, sabes que no es cierto.

Eres la envoltura, el celofán, el relato oficial para encubrir, maquillar, tapar, confundir una ocupación militar imperialista que reabra la herida del continente sur a los tiempos de la triple AA y de la CIA controlando policía, ejercito, calle y cielo.

Este lugar que ocupas no es inocuo, ni es menor, es central para que el mundo se trague el cuento.

Estoy aquí como boliviana, como radialista, como artista, como nada que soy, porque no soy ni ciudadana ya que la ciudadanía en el sur del mundo no existe. Estoy aquí para decirte desde una radio local que no me trago tu cuento y que no por eso soy pro Maduro. No necesito ni de la BBC, ni del New York Times, ni de la Deutsche Welle para contar esto que está sucediendo.

Puedo escribir esta crónica desde el barrio y desde el puesto de comida rápida, puedo escribir esta crónica desde el venezolano acróbata que en los semáforos de La Paz trata de recaudar monedas tragando fuego.

Maduro es una dictadura y tú eres frente a esa dictadura imperialismo no democracia, ocupación militar no libertad.

Tu hija muy elegante luciendo un traje de Carolina Herrena de un costo de 200 veces el salario mínimo vital en Venezuela recibió en tu nombre y hablando un perfecto académico y hoy políticamente imprescindible ingles el premio hablándonos de democracia.

Contemplándola, aplaudiéndola, y marchando en Oslo venezolanos de la oligarquía que es en gran parte la causa principal de la pobreza en Venezuela y la causa principal de legitimación del Madurismo, porque lo que ofrecieron es un despojo racista, clasista, misógino, y homofóbico a nombre de democracia. Y con esto ni quiero en lo más mínimo minimizar la corrupción grotesca del gobierno de Maduro, el papel de las fuerzas armadas y el empobrecimiento de los, las les venezolanes. ¿Como pueden ser 30 dólares el salario mínimo de un país tan inmensamente rico? Eso tendrá que responder el madurismo.

Tu hija más gringa que venezolana es lo que ustedes han producido como clase y como legado. Vive en Nueva York, no en Caracas se ha formado en la escuela de negocios de Harvard y es una perfecta hija del imperio. A ella no la deportaran después de trabajar 10 horas en Mac Donalds.

¿Ya tienen ese supuesto todo al que aspiran como máxima ambición qué más quieren?

¿Crees tú que esa Venezuela popular se puede tragar el cuento de la democracia de peones y esclavos que ofreces?

¿Crees tú que alguna joven venezolana se puede identificar con tu hija de cristal, con su destino de gringa asimilada?

¿Crees tú que no hablamos, que no tenemos voz, ni inteligencia colectiva quienes entendimos en nuestra carne que el único destino posible es el que es colectivo o sea para todos, todas y todes?

Quiero en nombre de la democracia que pregonas decirte que no estoy de acuerdo y que reclamo mi derecho a discrepar contigo, con la ocupación militar como solución al madurismo, creo en la soberanía de los pueblos sobre sus recursos y sus territorios.

No estoy dispuesta a morir por esas ideas, porque no quiero muerte sino vida.

Así que aquí estoy para decir lo que pienso, lo que siento

La vitalidad del Alma Llanera, su dulzura, el arrullo del sol y la capacidad de amar cantar y soñar nos pertenece a quienes amamos la tierra y tú, tú no sabes lo que es eso.

Parafraseando a Pedro Elías Gutiérrez, termino escupiendo tu medallita ya bastante basureada antes en el mundo para legitimar genocidios y ocupaciones imperialistas. No eres la primera en no merecerlo, ni la última en recibirlo para decorar los horrores de los tiempos que vivimos.

Good by baby

Publicado originalmente en Radio Deseo