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Coatepec 01 junio 2021.- Hay cartas que suenan a tristeza; hay otras que son nostálgicas; pero también hay las que suenan con sabor a “¡gracias!”.
Son cartas que mujeres que perdieron un seno, una mama, parte de sí, y que hoy, en estos días, van superando este trance que les tocó vivir y hoy cuentan.
Juntas Venciendo el Cáncer Coatepec hace unos días, instó a sus guerreras, a compartir a través de una carta al seno perdido, su experiencia, no sin antes, agradecer a la maestra Rocío Domínguez el granito de arena aportado mientras a que a su vez, ella hizo lo mismo a cada una de las compañeras que tomaron la iniciativa de participar.
Quienes tomaron tinta, pluma y papel (es un decir) fueron mujeres que ya tenían tiempo de haber sido operadas y otras que lo estaban pasando recientemente.
Poco a poco, se fueron leyendo las cartas de cada una de las mujeres que decidieron enviarla.
Muchas de las cartas fueron leídas por sus autoras; otras, fueron enviadas anónimamente.
“No tuve oportunidad de despedirme” fueron algunas de las frases más repetidas durante la lectura de cartas.
Cada una de las guerreras estaba atenta para escuchar lo que cada carta expresaba, las palabras, el sentir de una como ella, de una como tú, de una mujer que hoy, valiente, es capaz de expresar sus sentimientos tras haber enfrentado este terrible mal que las acecha.
Hubo cartas que expresaban la gratitud que las mujeres tenían hacia su mama, agradecidas por ayudarlas a amamantar a sus hijos, por ser parte de ellas por tanto tiempo, por ayudarlas a sentirse bellas en su juventud.¡
“Es algo sorprendente darme cuenta que se puede vivir sin ti”, fue lo que decía una de estas cartas que con tanto cariño y esfuerzo fueron escritas por las guerreras de Juvecan que lograron y están superando esta situación que, sin duda, es difícil, pero entre ellas se recordaban que son fuertes y que, gracias a esta operación, pueden seguir… continuar… Estas mujeres agradecen al grupo Juvecan por el apoyo que brinda para poder continuar; por los consejos; por la empatía y sobre todo, por la amistad que se ha encontrado ahí.
Color Esperanza es el canto que entonaron, como un himno a su lucha, por la fuerza que imprimen a su letra, porque están ahí, para ellas, por ellas, con ellas.
