ALHAJERO
/Marta Anaya/
Al paso de los vacunados salen los siervos de la nación para pedirles sus datos y obsequiarles la Cartilla Moral
Tlaquepaque, Jalisco. En la penumbra de la madrugada, cientos hacen ya fila. En el ITESO (Universidad Jesuita de Guadalajara), la hilera ya es enorme. Adultos mayores hasta con oxígeno cargando, aguardan la hora. Otro tanto ocurre en los 26 puntos elegidos para la vacunación en este municipio aledaño a la capital tapatía.
Dan las ocho de la mañana –hora en que debería iniciar la vacunación- y nada se mueve. En el centro de Salud de López Cotilla la gente comienza a impacientarse. Llevan horas esperando. Dan las 8:30, las 9, las 9:25…; aparece entonces una tanqueta del ejército con la ansiada caja de vacunas.
Los gritos no se hacen esperar: ¡Flojos! ¡Huevones! ¡Les compramos el desayuno! ¿Creen que vamos a estar aquí todo el día esperándolos? ¡Qué poca…! Rechiflas y mentadas reciben la tardanza de los insumos.
La cosa se pone peor cuando unos jóvenes identificados como “siervos de la nación” salen con que hay una lista que supuestamente se hizo desde el día anterior y son ellos quienes ingresarán primero. ¡Son más de 50 los de la lista!
Hay reclamos. Arrecian los insultos…
10:05 de la mañana, comienzan a pasar los que hicieron fila. A las puertas del lugar se acercan muchos más que intentan pasar antes. La gente que hizo cola desde tempranísima hora ya no lo permite. Hay enojo. Los soldados miran, atestiguan en silencio.
Hacia el mediodía, con el sol a plomo, avisan que se han acabado las vacunas. ¿Pues cuántas llegaron?, pregunta la gente. Sólo 296, responden.
Comienza entonces otra operación. Una lista con nombre y apellido de los ya formados (más de 600). Les tocará hoy a los que no alcanzaron.
Los afortunados, los que lograron recibir la Pfizer, salen sonrientes; levantan el pulgar, abrazan a sus familiares que les aguardan.
Pero poco les dura la emoción: Los esperan al paso los de Morena para pedirles sus datos y obsequiarles la Cartilla Moral.
Unos los miran con desprecio, otros –molestos- se siguen de largo mascullando improperios.
LAS QUE NO ESTÁN.- Mujeres indígenas del EZLN difundieron ayer, Día Internacional de la Mujer, un texto titulado “Las que no están”. Dice así:
“Las que no están. Sus historias. Sus alegrías y sus tristezas. Sus dolores y sus rabias. Sus olvidos y sus memorias. Sus risas y sus lágrimas. Sus presencias y sus ausencias. Sus corazones. Sus esperanzas. Su dignidad. Sus calendarios. Los que cumplieron. Los que les quedaron y les quedamos a deber. Sus gritos. Sus silencios. Eso, sobre todo sus silencios. ¿Quién que es, no las escucha? ¿Quién no se reconoce en ellas? Mujeres que luchan. Sí, nosotras. Pero sobre todo, ellas. Las que no están y sin embargo están con nosotras. Porque no olvidamos, porque no perdonamos, por ellas y con ellas, luchamos.”
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