*Escrito por Arantza Díaz .
09.06.2024 /Cimac Noticias.com. Francia.-
Ciudad de México.-El caso Aviñón (región francesa Avignon) por violencia sexual contra una mujer conmociona a Francia, el país europeo presenciará el juicio a puerta abierta a petición de la víctima porque afirmó: «la vergüenza va a cambiar de bando» y de esta forma serán llevados al tribunal a más de 50 hombres, quienes la violentaron sexualmente con la autorización de su esposo quien, la narcotizaba para dejarla en estado total indefensión a manos de sus victimarios. El abuso sucedió por casi una década.
«Tenía el permiso de su esposo», es uno de los argumentos que se han utilizado de forma reiterada entre los violentadores sexuales quienes entraban a hurtadillas a la casa de un hombre de apellido Pelicot, y lo hacían para violentar sexualmente de su esposa, una mujer que era medicada hasta perder el conocimiento y que durante una década fue víctima de trata con fines de explotación sexual por medio centenar de hombres.
La familia y amistades comenzaron a sospechar de que la mujer tuviese alzhéimer, pues los delirios y los trances eran parte de su rutina cotidiana; nadie entendía qué sucedía, pero la mujer presentaba serios problemas para recordar las cosas y tenía lagunas mentales que la mantenían ausente.
Según documenta el The New York Times, una comisaría del Sur de Francia la citó en 2020 y le notificó: Ha sido víctima de abuso sexual y D. Pelicot, su marido, es el responsable.
Pelicot, su esposo desde hacía 50 años comenzó a utilizar fuertes somníferos para hacerla dormir. Mezclaba el medicamento en el alimento y comida de su esposa, para posteriormente, acordar vía internet el encuentro con diversos hombres. De las violaciones reiteradas, Pelicot producía contenido; grababa y tomaba fotografías de los hechos.
Tras darse a conocer el caso, la policía siguió la pista a través de la información que había documentado D. Pelicot y así, tras dos años de investigaciones, se logró dar con un total de 51 hombres. Todos, hombres de la misma comunidad; desde soldados hasta enfermeros, muchos de ellos, cabezas de familia.
A través de las indagatorias, se han encontrado a hombres que, supuestamente, asistieron sólo una vez a la casa de Pelicot, mientras existe registro de otros hombres que abusaron hasta 6 veces de la mujer, según argumentan, desconocían que la mujer no hubiese dado su consentimiento en el acto sexual (a pesar de yacer absolutamente inconsciente), pues pensaban que, con el permiso de su esposo era suficiente y que todo se trataba de una especie de juego sexual donde la mujer aceptaba ser drogada y posteriormente, abusada por desconocidos.
Cultura de la violación y pacto patriarcal
La policía destapó este caso, luego de que se encontrara la colección personal de D. Pelicot. Contenido violento de las violencias sexual que había sido cuidadosamente clasificado por el hombre y que, posteriormente, llegó a manos de la mujer. La corresponsal de Francia del The New York Times documenta que cuando la mujer accedió a esta cantidad masiva de fotografías y videos, vivió una seria conmoción, donde sólo atinó a decir que no tenía ningún recuerdo de lo sucedido. Además, identificó a algunos hombres: Eran sus vecinos.
Resulta un hito histórico que más de medio centenar de hombres sean presentados a juicio, pero no se debe dejar de apuntar que se tiene un registro aproximado de 83 atacantes. Asimismo, deja expuesta una realidad preocupante: La cultura de la violación y del pacto patriarcal.
Durante 10 años, estos hombres agresores pasaron por la casa de D. Pelicot, otros más fueron invitados por el hombre en un chat de citas (aunque sin concretar el encuentro); nunca nadie denunció nada.
Fue una década de impunidad, donde más de cien vecinos sabían qué estaba sucediendo en la casa de este matrimonio de la tercera edad; Pelicot ni siquiera tuvo que salir de su pequeño poblado llamado Mazan, en la ciudad de Aviñón para cometer este abuso sistémico.
Y es que, la policía se enteró de este hecho a través de una «casualidad», luego de que Pelicot fuese sorprendido tomando fotografías a unas mujeres en un supermercado. De aquí, se comenzó a investigar sus aparatos móviles para descartar que se tratase de algún «acosador serial» hasta que la policía encontró algo aún peor, la carpeta: «Abuso«, un archivo que databa desde 2011 con más de 20 mil videos.
El caso avanza y se suman los casos
El juicio ya ha iniciado en Francia, conocido como el «Caso Aviñón» y en las últimas horas ha tomado giros inesperados sobre la culpabilidad de D. Pelicot.
Su hija Caroline ha señalado que, cuando era pequeña, el hombre le tomaba fotografías desnuda y, efectivamente, este archivo también ha sido encontrado en una memoria bajo el nombre «Around my daughter, naked«. En entrevista para Le Parisien, Caroline refirió: «Estoy convencida de que fui drogada, pero él nunca lo admitió«.
Por su parte, la mujer -de quien se ha ocultado su identidad-, se ha pronunciado al respecto, pidiendo que se conozca su rostro y su nombre, además, exige que los días de juicio en contra de estos 51 hombres, –incluido su esposo-, se realice a puertas abiertas para que la sociedad, y el mundo conozca su caso.
Hasta el momento, se sabe que los abusadores enfrentan una pena de hasta 20 años de prisión y la única declaración que ha realizado Dominique Pelicot, es a través de su abogada, Beatrice Zavarro, quien ha dicho a la prensa: «Él admite sus crímenes».
Entre tanto, las colectivas feministas francesas exigen la pena máxima sobre el caso, señalando que el hombre es un peligro para las mujeres, quienes también han visibilizado su presunta responsabilidad en un feminicidio cometido en Paris, 1991.
Una mujer de 23 años identificada como Sophie, fue drogada, abusada y apuñalada en el pecho; los restos seminales y de sangre son compatibles con Pelicot, sin embargo, este caso nunca procedió y fue sepultado hace más de 30 años.
Finalmente, los movimientos feministas se encuentran impulsando una reforma que modifique las leyes francesas, pues sólo contempla el abuso sexual cuando cumple características de violencia, amenaza, coacción o sorpresa, más no menciona de forma textual el consentimiento. Por ello, las mujeres y colectivas exigen al Estado reformar las leyes para que se considere abuso sexual a cualquier acto que no contemple el consentimiento.
