Caso de la osa negra de La Pastora evidencia irresponsabilidad de PROFEPA: AZCARM

Basta de que descargue su responsabilidad en las instituciones zoológicos.

25.09.2025.- Desde la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM) manifestamos una profunda preocupación y un enérgico rechazo a la forma en que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) sigue operando decomisos de fauna silvestre de manera totalmente irresponsable.

La osa negra fue rescatada el 7 de febrero de 2023 en Mina, Nuevo León, tras una denuncia ciudadana. El ejemplar presentaba emaciación severa, desnutrición, alopecia, engrosamiento de piel y laceraciones con exposición de tejido subcutáneo. Desde ese momento se le proporcionó terapia de fluidos, suplementación y medicamentos para estabilizarla, quedando bajo custodia en la UMA del Zoológico La Pastora.

El mismo comunicado reconoce que, a lo largo de estos dos años, el zoológico ha otorgado tratamiento con especialistas, medicamentos, dieta especializada, suplementos y vitaminas coadyuvantes, siempre bajo autorización federal por tratarse de una especie enlistada en la NOM-059-SEMARNAT-2010. Sin embargo, el diagnóstico del ejemplar es reservado y las patologías son de carácter irreversible.

Pese a la evidencia de que el zoológico miembro de la AZCARM ha actuado con profesionalismo y apego a protocolos, la PROFEPA mantiene el mismo esquema de operar de siempre: Decomisa ejemplares en condiciones críticas, los deposita en zoológicos certificados, no aporta un solo peso para su manutención ni para los tratamientos médicos especializados, y después permite que se responsabilice a los zoológicos por el estado de salud de los animales.

Este no es un caso aislado. Los zoológicos de AZCARM atienden actualmente a más de 14 mil ejemplares decomisados por PROFEPA, incluyendo grandes felinos, reptiles, primates y aves víctimas del tráfico, que llegaron en condiciones deplorables y requieren cuidados de por vida. Casos recientes como los felinos de Black Jaguar–White Tiger o la jirafa “Benito” son prueba de un patrón de abandono institucional.

“No podemos permitir que PROFEPA siga actuando como si decomisar animales fuera suficiente. Los deposita en zoológicos sin un solo peso de apoyo, sin un plan real de rehabilitación, y después pretende responsabilizarnos del estado gravísimo en el que llegaron o permite que la opinión pública nos responsabilice e incluso nos condene. Eso es totalmente injusto, mezquino, ilegal y contrario a cualquier ética de conservación”, indicó Ernesto Zazueta, Presidente de la Asociación de Zoológicos Criaderos y Acuarios de México.
La Pastora ha hecho lo que corresponde: Atención médica diaria, medicamentos, nutrición especializada, rehabilitación. Pero un animal que llegó con daños irreversibles no puede recuperarse por arte de magia. Y si el animal está sufriendo y lo más recomendable fuese sacrificarlo, es la PROFEPA quien debe tomar la decisión y asumirlo, por la condición legal en la que se encuentra.

Y hoy es La Pastora, pero aunque suene increíble hemos tenido casos donde la PROFEPA nos quiere clausurar instalaciones o imponer sanciones por el mal estado en el que se encuentra un ejemplar o varios ejemplares que ellos nos dejaron así sin que nunca les hayan dado ningún tipo de atención ni seguimiento. Esto se ha convertido en un modus operandi muy, muy vergonzoso de la Procuraduría y hoy decimos basta, ¡no se vale!”, enfatizó Zazueta.

En este sentido la AZCARM demanda lo siguiente:

1. Que PROFEPA asuma la manutención económica completa o parcial de cada ejemplar decomisado y depositado en zoológicos.
2. Que se formalice un fondo especial y permanente para cubrir medicamentos, alimentación y manejo especializado para la fauna silvestre rescatada.
3. Que se transparenten los informes clínicos y protocolos de cada decomiso para que la sociedad conozca el estado en que llegan los animales.
4. Que se reforme el marco normativo para que los decomisos no signifiquen el abandono institucional de las especies bajo custodia.
La AZCARM refrenda su enorme compromiso con la Semarnat y con las autoridades ambientales de todo el país para continuar contribuyendo diariamente en el rescate de ejemplares silvestres y en la conservación de especies, pero no de esta forma.
Las instituciones zoológicas, criaderos y acuarios de la AZCARM no pueden seguir siendo depósitos de fauna enferma o maltratada sin respaldo del Estado. La sociedad debe saber que si estos animales están vivos hoy es gracias al esfuerzo, trabajo, recursos y compromiso de los zoológicos, no de la autoridad que los decomisó.

El caso de la osa negra de La Pastora debe ser un parteaguas. Basta ya de que la PROFEPA descargue en los zoológicos lo que es su obligación y responsabilidad legal y ética con la vida silvestre.