*En el sexenio del actual gobernador de Oaxaca, Salomón Jara, se han perpetrado 276 casos de feminicidio,
/ Escrito por Paola Piña / Foto Crédito: Servicios Para una Educación Alternativa A.C./
04.11.2025 /CimacNoticias.com Ciudad de México.- Presentados como uno de los proyectos más ambiciosos de la Secretaría de las Mujeres, los Centros Libres no han logrado responder a la crisis de violencia que viven las mujeres en territorios como Oaxaca, donde el servicio ha sido negado y persisten carencias de infraestructura, personal capacitado y atención real, denunció en entrevista con Cimacnoticias Abigail Severo, defensora de los derechos de las mujeres e integrante del Centro para los Derechos de la Mujer Naaxwiin.
La Secretaría de las Mujeres del Gobierno del Estado de Oaxaca, tras anunciar la creación de 41 Centros Libres en los que se invirtieron más de 42 millones de pesos, afirmó que estos espacios tienen como propósito promover los derechos de las mujeres, impulsar su autonomía económica, prevenir y atender las violencias, así como fortalecer las redes comunitarias.
Sumado a ello, Claudia Sheinbaum Pardo, en abril, cuando presentó las Políticas del Bienestar para las Mujeres durante la conferencia matutina, señaló que los servicios con los que contarían los centros incluyen espacios para fomentar redes y la labor comunitaria de las mujeres, promover el cambio cultural y la difusión de la Cartilla de los Derechos de las Mujeres, además de la llamada “triada de atención a las violencias”: acciones para prevenirla, asesoría psicoemocional y promoción de la salud, así como asesoría jurídica y atención integral a las víctimas.
Es importante precisar que, de acuerdo con cifras del Grupo de Estudios sobre la Mujer “Rosario Castellanos” A.C. (GESMujer), tan solo en el sexenio del actual gobernador de Oaxaca, Salomón Jara, se han perpetrado 276 casos de feminicidio, siendo la región del Istmo de Tehuantepec la más afectada.
Ante esta ola de violencia, los objetivos planteados para los Centros Libres podían representar una respuesta a la crisis; sin embargo, Severo asegura que acceder a estos espacios no es un proceso fácil ni expedito, tal como lo ha enunciado el gobierno. En su municipio, San Juan Guichicovi, que forma parte del Istmo, la titular del DIF Municipal, Thania Cruz Alcázar, esposa del alcalde de la región, es quien decide qué mujeres pueden acceder a los servicios.
“La que es presidenta del DIF, que es esposa del presidente municipal, es quien decide a qué mujer se le atiende y a qué mujer no, independientemente del grado de violencia que viva”, denunció.
Sumado a ello, señaló que el personal integrado a este programa no cuenta con las herramientas indispensables para atender a las mujeres. Como primera instancia, apuntó que no hablan lenguas indígenas, lo cual resulta preocupante, pues muchas mujeres de la región solo se comunican en idiomas como el mixe y no en español; además, destacó la falta de preparación y sensibilidad del personal.
Esta situación, dijo, evidencia que se trata de programas que se planean desde un escritorio, pero cuya ejecución ocurre en el territorio, por lo que suelen fracasar ya que carecen de una verdadera comprensión de las realidades locales y de una perspectiva de género que permita acompañar adecuadamente a las mujeres víctimas de violencia que llegan a estos espacios.
Cabe recordar que tras la creación de los Centros Libres, se eliminaron programas clave como el Programa de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas (PAIMEF), anteriormente manejado por los extintos Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim), cuyas funciones fueron absorbidas.
Programas como el PAIMEF, apuntó Severo, sí contaban con personal capacitado, ya que organizaciones de la sociedad civil, como la que ella integra, eran las que se encargaban de sensibilizar a las especialistas. No obstante, tras la eliminación del programa, se les retiró el apoyo. Aunque buscaron colaborar dentro de los Centros Libres, no fueron seleccionadas, pese a su amplia trayectoria en la defensa de los derechos de las mujeres.
“Desgraciadamente, en nuestro territorio todo es política, y si no anduviste en campañas con ellos, si no eres parte de ese partido, no vas a ser aceptada”, denunció Severo.
rge-font-size”>Más irregularidades
Las irregularidades documentadas por Abigail Severo sobre los Centros Libres representan solo una parte de la crisis que enfrenta la región en materia de prevención, sanción y erradicación de la violencia contra las mujeres.
Un claro ejemplo de ello se refleja en las Casas de la Mujer Indígena y Afromexicana (CAMIAs), que alertaron que en todo el país no se ha identificado una partida presupuestal explícita dentro del Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2026, ni en la estructura del Anexo 13, lo que pone en riesgo la continuidad de su labor comunitaria y de atención a mujeres en situación de violencia.
Situación que la activista calificó como una burla, pues contradice el discurso promovido por la actual presidenta, quien en reiteradas ocasiones ha afirmado que es tiempo de mujeres. “la realidad es que no llegamos todas. Es necesario dejar atrás ese discurso barato y mediocr,”, expresó la defensora.
Además, Severo señaló que mecanismos como la Alerta por Violencia de Género (AVGM), implementados en su región, no han logrado frenar los feminicidios que afectan a Oaxaca, ya que el personal contratado carece de la capacitación adecuada, situación que se ha observado con la implementación de las patrullas rosas, sin embargo no cumplen su función, porque muchos de quienes las conducen son hombres y las pocas mujeres asignadas cuentan con la perspectiva de género necesaria.
El panorama para las defensoras sigue siendo hostil. Severo recordó el caso de Sandra Domínguez, desaparecida en octubre de 2024 luego de denunciar a Donato Vargas Jiménez por su participación en grupos de corte sexual donde se compartían fotografías y videos de mujeres mixes es un caso de feminicidio que hasta el momento no ha recibido justicia.
Esta situación que atenta contra la vida de las defensoras no es ajena para Abigail, quien ha enfrentado amenazas e intimidaciones, muchas veces orquestadas por el mismo gobierno. “El Estado, que se supone debe protegerme, es el mismo que está mandando a callarme”, sentenció.
Aunque actualmente las amenazas han cesado, el riesgo para ella sigue latente todos los días, pues ser defensora en México se ha convertido en una amenaza contra la vida. Sin embargo, Severo declara con firmeza que, pese a los intentos de silenciarla, no guardará silencio











