Charla de Juan José Barrientos en la Pecera .

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17.10 2025 Xalapa, Ver.- El investigador Juan José Barrientos se presentó el pasado lunes 6 de octubre a las 12:00 horas en “la Pecera”, el auditorio del campus Del Valle de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, para hablar de las biografías, autobiografías y memorias de los escritores hispanoamericanos, sus diarios, epistolarios y relatos de viaje.

Invitado por la licenciatura en creación literaria, que fundó y dirige Rosina Conde, Barrientos señaló que los libros de carácter autobiográfico y biográfico escaseaban en nuestras letras y recordó algunas excepciones como el Ulises criollo, de Vasconcelos, la autobiografía de Rubén Darío y Mi vida por el mundo, de Maples Arce, pero esto ha cambiado últimamente y ahora tenemos las memorias de Vargas Llosa, El pez en el agua, Vivir para contarla, de García Márquez y Confieso que he vivido, de Neruda, así como algunas pilas de biografías de Borges y Cortázar, libros sobre Octavio Paz, y entre ellos el de su hija Helena, un testimonio en que lo baja del pedestal y lo hace más humano y querible.

Se refirió a los libros de Estela Canto y María Esther Vásquez sobre Borges, y, desde luego al de Bioy Casares, a los libros basados en entrevistas al ama de llaves de los Bioy y a Fanny, la sirvienta de Borges, a las biografías de Silvina Ocampo y de Bioy Casares, a las memorias de Julio Ortega, llenas de anécdotas sobre José Emilio Pacheco y otros escritores como Elenita Poniatowska y Rosario Ferré.

Mencionó algunos libros basados en entrevistas, que están por eso entre la biografía y la autobiografía, como el de Roberto Alifano, Borges oral, y Las novias de Borges, de Mario Paoletti.

“Hay más”, agrega, “pues no mencioné el libro sobre Arreola publicados por Fernando del Paso, publicado por Conaculta y luego por el Fondo, y el de Orso Arreola”.

Todo empezó, por cierto, con las entrevistas de Luis Harss y Rita Guibert, recopiladas en sus libros, que generaron un interés creciente por la vida de los escritores.

Interrogado sobre la importancia de estos libros para entender las obras literarias, dijo que más bien los considera un sector de la literatura que tiene un interés propio.

Se consideraba implícitamente que solo las obras de ficción, es decir los cuentos y novelas, eran dignas de estudio, pero en las últimas décadas han proliferado los
libros basados en investigaciones sobre hechos reales, y los testimonios, y todos estos reclaman atención.