*El director general del Área Académica de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, impartió la conferencia “Equidad de género en la ciencia. Desafíos para una transformación indispensable”, dentro del Seminario Científico del Doctorado en Micología Aplicada
*“Para el Área Académica de Ciencias Biológicas y Agropecuarias y para la UV, el diálogo, la reflexión y el análisis de los retos que enfrentamos para la incorporación de las mujeres en la ciencia, es el primer paso hacia la construcción de alternativas que permitan a las mujeres acceder con equidad a todos los campos del conocimiento y del desarrollo científico y tecnológico.”
Claudia Peralta Vázquez
Xalapa, Ver. 20 enero 2021.- Domingo Canales Espinosa, director general del Área Académica de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad Veracruzana (UV), expresó que la ciencia es uno de los mejores ejemplos de la desigualdad de género que persiste en el país, en las universidades, tecnológicos y en todos los ámbitos.
Al ser invitado por el Centro de Investigación en Micología Aplicada (CIMA) para participar el viernes 15 de enero, de manera virtual, en el Seminario Científico del Doctorado en Micología Aplicada, el funcionario dictó la charla “Equidad de género en la ciencia. Desafíos para una transformación indispensable”.
En presencia de Ángel Rafael Trigos Landa y Guillermo Mendoza Cervantes, titulares de la Dirección General de Investigaciones y del CIMA, respectivamente, abordó tres aspectos fundamentales del tema: la invisibilidad histórica de las mujeres en la ciencia, la brecha de género de la ciencia en México, y desafíos de la universidad para revertirla.
Tras celebrar que en el posgrado del CIMA haya un mayor número de mujeres que de hombres, resaltó que en general, este avance sigue siendo relativo en términos de su involucramiento en la ciencia.
Manifestó que desde hace unas décadas, trabajar por la equidad de género se ha convertido en parte de la agenda global y de las universidades, donde se genera más del 90 por ciento de la investigación científica en México.
“Para el Área Académica de Ciencias Biológicas y Agropecuarias y para la UV, el diálogo, la reflexión y el análisis de los retos que enfrentamos para la incorporación de las mujeres en la ciencia, es el primer paso hacia la construcción de alternativas que permitan a las mujeres acceder con equidad a todos los campos del conocimiento y del desarrollo científico y tecnológico.”
Canales Espinosa reconoció en la UV la incorporación de una política orientada hacia la eliminación de las brechas que colocan a ciertos grupos en desventaja.
Esto significa que la equidad de género no sólo es tarea de las mujeres, de una oficina, de la Unidad de Género o de un equipo, pues abordar este concepto, discutirlo y reflexionarlo, además de promover acciones institucionales y personales, también corresponde a los varones y universitarios en general.
“Como universitarios, hombres, maestros e investigadores, estamos cada vez más conscientes de la necesidad de aprender a transformar aquellas visiones y acciones que han contribuido a la desigualdad de género o entorpecido el camino y avance de las mujeres en las distintas áreas del conocimiento”, expresó.
En su ponencia mostró algunas gráficas que dan cuenta de esta desigualdad en el rubro científico. Por ejemplo, un estudio comparativo realizado en 2015, el cual abarca 69 academias de ciencias, revela que México ocupa el quinto lugar en porcentaje de mujeres y el tercero en América Latina después de Cuba y la región del Caribe.
Asimismo, la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) cuenta con un total de dos mil 890 miembros, de los cuales 721 son mujeres (25 por ciento) y dos mil 169 hombres (75 por ciento).
De acuerdo con este mismo organismo, 48 por ciento de las mujeres destacan en el área de humanidades; 31, en ciencias sociales; 30 en ciencias naturales, y 15 en ciencias exactas.
Además, en 2018 el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) reportó un total de 28 mil 632 miembros, de los cuales el 37.3 por ciento son mujeres y el 62.7 hombres.
Si bien entre 2004 y 2019 ha crecido la cantidad de investigadores y lentamente el de mujeres en el SNI, en este último año alcanzó el 37.3 por ciento, a diferencia del 30 por ciento en 2004.
Aunque la situación ha mejorado, si se observa la composición por los cuatro niveles del SNI, y un quinto que es el Emérito, el porcentaje de mujeres se reduce conforme éstos avanzan. A esto se le conocer como techo de cristal, es decir, a la dificultad de que las mujeres alcancen grados más altos.
Entre 2018 y 2019, en México hubo un total de ocho mil 264 graduados de doctorado, de los cuales, cuatro mil 71 son hombres (49.3 por ciento), y cuatro mil 193 mujeres (50.7 por ciento). Veracruz ocupa el séptimo lugar en la formación de doctores.
Dentro de este mismo periodo, el 53.8 por ciento de los titulados de licenciatura universitaria y tecnológica fueron mujeres.
Al referirse a la UV, la participación de mujeres en el SNI es del 40 por ciento, y de hombres del 60 por ciento.
De un total de 522 investigadores de la UV adheridos al SNI, 208 son mujeres y 314 hombres. En el caso de las mujeres, 47 son candidatas, 136 pertenecen al Nivel I, 21 al Nivel II y cuatro al Nivel III.
Asimismo, el 25 por ciento de los académicos de la UV pertenecientes al SNI están adscritos al Área Académica de Ciencias Biológicas y Agropecuarias. De ellos, 38 mujeres (33 por ciento) y 76 hombres (67 por ciento) pertenecen al SNI.
Por lo anterior, expuso que las desigualdades persistentes deben ser motivo de gran preocupación, y para hacer frente a los inmensos desafíos del siglo XXI, como el cambio climático y el avance tecnológico, es necesaria la ciencia.
“Ante ello el mundo no puede privarse del potencial, inteligencia y creatividad de miles de mujeres que son víctimas de la desigualdad o prejuicios arraigados.”
Aseveró que por estas razones, la UV debe continuar ciertas acciones, entre ellas: promoción de la igualdad de género, de las carreras de las mujeres científicas e investigadoras, combate de los prejuicios desde la raíz; deconstrucción de estereotipos de género; y acceso a los estudios científicos de una manera más abierta e inclusiva.
“En la UV tenemos una Rectora que dirige la institución, una Secretaria Académica que conduce las actividades académicas, y muchas mujeres en puestos de decisión, pero aún se reproducen en los espacios académicos aquellas dinámicas nocivas a la equidad de género, que deben ser erradicadas.”