CIMAC presentó «Voces en Resistencia», Diagnóstico de impactos por la violencia en mujeres periodistas 2025.

*Escrito por Arantza Díaz.

24.04.2025. /CimacNoticas.com/ Ciudad de México.- ⁠»Esta es la experiencia de las mujeres, esta es su voz, es su resistencia», señaló la directora de Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC), Lucía Lagunes Huerta en la apertura de la presentación Voces en Resistencia, un diagnóstico expreso de las condiciones y estructuras de la violencia que atraviesan a las mujeres periodistas en nuestro país; implica poner la luz en las circunstancias que duelen, que amenazan y transforman para siempre la vida de quienes luchan por el libre ejercicio de expresión.

Hablar de lo que enfrentan las periodistas en México no es sencillo, pues primero, se debe realizar un profundo ejercicio de cuestionamiento y auto – reconstrucción, es reconocer que, las mujeres que ejercen el periodismo cargan en sus hombros un doble trabajo o en palabras de Lucía Lagunes, es saber que se nos exige el doble en cualquier ámbito; demostrar que merecen ese lugar, pues todo el tiempo se carga con la duda que pretende desprestigiar sus habilidades en el ejercicio periodístico.

En un repaso concreto, en 2021 América Latina y el Caribe fue la segunda región del mundo en donde ocurrieron más asesinatos de periodistas, registrando el 25% de estos, siendo México uno de los países con mayor número de víctimas mortales (UNESCO, 2022).

Desde este espacio, Comunicación e Información de la Mujer A.C (Cimac) reunió en Ciudad de México las experiencias de múltiples mujeres periodistas que han volcado su trabajo, no sólo a la verdad, sino a diseñar técnicas de autocuidado -o autopreservación- con el objetivo de sobrevivir, cargar con el trabajo de cuidados, la educación de sus hijas e hijos y encarar el desempleo cuando el desplazamiento forzado se atraviesa como única alternativa de vida.

En conferencia de prensa, se contó con la participación de las periodistas Yolanda Caballero, Florina Miranda Mayo, Verónica Espinosa Villegas y Myrna Susana Vázquez quienes han puesto el cuerpo y el trabajo por aferrarse a continuar el periodismo, aún, cuando este no da tregua y el sistema -crimen organizado o gobierno en turno- amedrenta con hacerlas claudicar. En este espacio se reflexionó en cómo la vida se transforma y las huellas imborrables que deja el miedo y la violencia.

En su participación, la periodista Yolanda Caballero narró sus vivencias luego de verse forzada a abandonar su tierra, Baja California y tras una lucha por regresar, el paradigma del periodismo ha cambiado para siempre; Caballero se ve en la necesidad de autocensurarse, no salir de casa y evitar tocar ciertos temas en sus videocolumnas. Concretamente: Ejercer desde la trinchera del miedo a que algo más pueda suceder.

» Estando sola en el desplazamiento, me preguntaba si valía la pena dejar a mi familia, a mi hijo, pensé en dar un paso atrás y renunciar al periodismo Una se tiene que reconstruir y ala, mirar hacia adelante» (Yolanda Caballero)

En su intervención, la periodista guerrerense Florina Miranda apuntó a cómo fue vivir en el desplazamiento, vivir en un refugio pero también, enfrentarse al pacto patriarcal que se gesta en Iguala, donde el alcalde municipal ha fomentado una campaña de desprestigio y odio en su contra, tirando de manera incisiva en contra de su agencia de noticias focalizada en evidenciar la corrupción y la opacidad del gobierno. En añadidura, Florina dedicó su espacio para exigir al Gobierno de Guerrero la intervención expedita en su caso pues no sólo enfrenta la violencia contra el crimen organizado, la opresión de la municipalidad de Iguala, sino también, al robo de su trabajo a manos de expareja.

«Yo soy esa mujer que desplazada por violencia, me arrebataron el medio de comunicación que trabajé por 15 años. Él [expareja] me eliminó como administradora de la plataforma y yo tomé otra que no tenía seguidores, la he levantado, he avanzado con mis dos hijos pero hace una semana tuve que cerrarlo por presión del alcalde de Iguala y mi expareja. Yo no quiero dejar el periodismo, pero me han hecho cerrar mis plataformas, esperaré, tomaré valor y continuaré. No me arrebaten mi trabajo»

Concretamente, la periodista Myrna Susana Gómez Vázquez repasó sobre lo complejo que es volver al periodismo tras vivir un desplazamiento forzado, pero también, lo doloroso que es enfrentarte a un mecanismo de protección que resulta indolente. En su experiencia -que después sería respaldada por otras-, es común que las personas que acompañen en el mecanismo sean cambiadas de manera cotidiana, por lo que se recrudece la «deshumanización de sus experiencias», es decir, las periodistas se ven forzadas a repetir una y otra vez su historia -acto de revictimización-, pues el personal del mecanismo nunca logra conectar con ellas y sus historias.

Es precisamente aquí que se abre el camino a uno de los ejes más elementales del diagnóstico: ¿Qué sucede con el mecanismo de protección para personas defensoras y periodistas?

Para esto, Verónica Espinosa, miembro del Consejo Consultivo del mecanismo esbozó algunas de las principales deficiencias, pero también, los obstáculos que implica deshacerse de viejas prácticas que desconocen las asimetrías del ejercicio periodístico cuando se es mujer. Y es que, según Espinosa, al interior del mecanismo de protección es una práctica cotidiana que se le niegue información y se le segregue cuando acude a sus visitas.

Uno de los diagnósticos más preocupantes es la manera en que el mecanismo se aplica; sin diferencias importantes, lo que implica que todos los cuestionarios no reconocen las experiencias basadas en género, ni todo aquello que atraviesa a las periodistas como el cuidado. Estas cartas ya han sido puestas sobre la mesa, pues el Consejo Consultivo ya ha sostenido una reunión con la secretaria de gobernación Rosa Icela Rodríguez -quien a propósito es de profesión periodista-, a quien se le expuso la necesidad de atender las necesidades de las periodistas y según refirió, está en toda disposición de hacerlo; la voluntad política parece estar presente, pero aún se avizora un trayecto largo pues despojar al sistema patriarcal del periodismo, es una tarea desafiante.

«Como consejeras entendamos las circunstancias particulares y que el mecanismo entienda que no puede aplicar un mismo diagnóstico para un periodista hombre que parea una periodista mujer, eso no puede ser y está pasando: tendría que tener preguntas y reactivos distintos, no quiero decir que no tenga cosas comunes, pero que si hay que ir a las particularidades desde la perspectiva de género», refirió Verónica.

Hallazgos del diagnóstico «Voces en Resistencia»

•⁠ ⁠En 2021 la tasa de asesinatos de mujeres periodistas se elevó a 11% comparada con el 6% del año previo. (UNESCO, 2022).
•⁠ ⁠De acuerdo con el Informe Estadístico de agosto de 2024 del Mecanismo de Proteccion de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas actualmente, de las 1994 personas beneficiarias del Mecanismo, 674 son periodistas y de esta cifra el 28.4% representa a mujeres periodistas.
(SEGOB, 2024)
•⁠ ⁠En el reporte de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) correspondiente al mes de septiembre de 2024, se señala que de 2010 a 2024 se reportan dos indagatorias relacionadas con hostigamiento sexual o abuso sexual, una del año 2018 y otra en 2024, y una indagatoria relacionada con delitos contra el honor en el año 2010.
•⁠ ⁠Casi tres cuartas partes de las entrevistadas -de 392 mujeres participantes- sexual. (PUM 2019)
han vivido en su trabajo algún tipo de acoso, hostigamiento o agresión
•⁠ ⁠La mayoría de estas situaciones ocurrieron en los sitios de trabajo y fueron perpetradas, en primer lugar, por compañeros periodistas y, en segundo, por algún jefe o superior. (PUM 2019)
•⁠ ⁠El 57% de los medios no tienen protocolos de violencia de género.
(UNESCO 2024) – Se examinaron 95 medios de 14 países de América Latina
•⁠ ⁠En el 41.5% de los casos hubo represalias contra las personas que denunciaron: fueron despedido, amenazadas.

Para crear este diagnóstico se contó con la participación de 15 mujeres periodistas, originarias de diez estados de la República Mexicana: Aguascalientes, Veracruz, Chiapas, Ciudad de México, Estado de Mexico, Guanajuato, Guerrero, Michoacán, Nuevo León y Tlaxcala. De ello, se desprenden las siguientes cifras:

•⁠ ⁠El 81.8% de ellas refirió que, en su actual lugar de trabajo, o en el último -si ahora son independientes-, no contaban con mecanismos para prevenir y atender la violencia experimentada por ser periodistas.
•⁠ ⁠El 45.5% señaló que en el pasado tuvo que dejar su lugar de residencia para salvaguardar su integridad, por cuestiones asociadas a su profesión. El 18.2% se encuentra actualmente fuera de su lugar de residencia por este motivo. El 18.2% no ha tenido que dejar su ciudad, pero si cambiarse de casa para cuidar de su seguridad e integridad, y el 18.2% señaló que nunca ha tenido que dejarlo.
•⁠ ⁠El 100% de las periodistas ha denunciado los actos de violencia que ha vivido en el ejercicio de su profesión. El 54.5% denuncio ante sus jefas o jefes, el 72.7% frente a medios de comunicación, el 72.7% lo hizo de forma legal, frente a las instancias correspondientes y el 45.5% ante mecanismos de derechos humanos nacionales e internacionales.
•⁠ ⁠El 81.8% señaló haberse sentido revictimizada al denunciar la violencia
que vivió.
•⁠ ⁠El 27.3% de las periodistas son beneficiarias actualmente del
Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas., El 27.3% fue beneficiaria alguna vez, el 9.1% solicitó su incorporación y fue rechazada, y el 36.4% nunca lo ha solicitado.
•⁠ ⁠El 36.4% ha considerado dejar de ejercer el periodismo en otros momentos de su vida, el 27.3 % lo esta considerando actualmente, y el 36.4% nunca lo ha considerado.

Impactos de la violencia en la salud física, mental y emocional:

•⁠ ⁠Todas han experimentado o experimentan actualmente impactos en su salud, ya sea en el ámbito físico, mental o emocional, a consecuencia de la violencia.
•⁠ ⁠perpetrada en su contra por su profesión.
•⁠ ⁠Algunos de estos impactos están presentes en sus vidas por un par de horas, como puede ser un dolor de cabeza, otros son crónicos como el caso de la migraña, intestino irritable o gastritis, que aparecen por momentos y algunos más se hacen presentes durante anos o de manera permanente, como son una paralisis facial, cataratas o artritis.
•⁠ ⁠Los impactos en su salud son importantes por las repercusiones que per se tienen en su vida y porque son el reflejo de la falta de condiciones para vivir en bienestar su labor periodística (tiempo para comer, descansar, etc).
“Cuando me estreso mucho siento mucho dolor en el cuello y el brazo, en la mano me empiezan a dar calambres. (Bugambilia).

Mecanismos de Protección en México: Insuficientes

A través del Programa de Libertad de Expresión y Género, Comunicación e Información de la Mujer A.C (CIMAC) se coloca como punta de lanza en el acompañamiento integral y fuente documental única al registrar la naturaleza de las agresiones que atraviesan a las mujeres periodistas de nuestro país. «Voces en resistencia», no es mas que el recordatorio mismo de que las estructuras de la violencia obstaculizan doblemente a las mujeres en sus quehaceres por comunicar la noticia; es la resistencia de luchar por la libertad de expresión y construir espacios seguros para todas.

Dentro de los hallazgos, se destaca que la región de América Latina y el Caribe figura como una de las regiones con las tasas más altas de violencia contra periodistas, siendo particularmente vulnerables las mujeres quienes, a pesar de ser uno de los músculos más poderosos en las redacciones de nuestro país, los estereotipos de género y el sexismo les juegan en contra, fomentando así, su segregación, exclusión y se persiguen conductas como no creerles lo suficiente cuando viven alguna agresión.

Esto último, algo que ya apuntaba la directora de CIMAC, Lucía Lagunes Huerta durante el conversatorio de Narrar en la Tormenta; una discusión que viró hacia cómo, las reporteras e investigadoras enfrentan una doble barrera para alcanzar una libertad de expresión plena: Es luchar por ser escuchadas en la redacción y también, batallar para que sean respaldadas por sus propios medios quienes suelen ejercer conductas violentas como considerar que sus trabajadoras exageran en sus actitudes o que es necesario tener «madera de periodista» para soportar el acoso, la agresión verbal y el hostigamiento en las redacciones.

El mecanismo de protección, como ya se apuntaba, no sólo es endeble, sino que además carece de una sólida perspectiva de género que permita a las mujeres periodistas ser acompañadas y hacerlas garantes de una protección integral que atienda sus necesidades.

Si bien México cuenta con el Mecanismo de Protección Integral de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas que ofrece medidas de prevención para quienes se encuentren en situación de riesgo, este ha sido señalado por su pobre recepción de denuncias.

Y es que, se debe atajar que actualmente no hay un protocolo que permita la recepción inmediata de las solicitudes de incorporación. Asimismo, para finales de 2022, se registró un total de mil 657 personas incorporadas al Mecanismo, 550 son periodistas, de los cuales 151 son mujeres, de acuerdo con información de la Secretaría de Gobernación.

En segundo espacio, el país cuenta con el Programa de Agravio a Periodistas y Defensores de Derechos Humanos de la CNDH que tiene por causa última brindar asistencia, sin embargo, consultando la última guía del órgano, esta data desde el 2010, es decir, que desde hace 14 años no ha existido una renovación de este manual. En esta misma línea, no se cuenta con un apartado específico que trate sobre la atención preventiva para mujeres en situación de violencia, asimismo, en las 24 páginas sólo se les nombra una vez:

La Ley Federal para la Protección y Fomento de la Actividad Periodística también ha sido un refugio para las y los periodistas, sin embargo, al igual que los otros 2 programas, esta ley es universal y no contempla la interseccionalidad. Además, se apunta que dentro de la ley las mujeres periodistas sólo son nombradas en 2 ocasiones para hacer referencia a la igualdad sustantiva con sus congéneres.

En materia de investigación se cuenta con la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), que funge como la autoridad encargada de dirigir, coordinar y supervisar las investigaciones y, en su caso perseguir los delitos cometidos en contra de quienes ejercen la actividad periodística o se cometan en razón del ejercicio de derecho a la información o de libertad de prensa y expresión.​

Esta última, sí cuenta con un protocolo de género y sostiene que, desde su creación (en 2010) se han abierto mil 592 expedientes a favor de mujeres periodistas. De este universo, sólo se abrió una carpeta por abuso sexual que terminó siendo cerrada tras determinarse que «no estaba relacionado al ejercicio periodístico».

En añadidura, la FEADLE fue señalada en 2019 por Norma Sarabia Garduza, periodista tabasqueña, quien refirió haber pedido protección a la fiscalía tras ser víctima de amenazas reiteradas y no recibir ninguna respuesta a pesar de haber señalado directamente a sus agresores; Norma fue abatida el 11 de junio.

La existencia de un diagnóstico como Voces en Resistencia, implica un avance necesario en la lucha por los derechos humanos de las mujeres periodistas en nuestro país, quienes de norte a sur, encaran los designios de la violencia gubernamental, estructural, a manos del crimen organizado, la segregación en las redacciones y una precarización exacerbada. Con todo en contra en el tablero, la palabra «resistencia» que acompaña al diagnóstico cobra un significado de lucha, pues a pesar de que el sistema no desea y acorrala a las mujeres periodistas, estas resisten y se aferran a su derecho a comunicar, investigar y encontrar la verdad.

Consulta el diagnóstico completo dando clic aquí.