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15. 10.2025 Ciudad de México.- La presidenta Claudia Sheinbaum respaldó esta mañana la aprobación de la reforma a la Ley de Amparo en la Cámara de Diputados y respondió a las críticas expresadas por la diputada morenista Olga Sánchez Cordero.
La diputada federal Sánchez Cordero, se abstuvo de votar y advirtió sobre posibles excesos en la aplicación de la nueva legislación referente al amparo.
En su mensaje, Sheinbaum subrayó que la reforma busca fortalecer el interés colectivo por encima de privilegios individuales y negó que se trate de una amenaza al Estado de derecho.
Durante la sesión plenaria del 14 de octubre, la Cámara de Diputados aprobó en lo general la reforma impulsada por el Ejecutivo federal con 345 votos a favor, 131 en contra y tres abstenciones, entre ellas la de Sánchez Cordero y otras de legisladoras aliados y aliadas a Morena.
La exministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación expuso preocupaciones técnicas sobre el dictamen, señalando que no se tomaron en cuenta las opiniones de expertos y que el nuevo marco legal podría abrir la puerta a interpretaciones discrecionales que afecten derechos fundamentales.
En respuesta, la presidenta Sheinbaum declaró este 15 de octubre que “la reforma a la Ley de Amparo no elimina derechos, sino que los pone en equilibrio con el interés público. No podemos permitir que unos cuantos bloqueen proyectos que benefician a millones”.
Sheinbaum aseguró que el nuevo concepto de interés legítimo, tanto individual como colectivo, permitirá que las autoridades actúen con mayor eficacia en temas de infraestructura, salud y medio ambiente, sin que ello implique vulnerar garantías constitucionales.
Sheinbaum también hizo referencia a la abstención de Sánchez Cordero, reconociendo su trayectoria jurídica pero subrayando que “el país necesita avanzar hacia una justicia más equitativa, no hacia el uso del amparo como herramienta de sabotaje político o económico”. La mandataria federal insistió en que la reforma fue construida con base en las necesidades sociales y que se mantendrá abierta al diálogo para afinar su implementación.
La presidenta Claudia Sheinbaum reconoció que la reforma a la Ley de Amparo aprobada por los diputados es “prácticamente la misma” que presentó Arturo Zaldívar.
Explicó que la propuesta se basa en jurisprudencias sobre la aplicación de nuevas leyes en procedimientos vigentes o concluidos.
El contexto de esta reforma ha generado un amplio debate entre las bancadas legislativas. Mientras Morena, el Partido Verde y el PT respaldaron el dictamen, los partidos de oposición —PAN, PRI y Movimiento Ciudadano— lo rechazaron, acusando una “destrucción del Estado de derecho”. Durante la discusión, se presentaron más de 300 reservas, de las cuales solo tres fueron aceptadas por la mayoría oficialista.
La modificación a la Ley de Amparo introduce el concepto de interés legítimo, incluso cuando la lesión no sea actual ni el beneficio directo, lo que representa un cambio sustancial en la forma en que los ciudadanos y organizaciones pueden interponer recursos legales Para la oposición, esto representa una amenaza a la protección judicial de derechos humanos, mientras que el gobierno lo considera una herramienta para evitar bloqueos injustificados a obras públicas y decisiones administrativas.
La abstención de Olga Sánchez Cordero ha sido interpretada como una señal de desacuerdo técnico dentro de las filas oficialistas, aunque no como una ruptura política. La diputada no emitió voto en contra, pero sí expresó reservas sobre la forma en que se procesó el dictamen y la falta de consulta especializada.
Con esta reforma, el gobierno de Claudia Sheinbaum busca consolidar un nuevo enfoque jurídico que privilegie el interés colectivo y limite el uso del amparo como mecanismo de obstrucción.
La presidenta reiteró que se trata de una transformación legal necesaria para garantizar el desarrollo con justicia social, y que su administración seguirá trabajando para asegurar que los cambios se apliquen con respeto a los derechos fundamentales.