Por Héctor Calderón Hallal/ MX Político.
Cdmx. 30 agosto 2021.- Del tamaño del miedo que hay en la administración de Claudia Sheinbaum, es el tamaño de la reacción que ahora despliegan en algunas instancias del poder capitalino.
Miedo a que ese catabolismo que inició el pasado 6 de junio con la pérdida de 9 de sus alcaldías y que amenaza con cundir por todo el país, termine por hundir ésta, la primera incursión de Morena al poder formal.
Este lunes por la mañana, cuando algunos alcaldes electos en el pasado proceso y que no pertenecen a su partido Morena, pretendieron acudir a la sesión del Congreso de la Ciudad de México, en compañía de un contingente prudente de no más de 45 o 50 individuos, que de manera pacífica respaldaban a los próximos ediles para que solicitaran un acercamiento con el Poder Legislativo de la Ciudad, fueron agredidos físicamente por elementos de la policía de la Ciudad de México, al intentar ofrecer una conferencia afuera del Congreso de la Ciudad de México.
Así se puede catalogar a esta acción: como el “recibimiento” que les da el gobierno capitalino de Claudia Sheinbaum, principal precandidata a la nominación morenista a la Presidencia de la República en 2024.
“Si así se porta como jefa de Gobierno, imaginémosla como presidenta de la República”, señaló a diferentes noticiarios la alcaldesa electa en Álvaro Obregón, Lía Limón, quien por cierto resultó la más afectada con una lesión hecha con un escudo de acrílico en la nariz, por parte de elementos de la agrupación de la Policía Metropolitana, denominada el “Grupo Antimotines”.
El motivo de querer ingresar al Congreso capitalino, fue el querer parar una embestida reformista de último momento, promovida -según dijeron algunos de los alcaldes electos- a iniciativa de la jefa de Gobierno y respaldada desde el Palacio Nacional, que les quitaría ‘de tajo’, la naturaleza de libertad y autonomía, propia de cualquier ayuntamiento de México y que se considera uno de los avances más notables del Poder Consituyente de la nueva entidad llamada Ciudad de México, instalada como Asamblea el 29 de enero de 2016 y ratificada el 31 de enero de 2017; no obstante, entrada en vigor hasta 2018.
Así entonces, los próximos gobernantes de Álvaro Obregón, Lía Limón; Azcapotzalco, Margarita Saldaña; Benito Juárez, Santiago Taboada; Coyoacán, Giovanni Gutiérrez ; Cuajimalpa, Adrián Rubalcava; Cuauhtémoc, Sandra Cuevas; Magdalena Contreras, Luis Gerardo Quijano; Miguel Hidalgo, Mauricio Tabe y Tlalpan, Alfa González pretendían ampliar su solicitud para detener el cuarto periodo extraordinario de sesiones que se realiza este lunes y evitar con esto, algunas modificaciones repentinas a la Ley Orgánica de las Alcaldías, propuestas en las últimas horas y a fin de restarles capacidad de maniobra política y adminitsrativa a la gestión de las próximas autoridades que, dicho sea de paso, en por lo menos la mitad de las alcaldías, en nueve, ya no gobernará Morena, el partido del Presidente y de la Jefa de Gobierno, gracias al veredicto popular dictado en las urnas, el pasado 6 de junio.
Concretamente, el gobierno de Sheinbaum pretende a toda velocidad, -sabiendo que la composición de la próxima Cámara de Diputados local tampoco le favorecerá en los números a Morena- hacer reformas tan “burdamente dirigidas” a afectar la gestión de las próximas autoridades de las alcaldías, como una que se propone “acotar” mediante accesorias y decretos administrativos -entre otros- el artículo 9 de la Ley Orgánica de Alcaldías de la Ciudad de México, publicada en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México, el 4 de mayo de 2018 y que salvaguarda el hecho de que: ” No existirán autoridades intermedias entre la jefa o el jefe de gobierno y las Alcaldías”.
Ahora la Jefa de Gobierno quiere cobrarle la factura a esos 4.5 millones de mexicanos que no votaron por las opciones de Morena, su partido, creando más burocracia intermedia para que todo se resuelva desde la administración central, como en los tiempos en que el gobierno de la capital se llamaba Departamento del Distrito Federal y quien mandaba directamente era el Presidente de la República… atando de manos con esto a las nuevas autoridades, surgidas por la vía del voto popular.
Y es que, ¿Cómo se explica esta regresión política y administrativa?…O, ¿Es tal la ambición de Claudia Sheinbaum de querer conservar a toda costa el control político de la Ciudad de México, que ya perdió en las urnas, que no tiene escrúpulos para intentar lo que sea?
Este es un acto con visos de marrullería, más que de oportunismo político.
Es eso lo que pretenden evitar los alcaldes electos de oposición, que hoy materialmente, fueron recibidos a su nueva responsabilidad… a garrotazos y escudazos.
Otro factor que los motivó a los ahora agraviados alcaldes electos , es el hecho de que Claudia Sheinbaum no les ha “dado la cara” materialmente desde que se supo de su triunfo en las urnas.
La virtual candidata morenista a la Presidencia de la República en 2024, se dignó asignarles cita hasta los días 2, 3 y 6 de septiembre próximos, cuando ya habrán transcurrido tres largos meses de su triunfo… y por separado.
Claudia quiere cerrar “por dentro” el picaporte de la puerta. El miedo “no anda en burro”… ni duda cabe.
Y es que “del tamaño del miedo de Claudia” es la reacción que despliegan ella y todas las instancias de poder capitalinas.
