Claudia Sheinbaum y el portal de Belén .

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/ Por Claudia Santillana /

Ya se siente la Navidad. En muchas casas está ya colocado el nacimiento navideño, aquel que nos recuerda que en Belén nació el niñito Dios.

También son épocas de cantar las letanías navideñas, entre ellas la muy bonita costumbre muy mexicana, además, de pedir posada. Ese acto musical en donde amigos y familiares se colocan detrás de una puerta uno de lado de otros y con letanía en mano cantan pidiendo posada en alusión a lo que se cuenta acerca de que José y María peregrinaron tocando de casa en casa para que alguien les diera alojamiento pues ella necesitaba encontrar un lugar en donde naciera su bebé. El mismísimo Cristo Rey, pues.

Por supuesto, penaron muchísimo, así lo cuenta la letanía y estuvieron caminando mucho para que alguien los recibiera.

Finalmente, alguien se humanizó, se apiadó de ellos y les preguntó si todo estaba bien: “¿Acaso tú eres José y tu esposa María? Entren peregrinos, no los conocía”.

Me imaginé por un momento como, cual si Claudia Sheinbaum, fuera dueña de un hostal, fueran llegando y llegando a él todos, para que la muy probablemente futura presidenta, les diera hospedaje.

El caso es que aquí la cosa es diferente a lo que reza la letanía, pues en ella hubo una buena mujer que les brinda posada, sin embargo les aclara que “no los conocía”.

Pero en el caso de Claudia Sheinbaum, quién de pronto no sé si por las épocas navideñas o por la urgencia de asegurar un puesto con una paga jugosa de pronto le pidieron a Claudia “posada” todos en desbandada pues…

Sin embargo, ella no podría decirle a Eruviel Ávila, a Alejandro Murat, a Sergio Mayer, Nuvia Mayorga, más todos los que estén por tocar a su puerta, que pues no los conoce, porque sí… sí que los conoce y los conoce bien.