*Desde el Café .
/Bernardo Gutiérrez Parra /
No lector no hay que meter a los dos en el mismo saco. A Lutgarda Madrigal Valdez nomás no la quieren, mientras que a Martín Aguilar Sánchez casi todos lo detestan. Eso sí, por pura decencia debieron renunciar a sus cargos e irse a sus casas, pero al parecer desconocen esta virtud, don o lo que sea.
Martín es todo un caso, en sólo cuatro años llevó a la UV hacia abajo y para atrás. Mediocre y anodino ha sido sin discusión el peor de los 22 rectores que ha tenido nuestra máxima casa de estudios, pero le dio por “prorrogar” su rectoría y lo consiguió.
Mediante una encuesta ilegal y a la que asistieron 2 mil 839 personas de las 86 mil que tiene la UV, la Junta de Gobierno le cumplió su caprichito y todo indica que Martín estará en la rectoría hasta el 31 de agosto del 2029. Aunque aún no se ha dicho la última palabra.
¿Se vale esto? Pues claro, no hay que olvidar que en estos tiempos que corren ganan las minorías.
La reelección de Martín provocó que decenas de alumnos se manifestaran frente a rectoría. Que fueron pocos, sí. Pero son apenas la punta de un iceberg cargado de recursos jurídicos contra el prorrogado que quizá le impidan alcanzar por segunda ocasión la silla de la rectoría.
Si se hiciera una encuesta derecha, el propio Martín se espantaría al saber lo malquerido que es y quizá desistiría, pero eso se ve muy hacia arriba.
Habrá que esperar, porque esto apenas comienza.
Lutgarda Madrigal Valdez llegó a la titularidad de la Comisión Estatal de Búsqueda de Desaparecidos en diciembre del año anterior en sustitución de la organizadora de banquetes Brenda Cerón Chagoya, que el gobernador Cuitláhuac García se sacó de la chistera porque según él, “no había más perfiles”.
A ver, espérate tantito, columnista. ¿Estás hablando en serio? ¿Una organizadora de banquetes estuvo al frente de la Comisión de Búsqueda? Sí, así fue; de julio del 2019 a diciembre del 2024.
Futa…
Lutgarda tomó posesión como encargada de despacho y nunca se entendió con los colectivos. El gobierno de Rocío Nahle anunció que se conformaría una terna con mujeres y hombres que cubrieran el perfil y se inscribieron Vicente Romero Ortega, Juan José Aguirre González, Tamara Gidi Vélez, Juan Emmanuel Rodríguez Castillo, Lutgarda Madrigal Valdez y José Casas Chávez.
Desde entonces Lutgarda se enteró que sería la elegida y continuaría al frente de la Comisión Estatal de Búsqueda, pero también pidió una “prórroga” y se la concedieron. Y es que sus aspiraciones estaban más arriba.
Lutgarda compitió para el cargo de Ministra de la Suprema Corte de Justicia, apareció en las boletas y perdió. Fue entonces que visitó a la gobernadora y le dijo que estaba lista para asumir formalmente la titularidad de la Comisión Estatal de Búsqueda.
Hace cuatro días (el lunes 23 de junio), se dio a conocer que los mejor evaluados habían sido Tamara Gidi Vélez, Lutgarda Madrigal Valdez y Juan José Aguirre Hernández.
Al ver la lista los colectivos dijeron “cualquiera menos Lutgarda”. Y ganó Lutgarda.
Esta mujer nativa de Pánuco, tiene dos carreras diametralmente opuestas; es abogada y médico cirujano egresada de la Universidad Veracruzana. También es catedrática en la Facultad de Derecho. Es decir, aparentemente cubre el perfil, pero como paradoja, tiene el rechazo casi por unanimidad de los colectivos. ¿Por qué? Porque al parecer desconoce el tema. “La Comisión Estatal de Búsqueda necesita a una persona que no venga a aprender, sino que cuente con experiencia, conocimiento y sensibilidad… no queremos retrocesos” señalaron al menos 18 colectivos mediante un documento.
Agregaron que el proceso iniciado el 28 de marzo “se ha visto empañado por la opacidad, la improvisación, la falta de mecanismos claros de comunicación y la omisión en la atención de las voces legítimas. Vivimos el desdén institucional frente a la exigencia de una participación efectiva de las familias”.
De acuerdo con el documento, “la designación se impuso sin garantizar la transparencia del proceso… El nombramiento resulta inaceptable, agravia la confianza de las familias y vulnera los principios mínimos de gobernanza democrática y de escucha de las familias”.
En síntesis, los universitarios quieren un rector que impulse hacia arriba a la Universidad Veracruzana, mientras que los colectivos de búsqueda, los sufridos y ninguneados colectivos de búsqueda, quieren a una funcionaria con humanidad y sensibilidad que se ponga en sus zapatos y los ayude a buscar y encontrar a sus desaparecidos.
Pero les respondieron con Martín y Lutgarda.
Si me permites la paráfrasis, lector, es como cuando esperas una camisa nueva y te dan la usada de tu hermano
Qué pena, sincera y honestamente, qué pena.
bernardogup@hotmail.com