Por la Cuarta
/ Enriqueta Burelo Melgar /
La preocupación por la imagen cada vez afecta a más mujeres y a edades más tempranas. Cumplir los cánones de belleza que imponen las grandes industrias condiciona el desarrollo de complejos hacia el propio cuerpo que pueden evolucionar a auténticas patologías de inseguridad. Hoy en día, el 36% de las mujeres admite que empieza a sentir vergüenza sobre algún aspecto de su físico entre los 11 y los 20 años, si eso pasa a tan tierna edad, ya se pueden imaginar cómo nos sentimos las de 60 y más.
La actriz Aitana Sánchez Gijón que se volvió famosa en Latinoamérica por su papel con Keanu Reeves en Paseo por las Nubes, a sus 52 dos años muy bien puestos, revela: “La barrera de los 35 en mi caso no pudo ser más elocuente: pasé de ser el objeto de deseo a la madre del objeto de deseo. Sin transición. Y el cine dejó de contar conmigo”
Y si hablamos de belleza, tenemos el caso de Meryl Streep, ella contó en un programa de que fue ni más ni menos Dino De Laurentiis, quien en 1976, en el casting de la película ‘King Kong’, De Laurentiis miró a su hijo y le preguntó en italiano: “¿Qué es esta cosa fea que me has traído?”. Streep, que ya por aquel entonces no se cortaba un pelo, le contestó en perfecto italiano: “Siento no ser lo suficientemente guapa para King Kong”. Y, bueno, qué decir: es la actriz más nominada a los Oscares de toda la historia, y una de las más queridas y respetadas de la industria.
Kat Dennings quien ha protagonizado la serie de éxito Dos Chicas sin blanca y ha aparecido en películas como ‘Thor’, ‘Virgen a los 40’ y el hit ‘indie’ ‘Nick y Norah, una noche de música y amor’ al inicio de su carrera le decían: arréglate los dientes, tíñete el cabello, pierde peso, broncéate…”. Vaya, cambiarse por completo. No lo hizo, por supuesto.
Y queda demostrado ese cruel pacto que existe entre Hollywood y su público: los galanes de acción pueden envejecer, pero sus novias en pantalla no lo harán nunca. Es bastante probable que McGillis ni aparezca en la segunda parte de Top Gun y el interés amoroso de Cruise sea una actriz que aún no había nacido cuando él ya se había convertido en una estrella.
Cuando leemos lo que han tenido que pasar actrices que han triunfado en la pantalla grande, a pesar de que inicialmente no representaban el perfil de lo que significa ser bella para los cánones cinematográficos, debe ser alentador para nosotras simples mortales, y debemos comprender que las reglas del juego representan intereses comerciales, pero no representan la vida real, el cada día, de todas.
El tema de la autoestima ha despertado en mí, sobre todo ahora que veo lejana mi primera juventud, con la carne firme y un beso en la piel, como a cualquier edad, estamos sujetas a que esta dependa de la opinión de los demás y del espejo, que nos muestra los detalles pero no el conjunto que nos hace ser únicas, no nos fabrican en serie, la perfección no existe, por eso somos especiales.
La belleza es un estado de ánimo, donde se conjugan diversos factores como la manera en que nos relacionamos con el exterior, como nos proyectamos a los demás, en ocasiones tiene que ver si tenemos trabajo, si nuestra situación económica está estable, si estamos pasando por un divorcio, si nuestra ropa no nos viene, sin embargo, el aspecto físico es lo más relevante para muchas, sin embargo, perdemos de vista que es lo que nos da belleza, dormir bien, buen estado de salud, disfrutar de nuestros pasatiempos favoritos, disfrutar de la amistad, coquetear, querernos, eso nos da autoestima y felicidad.
El envejecimiento por otro lado es parte de la vida, y como los buenos vinos, mejoramos con la edad, ¿cuántas veces con el paso del tiempo a medida que vas conociendo a una persona te parece más guapa?”
Hagan un ejercicio revisen sus fotos en diversos momentos de su vida, hay épocas que por diversas razones, no estamos en nuestro mejor momento, y hoy con más edad lucimos muy bien, porque ya encontramos que estilo de ropa nos queda, el maquillaje, los colores y accesorios, somos más maduras como los buenos quesos, y hay quienes nos quieren devorar toditas.
Y resulta curioso que en ocasiones nuestros galanes son más jóvenes que nosotras, unos añitos, respecto a ello retomo a Aitana que dice que ahora es madre del objeto de deseo, pero creo que también, seguimos siendo objeto del deseo para muchos, con nuestras arrugas, senos medio caídos pero en eso reside su belleza, pancita, pero mucha experiencia adquirida.
Recomiendo además llevar a cabo actividades que produzcan oxitocina, la que se produce de forma natural cuando hablamos con amigos o personas que nos quieren, cuando nos acarician o cuando miramos a un bebé. Es una hormona maravillosa, activa los centros de recompensa produciendo placer se produce durante los orgasmos, y facilita la formación de vínculos de pareja
En todas las relaciones humanas hay oxitocina. Sin duda sin oxitocina no estaríamos aquí.
*María Enriqueta Burelo Melgar originaria de Chiapas ha sido Coordinadora del Programa de la Mujer, Consejo Estatal de Población 1984, Fundadora del Departamento de Género, UNACH y fue Secretaria Municipal de la Mujer, Tuxtla Gutierrez ( 2015-2018). Se ha desempeñado como articulista y conductora de televisión. Colaboró en el libro Desde mi Piel, un retrato de 20 políticas chiapanecas en el 2015.
Fuente: Voces feministas