Yo Campesino / Vivan las reformas
/ *Miguel A. Rocha Valencia* /
Fieles al esquema de responsabilizar al pasado, especialmente a “Calderón” de todo lo malo que ocurre en el país a pesar de llevar seis años gobernando, los morenistas se preparan para si no es en los hechos, hacernos creer que México ya es otro donde la bonanza acabó con los pobres, se acabaron los ignorantes y su economía es de primer mundo. Pero en la realidad, se cae la economía a pedazos.
Coincidentemente a las recientes declaraciones del secretario de Economía en el sentido de que aumentó drásticamente la inversión extranjera directa (IED), el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) dice lo contrario y advierte además de la caída en diversos sectores de la economía, especialmente en los sectores de la construcción y las manufacturas.
De hecho contra lo afirmado por Marcelo Ebrard, la IED se estancó al tercer trimestre del año ya que de julio a septiembre sólo ingresaron tres mil 217 millones de dólares, cifra similar a la registrada en 2023, cantidad que en nada compensa las expectativas sobre todo si se toma en cuenta que el gran tema de los últimos meses es el famoso nearshoring que al parecer pasará de noche sobre nuestro territorio.
Ese tan esperado y cacareado boom de la relocalización empresarial parece que se fue a la basura a causa, según los analistas, de las reformas constitucionales que destruyen al poder Judicial y acaban con los organismos garantes de transparencia institucional y que desde ya, serán controlados, igual que la impartición de justicia, por el poder Ejecutivo.
Es decir ese estancamiento y retroceso en la inversión extranjera y caída en sectores estratégicos para la generación de empleo y riqueza, se le deben al ganso de Macuspana y sus lacayos quienes contra la mínima lógica jurídica y económica, le están pegando a la economía de ese pueblo bueno y agradecido al que tanto se refieren.
Por lo pronto, el mismo Banco de México reconoce que los 3.217 millones de dólares del tercer trimestre son muy inferiores a los ingresos de inversión del trimestre anterior cuando se registraron cinco mil 629 millones de dólares y una caída estrepitosa frente al primer trimestre en que entraron casi 27 mil millones de billetes verdes.
Pero además el tema se vuelve más grave si se toma en cuenta que de los tres mil 217 millones reportados al tercer trimestre, es decir de julio a septiembre, el 91 por ciento, o sea dos mil 931 millones fue de cuentas entre empresas, no dinero nuevo.
No se olvide que en el segundo trimestre, casi tres mil millones de dólares fueron de reinversiones.
Total que el discurso oficial que insiste en desestimar los efectos adversos reales de la “venganza del ganso” no quiere reconocer que el valor de la producción generada por empresas constructoras en México se desp0lomó en más del 21 por ciento anual es decir, su peor desempeño desde 2020. Del principal motivo, obras contratadas por el sector público y con ello se ligaron cinco meses al hilo e n la caída sectorial.
Es más, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras del INEGI, la construcción pública cayó 44 por ciento registrándose así el peor descenso desde 2006, en tanto que la construcción de empresas privadas tuvo una baja marginal del 0.1 por ciento luego de 16 meses de expansión, lo cual revela que en ese sector también se contrajo la inversión.
Por lo que hace a la manufactura presentó una tendencia al estancamiento de acuerdo con cifras del Indicador Mensual Oportuno de esa actividad dejando la caída en 2.8 por ciento a octubre, pero con la posibilidad de recuperación.
El caso es que en medio de la incertidumbre y amenazas arancelarias de quien regresará a la presidencia de Estados Unidos, aquí siguen presentándose cifras engañosas que sólo existen en la mente de funcionarios como el subsecretario Luis Rosendo Gutiérrez quien afirmó que la IED había llegado a 5 mil 737 millones de dólares en el tercer trimestre y establecía una nueva marca histórica cuando en realidad, de acuerdo con Bamxico, fueron tres mil 217 millones de dólares que significaron un retroceso.
Total que entre amenazas trumpistas, cartas de respuestas, cifras mentirosas y la demagogia que todos los días sale de palacio Nacional, se impone una realidad que ya coloca al peso en la frontera de las 21 unidades por dólar, el olvido de la oportunidad que ofreció en nearshoring, la realidad en México se vuelve cada vez más tenebrosa con todo y los milagroso repuntes de inscritos para ser jueces, magistrados y ministros del nuevo poder Judicial donde Morena, como debe ser, tendrá la mayoría.
Por cierto me gustaría ver que la morenista Guadalupe Tadeii le diga no a la president (A) en eso de los dineros y los tiempos. Se le dio una orden y la acatará, pues para eso la pusieron ahí, para obedecer. De la autonomía del INE, se acabó con Lorenzo Córdoba. “Lo que usted diga señora presidenta”.