*El Presidente volvió a mentir diciendo que antes los medios no decían nada de la violencia y los acusó de amarillistas por informar.
*Los actos de terrorismo con obviados métodos del medio oriente en las filas del narco.
30.06.2023 Ciudad de México.- El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo lamentar el asesinato de Hipólito Mora, exlíder de las autodefensas en Michoacán, emboscado a dos cuadras de un cuartel militar en la Ruana y se refirió a la creciente violencia que ha caracterizado a su gobierno, culpando a los gobiernos del pasado
Sin reparar que lleva gobernando casi 5 años Andrés Manuel López Obrador no asumió la responsabilidad directa de dirigir el sexenio más sangriento en la historia de México con más de 159 mil víctimas de homicidio doloso en México y dijo que el ex lider de las autodefensas en la Riana tenía custodios pero no fue posible evitar su homicidio.
“Había el antecedente que uno de los grupos que opera en la región estaba queriendo dañar a Hipólito Mora, ya habían ocurrido atentados, había pedido la protección del gobierno, tengo la información que el Gobierno del Estado le daba protección, sin embargo, no fue posible evitar que lo asesinaran”, sostuvo.
Durante su conferencia diaria de prensa, el mandatario no lamentó los actos violentos que han cobrado la vida de numerosas personas en el país y evitó mencionar las cifras oficiales que indican que durante su administración se registran cada 16 minutos un homicidio , situando su sexenio como uno de los más violentos en la historia reciente.
López Obrador se deslindó de la violencia, los actos terroristas y hasta del incremento del control del narco en México en su sexenio, culpando al pasado al referir que la violencia actual es resultado de un narco Estado que fue permitido y auspiciado en administraciones anteriores.
Unos días antes el propio Hipólito Mora lanzó un video con un mensaje pidiendo ayuda a las fuerzas federales para que ayudarán a su comunidad que vive amenazada y extorsionada por el grupo de Los Viagras, sin que se hiciera nada con esa advertencia.
López Obrador culpó a la estrategia implementada por el expresidente Felipe Calderón, declarando la guerra contra el narcotráfico, buscó legitimidad y reparación tras las elecciones de 2006, en las que afirmó que, volvió al tema que lo obsesiona, le habían robado la Presidencia.
“Esto que está sucediendo tiene como antecedente, aunque a veces se olvida, lo que se provocó en el pasado, este es un remanente de la violencia que se auspició y se permitió desde el gobierno, acuérdense que hubo un narcoestado en México durante el gobierno de Felipe Calderón, el secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón que está preso acusado de complicidad con narcotraficantes aplico una estrategia de eliminación de unos delincuentes y de protección a otros”, declaró AMLO.
Aunque el presidente López Obrador no deslindó limpiamente su responsabilidad en los altos índices de violencia durante su gobierno, subrayó la necesidad de abordar las causas profundas de la violencia y generar condiciones de bienestar social para contrarrestar su propagación, sin reparar que inclusos instancias internacionales le demandan cambie de estrategia que los datos duros reflejan ha sido fallida.
El presidente López Obrador lamentó el asesinato de Hipólito Mora y se refirió a la problemática de la violencia en México, pero no asumió directamente la responsabilidad de dirigir el sexenio más sangriento en la historia del país.
“El gobernador había declarado que habló con él para que saliera de La Ruana, que se fuera de Morelia. Tenía una camioneta blindada, nada más que estos delincuentes que han ido quedando de aquellas épocas son muy violentos, tienen armamento de alto calibre y se necesita más protección”, refirió.
Además se dedicó a acusar a los medios de comunicación de amarillistas por informar los hechos de violencia cuando antes no reportaban sobre la violencia, soslayando que precisamente por informar han sido asesinados periodistas en México situándose en uno de los países de mayor riesgo para ejercer el periodismo.
Pero no sólo el presidente se lavó las manos sino el Gobernador señalado por la sociedad civil de tener vínculos con el narcotráfico según acusa el Padre Goyo, la familia de las víctimas y ex autodefensas.
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