Condena generalizada al ataque de Fernandez Noroña contra la alcaldesa Grecia Quiroz

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25.11.2025.- Ciudad de México, La violencia verbal y descalificaciones ejercidas por el senador Gerardo Fernández Noroña contra la alcaldesa de Uruapan, Grecia Quiroz, ha generado un amplio repudio social y político en México

Quiroz, viuda del alcalde Carlos Manzo, recientemente asesinado junto con su pareja en Michoacán, alzó la voz para exigir justicia por el crimen de su esposo y fue objeto de ataques misóginos por parte del legislador.

El episodio confirma un patrón de violencia verbal y política de género ejercido por Fernández Noroña contra mujeres en el espacio público, quien hace unos días fue denunciado por acosar y poner en peligro a la periodista Azucena Uresti, entre otros antecedentes.

En pleno Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (25 de noviembre de 2025), el senador Gerardo Fernández Noroña utilizó la tribuna del Senado y sus redes sociales para descalificar a la alcaldesa de Uruapan y viuda del alcalde asesinado Carlos Manzo incurriendo en violencia política.

La acusó de actuar por “ambición política” y de asumir una “posición ultraderechista fascista”, por señalar lo que su esposo asesinado denunció sobre los tres responsables morenistas de lo que le pudiera pasar ante la omisión del Gobierno federal de negarle ayuda para eliminar al crimen organizado del municipio.

El hecho se inscribe en un contexto de duelo y exigencia de verdad, donde la alcaldesa se convirtió en blanco de descalificaciones que la revictimizan por alzar la voz y recordar a quien en Morena responsabilizaba su esposo.

La agresión de Noroña, por partida doble, utilizando la tribuna para atacar a una mujer ante el silencio de senadoras del régimen, fue señalada como un acto de violencia política de género, que busca silenciar a una mujer en medio de la tragedia que enfrenta.

Las reacciones se dieron de manera creciente hasta viralizarse.

Las Organizaciones feministas y colectivos de mujeres condenaron de inmediato las declaraciones, calificándolas como misóginas y agresoras, ante la omisión de voces de mujeres en las instituciones.

Diversos partidos políticos, incluidos legisladores de oposición exigieron respeto y señalaron que la violencia contra mujeres en cargos públicos no puede normalizarse.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos y organismos internacionales han recordado que el discurso violento contra mujeres en funciones públicas constituye una forma de violencia política de género.

Periodistas y comunicadores se sumaron al rechazo, recordando que Fernández Noroña recientemente acosó y puso en riesgo a la periodista Azucena Uresti, lo que refuerza un patrón de hostigamiento contra mujeres en el espacio público.

Finalmente, representantes de medios de comunicación nacionales marcaron distancia del senador, negándole espacios y cobertura a sus declaraciones, al considerar que buscaba seguir revictimizando a una mujer, una víctima de la inseguridad y que enfrenta el duelo por el asesinato de su esposo en Michoacán.

El diputado Bautista Tafoya se sumó al rechazo, calificando las declaraciones de Noroña como un acto de misoginia que no puede tolerarse en el Congreso.

La secretaria general de Morena, Citlalli Hernández, emitió una reacción donde reconoció que las palabras de Noroña fueron desafortunadas, pero evitó condenarlas con firmeza, lo que generó críticas de colectivos feministas.

El Partido Acción Nacional (PAN) y otros partidos de oposición expresaron respaldo público a Grecia Quiroz, subrayando que su voz debe ser escuchada y protegida en un contexto de violencia política de género.

Los principales medios de comunicación nacionales decidieron darle la espalda al senador, al considerar que buscaba prolongar la revictimización de una mujer que exige justicia en medio de su duelo. negándole espacios y cobertura de su conferencia  en donde solo, sin ningún acompañamiento negó misoginia y sigo atacando a la alcaldesa.

El diputado michoacano Carlos Alejandro Bautista Tafolla respondió con firmeza a Gerardo Fernández Noroña, defendiendo públicamente a Grecia Quiroz y acusando al senador de meterse con una víctima que enfrenta el duelo por el asesinato de su esposo.

Bautista Tafolla, integrante del llamado *Movimiento del Sombrero*, publicó un mensaje en redes sociales en el que reprochó y retó directamente a Noroña.

“¿Cómo te atreves a meterte con una víctima cuando no entiendes su dolor? No está ahí por elección… está ahí porque le arrebataron al amor de su vida. Y que no se te olvide: que no esté Carlos Manzo no significa que Grecia Quiroz esté sola.”

– En otro fragmento, lo desafió abiertamente

“A ti, que solo te preocupa seguir respirando política: métete conmigo. Pero a Grecia, déjala en paz.”
Además, lo retó a confrontarlo en Uruapan o en cualquier lugar que él eligiera.

“Si quieres hablar, aquí te espero en Uruapan… o dime a dónde voy.” Noroña no contestó.

Las declaraciones de Bautista Tafolla son relevantes porque muestran respaldo político y personal hacia Grecia Quiroz.

Señalan la incongruencia de Noroña, al atacar a una mujer en duelo en lugar de atender la exigencia de justicia por el asesinato de Carlos Manzo.

Además Visibilizan la violencia política de género, al subrayar que Grecia no está sola y que su voz debe ser respetada.

En la cronología de reacciones, la intervención de Bautista Tafolla se ubica como una de las más contundentes, contrastando con la tibieza de otras figuras políticas de las instituciones mexicanas.

En México, la violencia política de género se define como cualquier acción, omisión o conducta —incluyendo expresiones verbales, físicas, simbólicas o digitales— dirigida contra una mujer por el hecho de ser mujer, que tenga como objetivo o resultado limitar, anular o menoscabar el ejercicio de sus derechos político‑electorales y su participación en la vida pública.

La violencia política de género en México no se limita a los procesos electorales: también ocurre en el ejercicio cotidiano de los cargos públicos, en el debate parlamentario y en la relación con medios de comunicación. Se trata de un fenómeno estructural que refleja la resistencia de ciertos sectores a reconocer la plena participación de las mujeres en la vida política.