Alemania. 28 abril 2021-.- La vacuna desarrollada por BioNTech y Pfizer, que se administra en dos dosis, necesitará una tercera tras nueve meses, idealmente, hasta los doce meses –como tarde– del segundo pinchazo. Se tendrá que recurrir a una nueva dosis para poder consolidar la protección contra el coronavirus.
El doctor Ugur Sahin, cofundador de la empresa farmacéutica alemana BioNTech, ha informado que la vacuna desarrollada por BioNTech/Pfizer en encuentro virtual con corresponsales extranjeros en Alemania, explicó que los estudios más recientes muestran que la inmunidad desciende con el paso de los meses y que será necesario reactivarla con una tercera dosis, y probablemente con dosis sucesivas cada año o año y medio.
La inmunización de estos biológicos fue la primera aprobada para uso comercial que usa ARN mensajero; lo que significa que fabrica una proteína que provoca la respuesta inmunitaria. Actualmente se administra en dos dosis separadas por 21 días.
Además, cada año o cada dieciocho meses se necesitará una nueva dosis de refuerzo de la vacuna de Pfizer contra el coronavirus. “La protección se va aminorando poco a poco con el paso del tiempo», dijo durante el encuentro. «Tenemos datos que indican que a los seis meses la protección se reduce de 95% al 91%. A los ocho meses los anticuerpos merman, por eso es necesaria la tercera dosis”.
La posibilidad de una tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus —y subsecuentes como refuerzo— ya había sido adelantada por el consejero delegado de Pfizer, Albert Bourla, dos semanas atrás durante una entrevista.
Pfizer no serán los únicos. Stephane Bancel, director ejecutivo y socio mayoritario de Moderna adelantó a CNBC que ya están trabajando en tener dosis de refuerzo en otoño de 2021 para su vacuna contra el coronavirus. Esta se prepararía para ofrecer una mayor grado de inmunidad contra nuevas cepas del coronavirus. Sobre todo la variante sudafricana.
Una de las buenas noticias en relación a la vacuna de Pfizer contra el coronavirus, basadas en ARNm es que serán mucho más fáciles de modificar y actualizar para actuar mejor contra nuevas variantes del virus. A diferencia de las de vector viral, como la de AstraZeneca.
Otra de las desventajas de esta última es que el tiempo entre la primera y segunda dosis es mayor y que no puede ser vacunado en repetidas ocasiones, puesto que podría desarrollar inmunidad contra el vector de adenovirus, que es como tal el vehículo de administración de la dosis.