*Es posible detectarlo a tiempo.
/Joanna Guillén Valera Marca.com./
El cáncer de páncreas no es de los tumores más habituales pero sí es de los más letales. Además, su incidencia no ha dejado de crecer, afectando a gente joven. Sus síntomas son difusos pero es posible detectarlo a tiempo.
El dolor abdominal es uno de los síntomas posibles de cáncer de páncreas.
El cáncer de páncreas es el séptimo tumor más diagnosticado en España y, a pesar de que no es uno de los más frecuentes, la realidad es que sí es uno de los más letales, ya que constituye la 3º causa de muerte por cáncer en España, por el momento, y es que, como apunta a CuídatePlus Iñaki Martín Valadés, responsable de la Unidad Multidisciplinar de Tumores Digestivos y Oncología Peritoneal de MD Anderson Madrid, “en los últimos 25 años se ha duplicado la incidencia del cáncer de páncreas y se estima que en 2.030 constituya la 2ª causa de muerte por cáncer”. Esta observación, según el experto, “probablemente esté relacionada con el envejecimiento de la población, ya que es un tumor que con frecuencia se diagnostica por encima de los 60 años”, sin embargo, advierte, que “también se está observando un aumento de incidencia en pacientes jóvenes”.
Y esto es así porque, además de la edad, existen otros factores que “claramente han influido en este aumento de incidencia de los que sin duda el más importante es el tabaco, junto con la obesidad y el alcohol”.
Este tipo de cáncer, explica, “se produce por un crecimiento descontrolado de las células de este órgano, que es una glándula situada en la profundidad del abdomen situada por delante de la columna vertebral y por detrás del estómago”.
El páncreas, como bien apunta el experto, presenta dos funciones principales:
Exocrina: “Relacionado con la digestión, por lo que el crecimiento descontrolado de las células con función exocrina provoca un adenocarcinoma de páncreas, que es lo que la gente en la calle conoce como cáncer de páncreas, propiamente dicho y que constituye el 90% de los tumores malignos del páncreas”.
Endocrina: “Que segrega, entre otras, hormonas que regulan los niveles de glucosa en sangre, como la insulina y el glucagón. El crecimiento descontrolado de este tipo de células con función endocrina (representan <2% de las células pancreáticas) provoca un tumor neuroendocrino”. Paciente tipo El cáncer de páncreas “es algo más frecuente en hombres que en mujeres y generalmente aparece por encima de los 60 años, con una mediana de edad al diagnóstico de en torno a los 70 años”, describe Martín Valadés. Aunque no se conoce la causa del cáncer de páncreas, sí se pueden distinguir tres grandes factores relacionados con su aparición: Factores de riesgo modificables: Tabaco (el más importante), obesidad, alcohol, dieta (exceso grasas y carnes procesadas). Enfermedades con riesgo aumentado: pancreatitis crónica y diabetes. Síndromes hereditarios: responsables sólo de <10% de los cánceres de páncreas Lo que te debe hacer sospechar: posibles síntomas Su detección a tiempo es, como en todos los tumores, fundamental para su tratamiento y para su evolución, por eso es importante atender a los síntomas. Según Carmen Guillén, oncóloga médica, jefa de Sección de Oncología del Hospital Universitario Ramón y Cajal, Madrid, miembro de la Sociedad Española de Oncología Médica y una de las autoras del documento Cáncer de páncreas: alimentación y calidad de vida, de Asociación Cáncer de Páncreas (Acanpan) y Fundación Más que Ideas, y elaborada en colaboración con expertos del Hospital Universitario Ramón y Cajal, Madrid. Sociedad Española de Oncología Médica y del Hospital Vall d’Hebron, Barcelona Sociedad Española de Enfermería Oncológica, entre otros centros de referencia, “los síntomas que nos hacen sospechar de la presencia de un cáncer de páncreas dependerán de la localización y extensión del tumor”. Es importante señalar que los síntomas relacionados con el cáncer de páncreas “son generalmente vagos e inespecíficos y a menudo pueden confundirse con otras enfermedades”, tal y como apunta el oncólogo. Aun así, el más frecuente, sin duda, es la ictericia, es decir, la coloración amarillenta de la piel y de las mucosas y “que se acompaña de acolia (heces claras) y coluria (orina de color de un refresco de cola)”, señala Guillén. Además, añade, “al explorar el abdomen se puede palpar una masa abdominal que corresponde al tumor, un hígado grande, cuando existen metástasis hepáticas (hepatomegalia) y un bazo grande (esplenomegalia), si el tumor se localiza en la cola del páncreas. Cuando hay líquido en el abdomen (ascitis) este se muestra distendido”. La ictericia, apunta Guillén, “aparece “cuando el tumor se origina en la cabeza del páncreas y comprime la vía biliar”. El resto de síntomas son inespecíficos y suelen observarse en tumores extendidos: Dolor abdominal: en más del 80 % de los pacientes. Se origina en la zona del estómago y se irradia o extiende hacia la espalda o bien, en forma de cinturón, hacia los lados. Es un dolor intenso y profundo, y, a veces, con las características de un cólico. Puede ser continuo o intermitente y suele empeorar con la ingesta de alimentos y bebidas. La causa es la invasión por el tumor de estructuras próximas (nervios, especialmente los situados en el cuerpo o la cola del páncreas). Pérdida de peso. Falta de apetito (anorexia). Saciedad precoz o digestiones pesadas después de las comidas. Diarrea que puede contener restos de grasa (esteatorrea). Náuseas y vómitos. Otros: estado de ánimo depresivo. Además, tal y como apunta el especialista, el cáncer de páncreas también puede manifestarse a través de complicaciones como las siguientes: Diabetes de nueva aparición o mal control de una diabetes previa. Trombosis, que a veces son de repetición y pueden aparecer antes del diagnóstico del cáncer. Pancreatitis aguda. Melenas: presencia de sangre digerida en las heces. En el momento actual, “no existen pruebas de cribado dirigidos a la poblacional general que permitan un diagnóstico precoz de la enfermedad”, destaca Martín Valadés. De hecho, hoy en día, “sólo en población con enfermedades predisponentes, como las neoplasias mucinosas papilares intraductales, o con susceptibilidad genética/familiar para desarrollar cáncer de páncreas se establecen seguimientos especiales o son estudiados en unidades de consejo genético, respectivamente, con el objetivo de poder realizar un diagnóstico precoz de la enfermedad”, indica el especialista. Debido a que el cáncer de páncreas puede manifestarse como síntomas vagos, inespecíficos y que pueden presentarse en otras enfermedades, “es difícil establecer unos síntomas claros que puedan hacer sospechar en un cáncer de páncreas”, informa, a pesar de esto y, en líneas generales, “podemos decir que deben consultar al médico ante una coloración amarillenta de piel/mucosas, pérdida de peso no explicable por otras causas o dolor abdominal o de espalda de larga evolución no justificada por otras causas”. Esta falta de síntomas específicos hace que el cáncer de páncreas tenga un pronóstico complicado. “La ausencia de síntomas específicos y de pruebas de cribado en la población general hacen que, en la mayoría de las ocasiones, el cáncer de páncreas se diagnostique en fases avanzadas”. Según los datos del oncólogo, “aproximadamente la mitad de los pacientes presentan ya metástasis en el momento del diagnóstico, un 30% presenta una enfermedad avanzada localmente y sólo aproximadamente un 20% de los pacientes se diagnostican como enfermedad localizada susceptible de tratamiento quirúrgico”. Estos hechos, “asociados a la relativa resistencia del cáncer de páncreas a los tratamientos oncológicos hacen que la supervivencia a los 5 años de este tipo de tumor sea <10%”. Alimentación en cáncer de páncreas El principal objetivo del cuidado nutricional de los pacientes, apunta Pedro Robledo, responsable de la Unidad de Nutrición Clínica y Dietética de MD Anderson Cancer Center Madrid, "es mantener su estado nutricional y control de síntomas". El cáncer de páncreas "es una enfermedad compleja desde el punto de vista de la alimentación, ya que el páncreas tiene 2 funciones básicas en las que interviene (una digestiva y otra metabólica,) por lo que dependerá del área de la afectación de la enfermedad". Por este motivo, explica el nutricionista: "El cuidado de la alimentación estará vinculado a nutrientes que pueden intervenir en ambos procesos. Por ejemplo, la ingesta de lípidos, sobre todo saturados, afecta a la función exocrina por la disminución de la liberación de enzimas hacia el tubo digestivo que impiden una fase digestiva adecuada y puede producir diarreas, gas y ruido intestinal. Por otro lado, la ingesta de azúcares, además de un posible mal control de la glucemia, afecta a la parte endocrina produciendo hipo o hiperglucemias y posibles diarreas por la alteración de liberación de insulina". Por otra parte, como se recoge en la guía, el cáncer de páncreas es una enfermedad que se acompaña frecuentemente “de una alteración intensa del estado nutricional que cursa con anorexia”. La falta de apetito en el cáncer de páncreas obedece a múltiples factores: “Interrupción de la secreción de bilis y/o de jugos pancreáticos, obstrucción del tránsito intestinal, producción, por parte del tumor, de sustancias que quitan el apetito, etc”. Estos factores, junto con el consumo de nutrientes que realiza el propio tumor (normalmente de forma poco eficiente) “causan una pérdida progresiva de peso. Cuando esta es muy llamativa y se acompaña de otros signos de desnutrición, por ejemplo, atrofia muscular, se conoce como caquexia”. Aunque la alimentación deberá adaptarse a cada etapa de la enfermedad, lo más importante en todas ellas es comer de forma adecuada y mantener un buen estado nutricional. Algunos consejos que se recogen en el documento y que pueden ayudar frente al poco apetito son: Hacer comidas frecuentes y no muy abundantes. Incluir alimentos que te aporten mucha energía y nutrientes en poco volumen Noticias relacionadas Claves para detectar el cáncer de páncreas de forma precoz Posibles causas del cáncer de páncreas ¿Hay relación entre la diabetes y el cáncer de páncreas? La alimentación sí importa en el cáncer de páncreas Así es el tumor neuroendocrino pancreático Cáncer de páncreas Ricky Rubio: "Cuando trataron el cáncer de pulmón de mi madre en Estados Unidos tenían envidia de lo que teníamos aquí" ¿Cuál es el pronóstico del síndrome de Ramsay Hunt que sufre Justin Bieber? 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