Consejeros de tómbola a un INE sin plan B .

** Retrovisor .

/ Ivonne Melgar /

Convencidos de que en el relevo del INE se acabaron las cuotas, pero jamás los cuates, porque los 20 finalistas eran o afines o consentidos o, al menos, tenían el visto bueno de Morena, los diputados de la coalición Va por México aprobaron el desenlace menos avasallador, el del sorteo.

Con la ausencia de Movimiento Ciudadano –que se abstuvo de respaldar esa ruta, reclamando a las bancadas 4T y a las del PAN, PRI y PRD haber renunciado al ejercicio de la política–, se inauguró en el Palacio Legislativo de San Lázaro la inédita democracia de la tómbola, con las manos benditas, al menos para los ganadores, de las diputadas secretarias de la Mesa Directiva.

Fue un espectáculo nunca visto para definir al árbitro electoral por insaculación, bajo un cuidadoso protocolo de sobre cerrado, con los nombres de cada uno de los integrantes de la quinteta de aspirantes, 10 vueltas contadas a la urna transparente, grabación de por medio, y la mirada al frente de la escrutadora para evitar trampas y suspicacias, cuando la fortuna estuviera echada.

La rutina se aplicó a las cuatro quintetas con los 20 finalistas.

El primer sorteo benefició a Jorge Montaño Ventura, fiscal de delitos electorales en Tabasco, dato que inauguró la madrugada de suerte para el secretario paisano que despacha en Bucareli, el secretario Adán Augusto López Hernández, considerado el ganón en las sumas y restas de este recambio en el INE.

En la insaculación de la segunda y tercera quintetas, el azar estuvo con Rita Bell López Vences, exconsejera electoral de Oaxaca y destacada activista de la sociedad civil, y Arturo Castilla-Loza, del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación(TEPJF), últimamente con el magistrado José Luis Vargas y antes con la presidenta de ese órgano jurisdiccional, que le abrió paso al cumplimiento de la paridad, Maricarmen Alanís, quien en el sexenio antepasado logró que los partidos cumplieran sí o sí con las cuotas de género.

En ambos casos se quedaron fuera nombres polémicos por la presunta cercanía con las filas morenistas o porque eran parte de los seis aspirantes sin idoneidad que Maite Azuela ventiló en su voto particular, por falta de autonomía.

Tampoco pasaron perfiles que en la CDMX y el Estado de México operaron como magistrados o consejeros al servicio del gobierno de Claudia Sheinbaum.

Y aunque estaba dicho que la quinteta dorada era de “ganar o ganar” para la bancada de Morena,la mano santa de la diputada secretaria escrutadora del PAN, Sarai Núñez, tuvo el tino de sacar la boleta de Guadalupe Taddei Zavala, quien será la primera presidenta del INE.

Fue un anuncio que en voz del también panista diputado presidente, Santiago Creel, nunca fue celebrado en las curules de la bancada de Morena, donde, sin embargo, salieron del alma uno que otro “¡No!”.

Y hay quienes cuentan haber escuchado un “ya nos llevó la…”. O el clásico “ya valió”, mientras observaban el gesto de desánimo por el resultado del diputado Hamlet García Almaguer, enlace legislativo de Morena ante el INE. Un estado de ánimo comprensible en un grupo parlamentario que sigue con fervor la premisa de Palacio de “preferimos a los duros leales sin experiencia, que a los experimentados que se dicen cercanos”.

Porque si bien Guadalupe Taddei fue incluida en el veto de los 6 candidatos sin autonomía de Maite Azuela, ayer la evaluadora fue parte de quienes plantearon que, aún con sus familiares en cargos de gobiernos de Morena, la sonorense, exconsejera local, con dos décadas en el sistema electoral creado por el IFE y el INE, era la mejor opción dentro lo existente.

Esa fue la valoración del director de Integralia Consultores, Luis Carlos Ugalde: “Dentro de las opciones que había, me parece, que es la mejor opción para el Instituto”.

Sorpresas de una insaculación que, a estas alturas del polarizante sexenio, hace posible el consenso entre el expresidente del IFE y su detractor histórico –por aquel 2 de julio de 2006 en que cantó el conteo rápido a favor de Felipe Calderón–, el presidente López Obrador, que también celebró los frutos de la democracia a cargo de la tómbola. “Es una mujer experimentada, vean su trayectoria (…) No la conozco; conozco a su familia. Y sí, son gente progresista y demócrata, y gente honesta, nada qué ver con el conservadurismo”.

Con excepción del PAN, que amaga con impugnar al tabasqueño Jorge Montaño y a la futura presidenta Taddei, el beneficio de la duda caracterizaba la llegada de los nuevos integrantes del INE, en la expectativa de que se trata de un robusto cuerpo colegiado en el que los siete consejeros que se quedan impugnaron el plan B con los salientes Lorenzo Córdova, Adriana Favela, Ciro Murayama y José Roberto Ruiz Saldaña.

Y que, en tanto la Suprema Corte de Justicia de la Nación no resuelva si ese paquete de leyes secundarias hechas por el gobierno es inconstitucional, el árbitro electoral seguirá funcionando con las reglas que le dan autonomía y bajo las cuales las intenciones de cercenarla de la 4T se quedan en discursos incendiarios

¿Salió bien entonces el recambio del INE? Pudo ser peor.

Y acaso la derrota de la oposición en esta batalla no sea por los nombramientos, sino porque volvió a reactivarse la siempre latente ruptura de la alianza electoral de Va por México ante el rechazo del PAN a conformarse con el saldo, mientras PRI y PRD pedían respaldar a los consejeros de la tómbola.

Porque ya tendrán nueve años para sacudirse el sobrenombre. O cargarlo siempre.

P.D.: Tomamos una pausa y nos reencontramos el sábado 15 de abril.