Lupita Ramos Ponce.
Este miércoles 11 de septiembre, el Congreso de Jalisco aprobó la creación de un Congreso constituyente que se encargará de elaborar una nueva Constitución local. Con 31 votos a favor, seis en contra y una abstención, el Congreso del Estado tendrá la facultad de adicionar el artículo 117 Bis de la Constitución local, que permitirá se elabore una nueva Constitución. El dictamen aprobado por las y los legisladores, plantea que la integración de la nueva Constituyente sea de 10 representantes del Congreso local, 10 del Ejecutivo, 10 de la Judicatura, 4 de los pueblos originarios, cuatro de la comunidad jalisciense radicada en el extranjero, y cuatro por cada uno de los 20 Distritos Electorales uninominales elegidos por mayoría relativa y 20 de representación proporcional. Falta que emita el Congreso la normatividad reglamentaria para la elección, instauración, organización y funcionamiento del Constituyente.
Aquí entra la pertinencia de las siguientes preguntas ¿Y las mujeres? ¿Y las feministas? ¿Dónde están contempladas en la nueva constituyente?
Las Constituciones son textos vivos, que no pueden estar al margen de la realidad social que deben ordenar, pero tampoco pueden dejar excluidas de su creación a más de la mitad de la población, es decir, a las mujeres. Hacerlo va en detrimento de su propia legitimidad y pone en riesgo su vigencia. Sin duda, los procesos constituyentes de la época actual no pueden concebirse sin la participación plena de las mujeres en términos paritarios. Pero sobre todo, sin la inclusión de una Constituyente Feminista.
Este es un cambio necesario que como lo señalaron las constituyentes españolas en su momento “Un cambio necesario, que pide llevar al texto lo que el texto apenas contempla. Un cambio que pide elevar a rango constitucional muchas de las conquistas del feminismo español del siglo XX y de este recién nacido siglo XXI”. Para incluir a las mujeres en la Constitución Política de Jalisco y no sólo mencionarlas en los discursos, es necesario instalar la Constituyente Feminista, que sin duda impulsará una profunda reforma democrática del Estado desde una perspectiva de género feminista.
Ya existe un antecedente importante en la Constituyente de la Ciudad de México. La participación de las feministas fue fundamental para visibilizar la “ciudadanía de segunda, fragmentada y discontinua que contiene la contradicción entre derechos y oportunidades para las mujeres”, según lo dicho en su momento por Marcela Lagarde quien señaló también que “Millones de mexicanas viven formas de exclusión social, económica, jurídica, cultural, política y violencia de género, lo cual les impiden satisfacer sus necesidades básicas de alimentación, salud, vivienda, educación y empleo, colocándolas en desventaja para desenvolverse en la sociedad.
Las mujeres conforman una minoría en comparación con los hombres en el poder: son una minoría numérica y se hallan en una condición subordinada, las más de las veces.” Agrega Lagarde que las fuerzas democráticas deben “reconocer en las mujeres un sujeto político que ha participado en un sin fin de movimientos transformadores del país y que deben ser reconocidas con su propio perfil y ciudadanía.” El llamado a las feministas en Jalisco es a construir la Constitución Violeta, una Constitución feminista, democrática, diversa, ciudadana y popular. La nueva Constituyente requiere la inclusión feminista para crear la nueva Constitución Política del Estado de Jalisco.
La nueva Constitución debe cubrirse de legitimidad y solo asegurará su vigencia a través del cambio sustancial con mirada feminista, de no hacerlo, será una Constitución inconclusa.
#ConstituyenteFeministaJalisco.
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