*La política en rosa .
/ Elsbeth Lenz /
Lector, lectora querida, mientras unos se enredan en el chisme y otros se entretienen viendo si la gobernadora Nahle sonríe o no en los eventos públicos, porque si ríe mucho, mal pero si se ríe poco peor, en Veracruz las cosas se están moviendo. Y no, no hablo de las olas del Golfo ni de los vientos del norte, sino del gobierno que, contra toda tempestad, ha echado mano de la pala, el reglamento, la calculadora y ahí la lleva, porque gobernar un estado no es salir en redes o publicar en los medios, la administración pública es mucho más compleja.
A ocho meses de haberse calzado las botas del gobierno en Veracruz, la ingeniera Rocío Nahle García, primera gobernadora de esta tropical y convulsa comarca, ha demostrado que no vino a jugar al político buena onda, ni al florero institucional, ella ¡Vino a poner orden! Dicho ssí, sin aderezos.
Adiós a casetas que parecían trampas, a retenes que sólo servían para extorsionar, y a grúas que aparecían con la puntualidad de una ex girlfriend en boda ajena. Cesaron mandos policiales, agentes de tránsito de mirada turbia y costumbres poco ortodoxas. Y mientras los de siempre gritan “¡despidos injustificados!” entre sorbos de frappuccino en el café don Justo, ella afina vigilancia 24/7 en las carreteras y manda medicamentos a las rancherías donde antes llegaban las campañas, pero no los doctores.
Claro, como toda mujer que se atreve a poner orden en un club de Toby venido a menos, ha sido objeto de una orquesta desafinada de críticas, rumores, columnas patrocinadas y chismes de lavadero. Los mismos que no se atrevían a alzar la voz cuando Veracruz se caía a pedazos, hoy se han vuelto expertos en gobernanza desde su cómodo retiro opositor.
Pero como diría mi abuela, “perro que ladra no muerde” y Rocío, la jarocha por elección, no se distrae con ladridos. Anda en lo suyo: reconstruyendo caminos, reactivando el turismo, reordenando el transporte y sí, también organizando las finanzaa, esas que antes se evaporaban entre comisiones y auditorías que nadie leía.
El tema de la seguridad, ese que a todos nos crispa los nervios, también está en la mesa. Diagnósticos integrales, coordinación con la Marina, la Defensa y las fiscalías. Porque aunque algunos extrañen el show del helicóptero, aquí se optó por una estrategia con bisturí, no con martillo.
Y mientras otros piden “diálogo”, “conciliación” y “buenas vibras”, Nahle suelta con voz firme: “No tenemos pacto con nadie, sólo con el pueblo”. ¡Zas! Que se cuiden los pactistas profesionales.
Dicen que gobernar es resolver, bueno, pues en Veracruz se está resolviendo. Desde Huayacocotla hasta Las Choapas, se están cumpliendo compromisos que olían a polvo viejo, naftalina y promesas rotas. ¿Qué hay tropiezos? Seguro. ¿Qué hay grilla? Siempre. Pero también hay avance. Con disciplina, con orden, con esa seriedad que a muchos les incomoda, porque ahora no pueden controlar.
Y mientras tanto, Rocío camina, con su agenda bajo el brazo, su casco en los recorridos de obra, su cara sin maquillaje de encuestas pagadas. La acompaña un equipo que trabaja y un respaldo popular que no se tuerce por trending topics, ni titulares rencorosos que huelen a dolor
Así que sí lector, lectora querida, Veracruz está de pie ¡Está en marcha! Y para rematar y le duela a quien le duela… está de moda.
Comente politicaenrosa@outlook.com entérate www.lapoliticaenrosa.com y sígueme en mis redes sociales @elsbeth_lenz