*El Presidente de México no debe delegar la responsabilidad de la seguridad pública, la Ciudad de México dispone de más policías que el presidente. Proponemos una reforma para la creación de la Guardia Nacional, con claridad, sin simulaciones.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador en el campo militar número uno.
Ciudad de México, 25 de noviembre de 2018.- “Vengo a convocarles para que juntos, de conformidad con la Constitución, que es la ley suprema, podamos enfrentar el grave problema de la inseguridad y de la violencia en nuestro país”. Así lo expresó el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, ante 32 mil personas reunidas en el Campo Militar No. 1 de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Se trata de 102 generales y almirantes, 775 jefes y capitanes, 4 mil 89 oficiales y 25 mil 134 integrantes de de tropa y marina, así como 2 mil familiares de dichos elementos. Todos ellos adscritos a la Armada, al Ejército y a la Fuerza Aérea Mexicana.
En presencia de los secretarios en funciones de la Defensa Nacional (Sedena) y Marina (Semar), así como integrantes de su próximo gabinete, El Presidente López Obrador planteó que el encuentro fue por iniciativa propia:
“Le pedí al general Cienfuegos que les convocara y que se hiciera lo mismo pidiéndole también su anuencia al almirante secretario de Marina, al almirante Soberón. Está también enterado de este encuentro el comandante supremo de las Fuerzas Armadas, el presidente Peña Nieto.”
El tema central del evento fue esbozado por el propio presidente electo al inicio de su intervención: “Vengo a convocarles para que juntos, de conformidad con la Constitución, que es la ley suprema, podamos enfrentar el grave problema de la inseguridad y de la violencia en nuestro país”.
En ese sentido, explicó a los presentes que nunca antes en la historia del país se había presentado en un nivel tan grave la crisis en esta materia. Múltiples factores la explican, como la política económica que se ha desarrollado “desde hace 36 años que hizo a un lado al pueblo de México. Una política que nosotros llamamos antipopular y entreguista”.
Hasta la década de 1970, señaló el futuro presidente, la economía reportaba un crecimiento económico anual del 6 por ciento, lo cual se traducía en grandes obras de infraestructura, empleo, bienestar, paz y tranquilidad.
No obstante, cuando inicia el periodo de la política neoliberal, el crecimiento no superó el 2 por ciento anual en 36 años, pero “si descontamos el aumento en la población, el resultado es prácticamente cero crecimiento económico. Nada ha dañado más a México que la deshonestidad de los gobernantes”.
Las consecuencias recayeron en la población, dijo el presidente electo Andrés Manuel López Obrador: “Mucha gente se quedó sin opciones, sin alternativas, primero, a raíz del abandono al campo que llevó a México a ser el país que más maíz compra en el mundo, a pesar de ser nación productora. Lo mismo ocurre con el petróleo, ya que la Reforma Energética no cumplió lo comprometido y hemos llegado al colmo de que ya se está comprando en el extranjero petróleo crudo”.
A ello se suma la crisis de corrupción originada por los mismos gobiernos: “No sólo se abandonó al pueblo, sino que no se dieron buenos ejemplos, la autoridad se dedicó a cometer ilícitos. El gobierno se puso al servicio de una minoría rapaz y se desató también la corrupción, como nunca”.
Este panorama redujo drásticamente las opciones de los mexicanos “mientras unos cuantos saqueaban, se quedaban con todo lo que es del pueblo, lo que es de la nación”, por lo que únicamente quedó el comercio informal y la migración, principalmente hacia Estados Unidos:
“Fíjense lo ingrato. Esos mexicanos tuvieron que irse a buscar la vida, a buscar algo que mitigue su hambre y su pobreza, y ahora nuestros paisanos están enviando 28 mil millones de dólares al año a sus familiares, y esas remesas de dinero son la principal fuente de ingresos que tiene el país. Si no fuese por esos ingresos estaría peor la situación económica. Además de ello, muchas personas tuvieron que optar por las conductas antisociales”.
El próximo jefe del Ejecutivo subrayó que en esta nueva etapa se busca “un cambio, no un cambio de gobierno, un cambio de régimen, ir a fondo, que se acabe la corrupción, que se acabe la impunidad, porque ese es el principal problema del país. Nada ha dañado más a México que la deshonestidad de los gobernantes”.
El presidente de México no debe delegar la responsabilidad de la seguridad pública.
El presidente electo explicó a los presentes que el 80 por ciento de la solución al problema de la inseguridad y de la violencia en el país son las acciones que encabezará el nuevo gobierno en materia de desarrollo, crecimiento económico, empleo y bienestar. El 20 por ciento restante depende de acciones como “no permitir la corrupción en las fuerzas policiales, en las corporaciones militares, en jueces, en ministerios públicos”.
A lo anterior se agrega el profesionalismo y la perseverancia que deben caracterizar a las corporaciones de seguridad y, sobre
todo, a “que el presidente, como comandante de las Fuerzas Armadas, como comandante supremo, no delegue este asunto al secretario de Gobernación, al secretario de Seguridad Pública, al secretario de la Defensa, al secretario de Marina. Que asuma su responsabilidad”.
Proponemos una Guardia Nacional para dar tranquilidad al pueblo.
Otro de los problemas que presenta el combate a la inseguridad es la falta de coordinación, ya que “cada quien actúa por su cuenta” en los tres órdenes de gobierno, por lo que el presidente electo Andrés Manuel López Obrador propuso: “Por qué no nos unimos y tenemos una Guardia Nacional para la seguridad pública. Eso es lo que estamos proponiendo, unirnos para darle paz, tranquilidad a nuestro pueblo.”
Explicó que es grave “el estado de indefensión en que están los mexicanos”, tan sólo en lo que respecta al número de elementos de los que dispone el gobierno federal para resolver el problema: “Tiene más policías el gobierno de la Ciudad de México; en sus 3 o 4 corporaciones tiene 80 mil policías, mucho más que los 20 mil de los que dispone el presidente de la República”. Agregó que la Guardia Nacional uniría los esfuerzos de las policías Militar, Naval y Federal, lo que significaría un aumento de tres o cuatro veces en el número de elementos.
En este marco, el presidente electo Andrés Manuel López Obrador habló de la reforma al marco legal que es necesaria para lograr lo anterior:
“Desde luego, yo no voy a hacer nada que viole la Constitución, que viole las leyes. Por eso, con toda claridad, transparencia, estamos presentando una reforma a la Constitución para que la Guardia Nacional pueda ocuparse en tareas de seguridad pública. Eso es lo que estamos proponiendo, ya no darle la vuelta, ya no andar con simulaciones”.
Son tres razones por las que el presidente electo Andrés Manuel López Obrador considera que la Guardia Nacional es la solución adecuada:
“Primero, porque como ya lo dije, la situación es muy grave, de inseguridad y de violencia. Segundo, porque no hay cómo enfrentarlo si no se reforma la Constitución. Y tercero, estoy proponiendo esto porque le tengo confianza al Ejército y a la Marina. Porque -lo he dicho en las plazas y lo repito aquí- el soldado es pueblo uniformado”.
Los de abajo van a ganar más: AMLO
Detalló que, históricamente, México ha contado desde tiempos de la Revolución con un ejército integrado por mismo pueblo que siempre ha demostrado lealtad a la autoridad civil. Una vez explicado lo anterior, el próximo presidente expuso:
“Y ¿qué pido ahora?, ¿qué estoy planteando? Que poco a poco vaya dando un giro, que no sólo sea la defensa de la Nación, la seguridad nacional, la seguridad interior, también la seguridad pública, porque eso lo necesitamos los mexicanos y vengo a pedirles su apoyo, no a imponer nada. Desde luego que podría ser una orden, pero no vamos a imponer nada, decía el presidente Juárez: Nada por la fuerza, todo por la razón y el derecho. Y así vamos a actuar”.
La idea, de acuerdo con el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, es que este giro se acompañe de nuevas medidas que enfaticen en “el respeto a los Derechos Humanos y en cumplir los protocolos para el uso de la fuerza”. Por lo que se refiere a la situación administrativa y laboral de los elementos de las Fuerzas Armadas, una vez que se apruebe la reforma legal, el presidente electo señaló:
“Van a mantener sus sueldos, a veces sí se malinterpretan las cosas. Algunos para meterles miedo en la campaña decían ‘Cuidado con ya sabes quién, porque se van a bajar los sueldos’. No, lo digo con todo respeto, se van a bajar arriba, los de abajo van a ganar más. Arriba los de abajo”.
Durante el encuentro, el próximo mandatario estuvo acompañado por el secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda y de la Marina, Vidal Francisco Soberón Sanz. Además, estuvieron presentes los próximos titulares de Sedena, Luis Crescencio Sandoval González; de Semar, José Rafael Ojeda Durán; de Gobernación, Olga Sánchez Cordero; de Seguridad Pública, Alfonso Durazo Montaño; así como de la Jefa de Gobierno electa de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo.