Yo Campesino /
* Impunidad garantizada a quien ofrezca obediencia ciega al régimen.
/ Miguel A. Rocha Valencia/
Como debe ser, desde palacio Nacional se descalifica e ignora la alta calificación e histórica de corruptos que determinó Transparencia Internacional para el gobierno mexicano, eso a pesar de que con borrón y cuenta nueva se desapareció el fraude por 15 mil millones de pesos en Segalmex, con mayoría legislativa desoyen faltante de 32 mil millones de la Cuenta Pública 2022 y se regodean en las trapacerías para aplastar al poder Judicial.
Como lo tienen ordenado, los borregos oficialistas disfrazados de diputados votaron a favor de la cuenta pública 2022 con todo y que les fue bien pues “sólo” les observaron la décima parte de lo que no aclararon en el gasto.
Días antes, se dio el entierro de Segalmex y con eso desaparecieron el gran fraude donde los principales implicados están libres y protegidos gracias a la impunidad que todos tienen en Morena, incluyendo aquellos a quienes la vox populi y en el extranjero se les tiene por corruptos y ser socios o protectores del crimen organizado.
Bueno hasta el acusado de crímenes sexuales saldrá bien librado a pesar de las pruebas en su contra, por eso los Rocha Moya, Blanco, García, Salgado, López, delgado y muchos más no se preocupan por sus ineficiencias y pecados capitales documentados perfectamente por las agencias de seguridad de Estados Unidos y hasta en la misma secretaría Anticorrupción, mucho menos ahora que ya se vio que Raquel Buenrostro no llegó para exhibir o castigar, sino para cobijar a los miembros distinguidos del partido en el poder.
Para colmo, con la desaparición “constitucional” d ellos organismos autónomos, pues menos se podrá saber y seguir la huella de los ilustres morenos corruptos cuyos expedientes se volvieron confidenciales y su acaso, les darán un jalón de orejas en la intimidad a cambio de jurar lealtad hasta la ignominia a la dueña del bastón de mando, o al profeta que los puso “donde hay”.
El caso es que más allá de los contratos entregados de manera directa a los cuates, familiares y hasta empresas fantasma que entre 2020 y 2022 sumaron más de 350 mil millones de pesos que fueron reportados por la Auditoría Superior de la Federación como no explicados, los morenos aprueban las cuentas públicas sin ver, esa es la instrucción.
Además, en la nueva modalidad de que no se les antoja cumplir con la ley cuando les conviene, no informan de nada, ni siquiera de los gastos en eventos públicos; mucho menos lo harán en campañas a favor de alguno de sus destacados elementos donde se incluye la contratación de transportes para acarreos, reparto de tornas y de efectivos para “gastos” pues para eso tienen la mayoría en el Congreso, sumaron a sus huestes a la magistrada presidenta del Tribunal Federal Electoral y a la consejera mandamás del INE.
Si ya de por si no informaban ahora con la desaparición de los organismos autónomos pues menos. Insistimos ya lo dijo Buenrostro quien desde ahora se convierte en la tapadera de las trapacerías del cártel de la 4T.
Tal vez por todo eso y más es que de 180 países, México, su gobierno esté colocado en el número 140 en percepción de corrupción donde de 100 puntos nuestro país alcanza 26. Hace dos años estábamos mejor, en el sitio 126 con 31 puntos. Para consuelo, estamos mejor que Guatemala, Paraguay, Honduras, Haití, Nicaragua y Venezuela.
No creo que para el próximo año México mejore su posición dada la tendencia a la opacidad de los regímenes morenistas que para no rendir cuentas desaparecieron los organismos de transparencia y todas las comisiones encargadas de regular.
Es decir que independientemente del discurso y las acusaciones de narco gobierno que le llegan a la actual administración ahora está el estigma de galopar montada en la corrupción y la impunidad donde no hay sanciones para ninguno de sus fieles seguidores aunque existan pruebas públicas como se ha visto a lo largo de los últimos años.
Impunidad es el premio a la lealtad absoluta porque en ello se sustenta la administración dejando como niños de pecho a otros expresidentes como Peña, Fox o Calderón que ya dejaron de ser referentes en materias como inseguridad y corrupción; los actuales ya los rebasaron, pero eso sí, por la izquierda.