*Se cuestiona la política de dejar correr el virus libremente entre la población sana para lograr una inmunidad de grupo.
/Redacción/
Suecia, 17 marzo 2020.-Al Gobierno sueco y el británico, le llueven críticas por su aparente inacción, que contrasta con las medidas drásticas que han aplicado en el resto de Europa, particularmente sus países vecinos.
Lávate las manos, quédate en casa si tienes síntomas, aunque sean mínimos, y evita las visitas a hospitales y residencias de ancianos. Esta sigue siendo la principal estrategia de Suecia para combatir el coronavirus, que ha provocado seis muertes (tres en las últimas horas) y un millar de infecciones.
En las naciones vecinas como Dinamarca y Noruega. Se se han suspendido las clases, cerrado fronteras, prohibido la reunión de más de 100 personas y cerrado comercios. En Dinamarca, además, los empleados públicos están obligados a trabajar desde casa, a no ser que tengan trabajos esenciales.
En Suecia, en cambio, guarderías, escuelas y universidades permanecen abiertas, los negocios siguen abiertos, y lo único que se ha decretado es la prohibición de los actos con más de 500 personas.
El primer ministro, Stefan Löfven, admitió ayer que “las próximas semanas serán cruciales” y apeló a la “solidaridad” y a la responsabilidad individual. Aseguró que el Gobierno “no dudará” en tomar nuevas medidas si es necesario, aunque descartó cerrar las fronteras.
El epidemiólogo jefe de la Agencia de Salud Pública, Anders Tegnell, la principal voz científica al mando, ha puesto en duda reiteradamente las medidas drásticas que están tomando la mayoría de países europeos, argumentando que no son sostenibles en el tiempo.
“Esta situación se alargará meses; no podemos simplemente decir que todo estará cerrado durante varios meses –ha dicho–. No funcionará. Tegnell argumenta que la propagación del virus en Suecia esta aún en una etapa temprana y es posible retrasarla si todo el mundo sigue los consejos de protección. El Gobierno hará llegar folletos informativos a todos los hogares.
Hay desconcierto por las declaraciones contradictorias de Tegnell sobre aplicar la misma estrategia que el Reino Unido: dejar correr el virus libremente entre la población sana para lograr una inmunidad de grupo. El sábado negó que éste sea el modelo sueco.
“No tenemos en absoluto ninguna ambición de permitir que la infección se propague de esta forma; siempre hemos dicho que queremos una difusión tranquila y cuidadosa para que la atención médica no se sobrecargue, y todo lo que hacemos se centra en esto”, dijo al periódico Dagens Nyheter.
Sin embargo, en otra entrevista publicada ayer en el diario Aftonbladet, Tegnell considera que la inmunidad de grupo es una buena estrategia para evitar picos más severos cuando el virus vuelva en otoño.
“He escuchado lo que dicen los británicos y diría que es lo que hacemos en Suecia. Hay dos países que destacamos en que tenemos un poco más de línea científica en esta situación. El equilibrio entre política y ciencia en nuestro caso es un poco diferente que en otros países”, ha sostenido. Ha explicado que, a la práctica, esta estrategia se traduce en “hacer lo correcto en el momento correcto”, por lo que ha aseverado que no se deberían cerrar las escuelas “hasta que sea absolutamente necesario”.