*DE FRENTE Y DE PERFIL.
/RAMÓN ZURITA SAHAGÚN
Pasó más de un lustro desde que la cooperativa Cruz Azul, la principal cementera del país entró en conflicto.
Se trata de la única empresa cementera que se mantiene como 100 por ciento mexicana.
Durante ese lapso, Guillermo “Billy” Álvarez, controlador de la empresa fue depuesto y detenido, mientras que Víctor Velázquez y Federico Sarabia, se disputan el control de la cooperativa. Velázquez está acusado de sabotaje y terrorismo, Sarabia está detenido y la principal planta productora de cemento, se encuentra sin operar desde hace casi tres años.
Esta planta que producía el 25 por ciento del total de cemento de la empresa se encuentra sin operar por una disposición arbitraria que ordenó el corte de energía eléctrica, el país requiere de cemento para la construcción de viviendas y otros proyectos gubernamentales, principalmente, por lo que decidió abrir las fronteras para la importación del insumo.
Son muchas las señales que apuntan hacia personajes políticos beneficiados por dichas importaciones que son los que entrampan más el tema e impiden la solución del conflicto.
Mientras subsiste el conflicto, la cooperativa que era la más exitosa del país pasa apuros económicos, los trabajadores que se mantienen bajo el liderazgo de Federico Sarabia mantienen el control de la principal planta productora que se encuentra inhabilitada por la falta de luz. Los que están bajo la protección de Velázquez pasan menos apuros, ya que mantienen el control de las plantas que sí producen cemento, además de hoteles y otros negocios conectados con la cooperativa.
Aunque el conflicto es legal y se discute en juzgados, el enfrentamiento deja como saldo, hasta ahora, la muerte de una decena de trabajadores, ya que el asalto provocado por un grupo de choque en la planta principal fue repelido por los trabajadores que tienen el control de la planta, aunque dejó un recuento de ocho muertos y varios heridos.
Los amparos han dado como resultado que uno y otro grupo salga beneficiado, aunque a Velázquez le fue entregada la administración y asegura que cuenta con apoyos desde la administración federal y por eso mantiene la administración y el acceso a los dineros de la Cruz Azul.
Y mientras los dimes y diretes son una constante, el conflicto no se define y la producción no alcanza para las necesidades que de cemento se tienen en la construcción.
El gobierno federal hace caso omiso del diferendo, mientras una serie de vivales se siguen beneficiando con la importación.
Los rumores apuntan hacia personajes del gobierno federal que buscan alargar el conflicto, ya que buscan quedarse con el equipo de fútbol que es parte de los activos.
Han transcurrido seis años desde que inició el conflicto que llevó al relevo de “Billy” Álvarez y ahora un bando controla la empresa y sus dineros y el líder del otro se encuentra detenido y la principal planta bajo su control, pero sin luz para producir, ocasionado pérdidas económicas por más de cien mil millones de pesos.
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Se equivocaron quienes pensaban que la crisis de productores en Michoacán ya había pasado y que limoneros, aguacateros y otros productores podían trabajar en paz. El asesinato de Bernardo Brazo los situó en la realidad. Solo como dato, su padre fue asesinado también hace ocho años.
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