Cuando la conciencia te alcanza .

  • Mis Proyecciones en el espejo .

/ Por Paula Roca /

La culpa no desaparece, solo se disfraza… hasta que te alcanza.

Cuando alguien no acepta ni sana su culpa, suele buscar a una víctima. Alguien a quien culpar, a quien proyectar lo que no puede ver en sí mismo. Se construye una versión conveniente para evitar enfrentar la verdad.

 

A veces se anestesia la conciencia con pastillas, distracciones o excusas. Pero la conciencia no se borra, solo espera en silencio. Y cuando el daño ha sido profundo, llega —en el momento menos esperado— y lo revela todo.

 

El destino y el karma existen. No como venganza, sino como espejo. Lo que no se asume, regresa. No por castigo, sino para recordarte lo que aún no has sanado.

 

Por eso es vital hacer un proceso: aceptar, perdonar, liberar… y asumir lo que es tuyo. Porque quien no se hace responsable de su vida, tampoco puede amar de verdad a otros.

 

Y entonces pasa: los vínculos se rompen, las personas se alejan… y solo quedas tú, frente a tu conciencia. Y de ahí no puedes escapar.

 

Porque la verdad siempre encuentra el modo de salir a la luz.