Curva hacia arriba y lentitud en la Cofepris

Alhajero.

Marta Anaya.

Que la senadora Vanessa Rubio quien planteó al canciller Marcelo Ebrard –en sesión privada con la Junta de Coordinación Política y algunos otros senadores invitados– algunos de los temas que más inquietan a propósito de la pandemia.

Lo hizo en ese tono moderado que le caracteriza, pero que va directo al grano. Resumimos algunas de sus palabras:

Canciller –inició-, estamos muy preocupados por el tema de la falta de confiabilidad de la información, de la falta de veracidad de la información que está íntimamente vinculada con la falta de pruebas.

En ese sentido, cuesta trabajo poder explicar al mundo, cómo México está midiendo ésta; quiénes están enfermos, quiénes han fallecido y la población contagiada, si al final del día no se han hecho pruebas.

Preocupa que no contemos con información veraz, con información certera que esté permitiendo tomar las medidas adecuadas y las decisiones adecuadas tanto de carácter sanitario, como de carácter de reactivación económica hacia adelante.

La curva es claro que no se ha aplanado…La revisábamos ayer, está completamente hacia arriba.

Y en ese sentido preocupa la tendencia, pero también preocupa el no contar con suficiente información, reitero, verídica y certera al respecto.

Rubio, con maestría en relaciones internacionales en la London School of Economics, puso sobre la mesa otro tema en su intervención (a distancia), el de la COFEPRIS (Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios).

Nos preocupa la lentitud que percibimos por parte de COFEPRIS para las autorizaciones de distintos tratamientos y distintos insumos médicos.

En una coyuntura como la actual, nos cuesta trabajo pensar por qué no nosotros validamos certificaciones ya hechas en América del Norte, ya hechas con socios en Europa, que permitan hacer más expedito el que México y los mexicanos cuenten con insumos médicos de calidad para enfrentar esta coyuntura.

Hasta aquí la senadora del PRI.

De la respuesta de Marcelo Ebrard (ojalá no haya sido al estilo López-Gatell), nada; nos cerraron el micrófono en el Canal de Congreso.

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ELUDIR LA VERDAD.- Entre la “curva aplanada” de López-Gatell sobre los contagios del coronavirus en nuestro país, y la “Línea de contención” de Alfonso Durazo en homicidios dolosos, no hay a cuál irle.

Si a ello le sumamos los mensajes de optimismo del inquilino de Palacio Nacional sobre el final de la epidemia, el “ya falta poco”, “la luz al final del túnel” o la “curva domada”…, terminamos de lucirnos.

Bien cabe aquí la voz del jurista Diego Valadés: “En ningún caso se justifica eludir la verdad, ni siquiera para cuidar el estado de ánimo social”.

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GEMAS: Obsequio de Claudia Sheinbaum: “Estamos estimando que la Ciudad (de México) estará en semáforo rojo, por lo menos, hasta el próximo 15 de junio”.