Daniela Catrileo, escritora mapuche, una “intrusa” en los géneros literarios

*Cultura UNAM .

/ Carlos Ochoa Aranda /

 Un puñado de almendras, que reúne una selección de su obra y pertenece a la colección Biblioteca Esencial de la Universidad de Chile: “Cuando me invitaron a publicar, dije inmediatamente que sí, porque me parece fundamental el principio que tiene la Universidad de Chile con esta biblioteca, que es la difusión y la democratización de los libros, incluso con su costo… Hay proyectos que han sido transversales en Latinoamérica, y que han existido como poner valor a estos libros y difusión en lugares donde no necesariamente llegan o en los que las personas no necesariamente pueden adquirirlos”, mencionó.

Esta colección, adelantó, es un guiño a esas políticas de Estado de bienestar que extrañamos, a ese Estado ilustrador que tenía la política de libros para todas y todos. Argumentó que se puede hablar de procesos de ilustración plebeya a través de estos proyectos editoriales.

Reveló que se considera una “intrusa” en los géneros literarios, pues cuando una poeta publica narrativa, se piensa que dio un salto evolutivo; destacó que en su caso no es así. “Sigo escribiendo poesía con la misma dedicación. Para mí los géneros son secundarios; casi todo parte de un poema, una imagen, un verso, y desde ahí se expande”.

Precisamente en el tema de la imagen, detalló que una imagen poética puede surgir del tacto, del gusto o de un aroma. Por ejemplo, aseguró que su novela Chilco nació de un aroma que sólo la protagonista podía oler. “Los sentidos desencadenan imágenes que reverberan en la imaginación del lector”.

Acerca de su origen, la escritora chilena afirmó que pertenece al pueblo mapuche, pero también reivindicó la palabra “champurría” que designa lo mezclado o lo impuro, por lo que se hace llamar mapuche champurría.

“Es un término que viene de la península ibérica y que, con la colonización, se extendió por América. Se usaba para nombrar comidas, bebidas o cuerpos mezclados. En México, por ejemplo, existe el champurrado. A mí me interesa la impureza no en un sentido negativo, sino como una potencialidad política: reconocernos impuros nos permite generar alianzas transfronterizas, transformar formas de vida y pensar en la emancipación”, subrayó.

En este sentido, Daniela reflexionó acerca de las demandas de pureza cultural que les exigen a los pueblos originarios: “Es una discusión muy cínica, reducida a lo biológico… Para mí, mis vecinos son mapuche y son de clase popular. Su ‘mapuchicidad’ no cabe en un ‘mapuchómetro’ de manual. La reivindicación de esa impureza tiene potencial porque hablar de un origen puro es un peligro, una ficción que hoy retorna con discursos conservadores”, sentenció.

Catrileo describió una conexión profunda con su linaje: “Los apellidos mapuche tienen un kupalme –lo que te atraviesa en la vida–. El mío, Catrileo, viene de algo así como ‘río cortado’. Sé que el río me escribe”. Agregó que para ella la imagen poética “puede condensar un discurso, un diálogo, un entre líneas… da la posibilidad de que la traduzcamos desde distintas maneras”.

“Me habían invitado a escribir sobre el amor y lo que surgió fue la historia de dos hermanas mayores, una de ellas cuidadora de la otra, en un espacio rural. Elegí mostrar el amor a través de los cuidados y la soledad del envejecimiento. El proyecto original nunca se concretó, pero después envié el cuento al concurso de la Universidad de Chile y así cobró vida”, remarcó Catrileo, ganadora del más reciente Concurso Latinoamericano de Cuentos Marta Brunet por su relato “La intimidad de un bosque”, donde aborda los temas de la vejez, la violencia y la ternura.

Ella es una de las grandes escritoras chilenas con una obra que incluye poesía, cuento, ensayo y novela: Río híbridoGuerra FloridaEl territorio del viajePiñen, ChilcoSutura de las aguas y Un puñado de almendras, entre otras.

Fuente Gaceta UNAM