* Con singular alegría
/ Por Gilda Montaño /
Para don Raúl Arizmendi, mi compañero de domingos y de valores. Con gran respeto.
“Que las fuerzas se unan en un solo cause, con un solo propósito: el beneficio de la igualdad”.
Descubrí recién a un hombre que introduce la categoría de estudio a la Gestión Pública. Él se llama David Shand. Retomo su discurso para anunciar que el refiere esencialmente a la gestión pública, como aquel conjunto de procesos, de esfuerzos, incluso de inventiva, relacionados con el cómo se hacen las cosas.
Pero primero tendríamos que preguntarnos ¿Qué es la Gestión Pública? A lo que el autor responde que: “es el conjunto de prácticas y políticas que dan movimiento a la Administración y el Gobierno.”
Entre administración pública y gestión pública, vamos a encontrar una diferencia importante sin que los dos sean antagónicos o repelentes. Y vamos a ver por qué:
La administración es la actividad externa del gobierno en la sociedad. El cuestionamiento viene en que los procesos de la Administración son las que están fallando, las fallas de la Administración es lo que hace reportar el concepto de Gestión Pública.
Así pues, gestión se refiere al proceso de las políticas, que explica cómo funcionan éstas y cómo se desarrollan en la Administración.
También Gestión Pública se refiere al arte de hacer las cosas. En cambio, a la Administración Pública la encontramos en disposiciones escritas, códigos, constituciones, en leyes. Nos interesa la capacidad de la administración para hacer las cosas.
¿Cuántas veces nos hemos preguntado qué es un administrador público, y qué es un político? Muchas. Vemos que todo un sistema o aparato Estatal está lleno de servidores públicos, de administradores públicos. De esos ya hay muchos. Demasiados. Se llaman, los de las clases medias y bajas, burócratas. Aunque usted no lo crea.
Pero para puestos clave, se necesita contar con políticos. Personas que entiendan que la política significa consensos, inteligencia, ideas, soluciones. Liderazgo, antes que nada. Porque de nada sirve tener un simple ser que se llama secretario, o Gobernante, cuando no puede, no entiende qué está haciendo en el puesto en el que lo pusieron.
Por supuesto que las tareas fundamentales las llevan los de abajo. El aparato burocrático que sabe qué hacer cada quien, en cada instante. Lo sensato sería aquí, formar cuadros que estén perfectamente adiestrados en el manejo y en el conocimiento de lo que ha significado, primero la historia de su región, luego las soluciones a los conflictos que se han generado; Es decir, conocer realmente su entorno, sus problemas, sus carencias, sus conflictos, y las posibilidades de solución para cada una de ellas. Hacer consenso, no ganar adeptos.
Hacer política es lograr estabilidad social y lograr consensos en todos los sectores: económico, político, social, cultural. Entender a la gente que se quiere gobernar. Pero tal vez eso sería populismo. Que las fuerzas se unan en un solo cause, y con un solo propósito: el beneficio de la igualdad para todos los gobernados.
El concepto de Gestión Política está vertido en estrategias, artes y recursos, que se pueden emplear. Pero lo que interesa es la gestión, desde el punto de vista de un arte. El arte se relaciona más con un concepto que llamaríamos el saber profesional. El arte de la Gestión Pública no está escrito, es el que se crea al interior de las Instituciones Públicas.
¿Cuál es el perfil de Estado que David Shand, consigue para entender la Nueva Gestión Pública?? El autor habla de un Estado reformado. De un Estado con modificación en algún sentido; con replanteamientos. Un estado mucho más limitado, en cuanto a tamaño. Un Estado mucho más acotado, que se orienta más a lo cualitativo.
Recordemos en este instante, a Isidro Fabela, gobernador de nuestro Estado de México, que en 1945 logró unir a las fuerzas dispersas en un objetivo común: el desarrollo integral de este Estado. El fundador del Grupo Atlacomulco, es este brillante hombre. Aunque alguien de poca monta diga que, de ese grupo, solo queda el municipio. Mentira.
Ese Estado va a ser el producto de Reformas Institucionales. Allí es donde aparece el concepto de la Reforma Gerencial de la Administración Pública. Se trata de la Reforma Gerencial de la Administración. No debemos acabar con la Administración, debemos tratar de revitalizarla. Aquí la Reforma toca los ámbitos de la vida estatal y de la vida de la sociedad.
La Reforma de la Gestión Pública empieza con los procesos de privatización. La privatización es un instrumento de gobierno: La privatización va a modificar en primer lugar el régimen de propiedad del Estado. Implican nuevos propietarios, en este caso privados. Disminuye el tamaño administrativo del gobierno, y como ventaja, genera liquidez. Es una señal de certidumbre para los inversionistas privados. Un ejemplo de esto, es Tesla en Nuevo León. Con Samuel o sin él.
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