Prosa aprisa.
Arturo Reyes Isidoro.
No anda mal el padre Suazo (José Manuel, vocero de la Arquidiócesis de Xalapa).
En el comunicado dominical de ayer, que suscribe, señaló la necesidad de adaptarse a nuevas exigencias después de la contingencia sanitaria.
Para el caso concreto de su Iglesia, apuntó que la vida pastoral no será igual y que encontrarán nuevos desafíos.
Está bien ubicado en el presente pero además viendo hacia delante.
Dijo una palabra clave: adaptarse; adaptarse a nuevos desafíos, a nuevas exigencias.
El 2 de julio de 2018 hubo otro pico, de otra contingencia, esta política: barrió Morena a la oposición y se encaramó al poder.
Desde entonces las dirigencias que perdieron debieron adaptarse a un nuevo desafío: recuperar el poder pero a partir de una nueva realidad.
Ya casi dos años después, año y medio de que Morena gobierna, ¿qué han hecho para reposicionarse?
Percibo que muchos todavía no salen de la sorpresa, que no acaban de asimilar lo que pasó, que continúan creyendo que las cosas siguen siendo como antes y que las reglas siguen siendo las mismas.
A un año de la próxima elección intermedia parece que no han hecho nada, que no se han adaptado al nuevo escenario (y a lo mejor ni lo perciben), bajo nuevas reglas que no son las suyas, por lo que les esperaría un futuro nada prometedor.
No bastan las críticas, las denuncias en los medios y en las redes sociales, la guerra de memes, los tuititos, los señalamientos en la tribuna legislativa; no bastan si no van acompañadas de acciones concretas y efectivas, de resultados.
Porque si se atiene uno a la encuesta que dio a conocer el viernes pasado Massive Caller, a un año de la elección intermedia en Veracruz la oposición estaría contra las cuerdas.
La medición que realizó en el Estado en cuanto a los distritos electorales federales solo da una victoria al PAN en el que corresponde al del municipio de Veracruz (Veracruz Urbano). En los 19 restantes arrasaría Morena.
El mapa de las cifras muestra que la única oposición significativa, aunque insuficiente para restar fuerza al partido en el poder, es la panista. El PRI aparece en tercer lugar aunque muy lejos de algún triunfo. En ninguno gana.
Según Massive Caller es una casa encuestadora que ha desarrollado un sistema robótico con el cual se pueden lanzar miles de llamadas, obteniendo las respuestas de la audiencia en el menor tiempo posible y eliminando el sesgo que implica el factor humano, lo que la convierte en la más confiable del mercado, con resultados más precisos.
Finalmente no se trata más que de una encuesta, pero sus porcentajes sirven para establecer un punto de arranque que muestra ya una tendencia del derrotero rumbo a las elecciones del 6 de junio de 2021.
En prospección realizada se comenta que Veracruz será uno de los destinos en los que se dirimirá la batalla electoral federal. De acuerdo a la página de la LXIV Legislatura federal, la composición por entidad federativa coloca a nuestro Estado en tercer lugar de importancia con 36 diputados en total, 20 de mayoría relativa y 16 de representación proporcional, solo abajo del Estado de México, 41/25, y de la Ciudad de México, 24/23.
Por distritos, los porcentajes que arroja la encuesta con: 01 (Pánuco), PAN 28.9, Morena 48.3; 02 (Tantoyuca), PAN 33.8, Morena 45.8; 03 (Tuxpan), PAN 32.2, Morena 39.7; 04 (Veracruz), PAN 49.2, Morena 31.0; 05 (Poza Rica), PAN 24.0, Morena 55.1; 06 (Papantla), PAN 28.1, Morena 55.6; 07 (Martínez de la Torre), PAN 35.9, Morena 49.9; 08 (Xalapa Rural), PAN 20.7, Morena 58.9; 09 (Coatepec), PAN 30.4, Morena 51.7; 10 (Xalapa Urbano), PAN 32.0, Morena 58.0; 11 (Coatzacoalcos), PAN 16.0, Morena 59.5; 12 (Veracruz-Boca del Río), PAN 32.1, Morena 39; 13 (Huatusco), PAN 19.7, Morena 56.4; 14 (Minatitlán), PAN 23.4, Morena 58.4; 15 (Orizaba), PAN 32.4, Morena 47.5; 16 (Córdoba), PAN 18.2, Morena 56.7; 17 (Cosamaloapan), PAN 21.3, Morena 60.2; 18 (Zongolica), PAN 19.9, Morena 55.6; 19 (San Andrés Tuxtla), PAN 17.8, Morena 60.4; 20 (Cosoleacaque), PAN 23.5, Morena 58.7.
Parece inaudito que distritos como los de Coatzacoalcos o Xalapa, teniendo en las cabeceras municipales alcaldes muy grises (“no sirve para nada” dicen de Víctor Manuel Carranza Rosaldo los propios morenistas) tengan una intención del voto a favor. Solo el tiempo dejará en claro qué atrae al electorado.
El resultado de la elección de diputados federales es determinante para reconfirmar el poderío de López Obrador o para atarle las manos. Si mantiene la mayoría dispondrá y hará lo que quiera y como quiera, como viene haciendo ahora.
Cabe pensar que la tendencia para las diputaciones federales sirve de patrón para estimar porcentajes similares para las diputaciones locales y las presidencias municipales.
Con razón, la tarde del viernes, en Coatzacoalcos, el presidente Andrés Manuel López Obrador expresó: “No voy a olvidar el apoyo que siempre he recibido del pueblo veracruzano y en particular de esta región del sur de Veracruz. No voy a fallarles, paisanos, no voy a traicionar la confianza que han depositado en mí, mis paisanos veracruzanos”.
¡Dónde, pues, ha estado la oposición en todos estos meses?
La mansión de Rocío Nahle
Extraña la preferencia electoral que tienen los veracruzanos, a pesar de las grandes incongruencias, por no decir que las hipocresías, de los gobernantes federales de Morena.
Proclaman que primero los pobres, hablan en sus discursos de austeridad republicana y de pobreza franciscana.
¿Sabe usted dónde pernoctó el presidente Andrés Manuel López Obrador en su visita al sur del Estado? Ni más ni menos que en la mansión de la Secretaria de Energía, Rocío Nahle García.
Sí, no en una vivienda modesta de uno de sus fans, de los pobres que son su bandera, no en un hotel sencillo, no. En una mansión que tiene por numeración 1217/1509, en la calle 18 de marzo, que da idea cuántos lotes ocupa el frente.
Ahí vive humildemente la “socialista” Nahle García. Y en esa “choza” de esa distinguida “proletaria” de Morena se quedó a dormir y a desayunar, comer y cenar el austero y franciscano presidente.
Cualquier mexicano tiene derecho a vivir según su posición económica. Pero políticamente no cabe envolverse en la bandera de la pobreza y proclamarlo, ante la inocultable riqueza que ostentan y que ofende a los pobres.
Una transmisión que hizo el comentarista y conductor Martín Santos Cabrera frente a la casa de la señora Nahle, mostró su mansión. Muy lejos de la pobreza de millones de mexicanos por los que dicen estar preocupados.
El presidente debió declinar cualquier cortesía en congruencia con su discurso. Durmió y –seguramente– tomó sus alimentos como el más distinguido conservador y neoliberal, que tanto critica.
Aquí sí, mis respetos para Cuitláhuac García Jiménez, quien vive más modestamente.
Pero para cerrar el círculo, volviendo al comentario inicial, pese a todo lideran la preferencia electoral a doce meses de la próxima elección.
Nada de eso ha sabido explotar la oposición. Tampoco combatirlo para su provecho. Si no sale del espasmo en que quedó, si no se repone de la paliza de julio de 2018, si no se adapta a la nueva realidad para de ahí tomar impulso de nuevo, nada tiene que hacer en el próximo proceso electoral.