De “México Libre” a “Se libró México”.

EL PODER DEL PUEBLO

Lic. Rubén Ríos Uribe

Al final del sexenio calderonista había un chiste que decía así: en una encuesta, 99 de cada 100 mexicanas y mexicanos dijeron que si hubieran sabido con anticipación lo que Calderón iba a hacer con el país, no habrían votado por él. Y en otra pregunta de esa misma encuesta, los mismos 99 de cada 100 mexicanas y mexicanos, dijeron que –ahora que hacían memoria-, ellas y ellos NO habían votado por él.

El tragicómico enunciado condensa el sentir popular hacia Felipe Calderón: ni lo elegimos, ni nos gobernó bien. Fue como el colado de la fiesta, al que no invitamos y que, además, terminó borracho armando una trifulca y estropeando la reunión.

Así que más respondiendo a una insoportable presión social que en honor a un legítimo compromiso por la democracia, una mayoría de consejeras y consejeros del Instituto Nacional Electoral rechazaron la solicitud de registro del malogrado partido político “México Libre” de Felipe Calderón y Margarita Zavala. Pasamos de “México Libre” a “Se libró México”.

Acostumbrados a que el INE sea más fuente de noticias malas que de buenas, para la amplísima mayoría de las mexicanas y mexicanos el rechazo al partido del calderonismo fue una grata sorpresa, recibida con un júbilo que retrata el grado de repulsa popular a la figura de quien gobernó México a sangre y fuego durante seis dolorosos años.

Calderón sabe que necesita el fuero de Diputado Federal para frenar, al menos en algo, su inexorable ruta hacia la justicia, pero su visión distorsionada de la realidad le impide percibir con lucidez que el pueblo lo repudia.

Pero es bien sabido que la felicidad nunca es absoluta y nuestros funcionarios electorales se han ganado a pulso nuestra desconfianza. Por eso muchas y muchas todavía tememos que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación nos agravie con una barbaridad que no sería de ninguna manera inédita.

En 2018, sin ir muy lejos, cuando el INE había negado el registro de la candidatura independiente de Jaime Rodríguez “El Bronco”, por haberse documentado la fabricación de firmas falsas, el TRIFE indignó a la sociedad perdonándolo y ordenando al Instituto que sí concediera el registro. En aquella ocasión hasta la Organización de Estados Americanos criticó la actuación del Tribunal.

Así que ya sabemos de lo que son capaces, al torcer la voluntad popular. En un mundo ideal deberíamos dormir tranquilas y tranquilos confiados en la certeza de nuestras instituciones, pero herencia como son del pasado neoliberal y autoritario, lamentablemente no podemos confiar plenamente en ellas.

La presión social, como ocurrió en el INE, debe seguir. Las y los magistrados del TRIFE deben saber que México ya cambió y que nuestros ojos están puestos en su votación y que una nueva bofetada al pueblo de México pisoteando la ley será objeto de repudio social.

*Diputado local. Presidente de la Mesa Directiva.