De policías a corderos .

*Mujeres y Política .

/ Soledad Jarquín Edgar /

SemMéxico – Reconocer equivocaciones y errores es lo más difícil para un gobierno, en cambio justificar las equivocaciones es parte del arte del engaño en la política.

San Pablo Etla es un pequeño municipio de los valles centrales de Oaxaca, su población con trabajo es apenas superior a los 20 mil habitantes, pero la cabecera debe tener menos de cinco mil. Es un pintoresco lugar, que determina a sus gobernantes a través de un sistema normativo indígenas, muchas veces cada municipio tiene su sistema de elección.

Esta semana se suscitó en esa población un desagradable hecho de inseguridad provocado por la falta de políticas públicas de prevención del delito y claro por falta de la protección de un cuerpo policial. Es decir, sin cuerpos de seguridad difícilmente se puede contener a los delincuentes y es cuando el pueblo decide (para mal) tomar la justicia en sus manos

Dos presuntas personas fueron sorprendidas robando, ambos fueron alcanzados por personas de la comunidad. Él recibió golpes diversos por lo que requirió ser hospitalizado, ella también. Cuando la policía municipal intervino logró evitar un linchamiento con la joven que fue llevada a una patrulla, de donde la turba molesta la sustrajo, la volvió a golpear y como castigo ejemplar la hicieron caminar por las calles de esa otrora “apacible población”, un acuerdo al que llegaron con la policía municipal y estos accedieron para preservar la vida de la mujer.

Ya saben, López Obrador impuso la moda de las conferencias de prensa, y los gobiernos de la 4T también aplican el modelo, excepto que el expresidente era un comunicador político muy avezado, decía lo que tenía que decir, podría ser una verdad o quizá una mentira, como sea su arte era convencer al pueblo bueno que lo escuchaba. En resumen, un político que no sabe comunicar es un mal político.

En Oaxaca el gobernante en turno ofrece una conferencia de prensa cada semana, ahí aclara las equivocaciones que tuvo en la semana, por otra parte, hay una conferencia de prensa del llamado gabinete de seguridad, donde está el Secretario de Gobierno, el secretario de Protección y Seguridad Ciudadana, la secretaria ejecutiva del Sistema Estatal de Seguridad Pública y alguno que otro funcionario que acude porque dicen tiene algo que informar.

Es curioso y no pongo en duda nada, solo para que usted juzgue. Tras la pregunta de un o una reportera, viene una respuesta “ilustrada”, no por el alto nivel de conocimiento de quien responde, no, me refiero a que llevan todo preparado, el video, la gráfica, las fotografías, los datos, las estadísticas. Todo casual. ¿Cómo le harán para saber qué les van a preguntar? Bueno llevo noches pensando.

Volvemos al caso San Pablo Etla. Ahí, en la conferencia de seguridad de Oaxaca, esas autoridades dejaron claro varias cosas, uno de ellos el déficit de patrullas o “equipamiento de movilidad”, así que lo que ven como un gran adelanto se cae cuando las personas saben sumar y restar.

Lo otro de la conferencia de prensa es la violación a los derechos humanos de las personas detenidas, de ellas, el nombre, edad y origen fueron dados a conocer por el secretario de Protección y Seguridad Ciudadana, Iván García Álvarez, en una clara violación a los derechos humanos de las personas detenidas a quienes evidentemente se les violó la presunción de inocencia.

Aunado claro está a la violencia sexual, desnudar a una persona, cometida por quienes en su mayoría hombres, castigaron a la presunta responsable de un robo. Y ahí surge la tercera parte de mis cuestionamientos. Los tres funcionarios, el secretario de Gobierno, José de Jesús Romero López; la secretaria ejecutiva del Sistema Estatal de Seguridad Pública, Karina Barón Ortiz y el antes mencionado García Álvarez pretendieron justificar la pésima actuación de los elementos de seguridad, argumentando que preservaron la vida de la persona detenida.

El sometimiento de las policías municipal y estatal a las decisiones de un pueblo enojado fue evidente, como mansos corderos llevan a la presunta delincuente, ya en calidad de víctima, exhibiendo su cuerpo desnudo para beneplácito de un pueblo que vitoreaba horrores, se trata de disminuir, humillar y degradar a la persona exhibiendo su cuerpo desnudo, más aún si se trata de una mujer.

Karina Barón fue la única en reconocer que hubo una evidente capacitación de los policías municipales de San Pablo Etla que no supieron cómo actuar y aprovechó para decir que la “Universidad” de la Seguridad tiene de forma gratuita y a disposición de todos los municipios la capacitación del protocolo de actuación en la detención de mujeres, adolescente, o de una persona LGTBQ+ o “grupos vulnerables”.  Ojalá también mande a esa “universidad” al secretario García Álvarez para que no violente los derechos de las personas.

Cierto, es evidente, no sabían como enfrentar a la turba, preservaron la vida, pero se volvieron cómplices al hacer que la mujer caminara desnuda y no hacer lo mínimo para evitarlo.

Eso sí, el secretario de Gobierno don Jesús Romero se le fue a la yugular a la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca quien cuestionó su actuación y dijo que se volvió una institución de escritorio. ¿Será?

Y aunque usted no lo crea, la persona a quien le estaban robando sus pertenencias en San Pablo Etla se desistió de la denuncia.