De vuelta a la casilla #1

*A Juicio de Amparo.

/Maria Amparo Casar/

Sin duda la Presidenta Sheinbaum salió bien parada en el trance que dominó la discusión pública de la relación México-Estados Unidos. Ni ante las amenazas reiteradas antes del 1° de febrero ni después de emitido el decreto ejecutivo sobre la imposición de aranceles, Sheinbaum sobre-reaccionó ni intentó “ponerse al tú por tú” con Trump.

Habló firme, le dijo a los mexicanos lo que querían oír (no permitiremos ninguna intención injerencista en nuestro país), esgrimió las razones de por qué tanto México como Estados Unidos son corresponsables de la crisis del fentalino, le señaló al país vecino que debía hacer un mayor esfuerzo en parar la venta ilegal y el consumo de drogas en su propio territorio, lo culpó de ser el principal proveedor de armas de los criminales y evidenció las consecuencias negativas para los dos países de imponer aranceles.

Como correspondía, pidió explicaciones sobre la inusitada y poco diplomática declaración de que “los cárteles mexicanos tienen una alianza intolerable con el gobierno de México … ha proporcionado refugios seguros a los cárteles para fabricar y transportar drogas ilícitas, que en conjunto han provocado la muerte por sobredosis de cientos de miles en Estados Unidos.”

Remató pidiendo una mesa de diálogo de alto nivel. La obtuvo. Las negociaciones de alto nivel se llevarán a cabo fuera del ojo público.

Sin embargo, casi todo quedó en el aire. Los aranceles siguen sobre la mesa. Con lo informado hasta el momento -supongo que hay más- lo que México ha ganado es un mes.

Volvimos a la casilla número 1: a la casilla de salida. Todo sigue igual salvo la concesión -no menor- de enviar a diez mil elementos de la Guardia Nacional para frenar la migración. Algo que ya había vivido México en 2019 en su frontera sur. Ahora, la militarización de la frontera norte.

Sobre todo, seguirá siendo el presidente del país más poderoso del mundo durante los próximos cuatro años.

La agenda México-EU seguirá estancada por los mismos o peores problemas. Una agenda a merced de lo que dicte Trump. Aún está en la mesa -no lo podemos olvidar- la clasificación de los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas y lo que esto permitiría a EU en términos de “injerencismo”.

Como mandataria, Sheinbaum estaba obligada a pedir explicaciones sobre la afirmación de Trump en torno a los nexos entre los cárteles del narco y el gobierno de México, pero tampoco -todos lo sabemos- se pueden cerrar los ojos frente a la realidad de los vínculos añejos entre los distintos niveles de gobierno y el crimen organizado que han sido documentados por los especialistas de aquí y de allá.

Ma. Elena Morera nos recordaba el sábado pasado (El Universal, 01/02/2025) que estos lazos no son nada nuevo. Nos recordaba el “michoacanazo” en 2009 “cuando 11 alcaldes fueron detenidos por sus nexos con la Familia Michoacana en un intento del entonces presidente Felipe Calderón por desmontar los vínculos de autoridades del estado con este cártel”. Después de un recorrido por otros casos similares de penetración de los gobiernos locales por el crimen organizado -incluido el sexenio de AMLO- concluye relatando la alarmante situación del estado de Sinaloa y su gobernador, Rubén Rocha, que inexplicablemente sigue protegido. Tanto, que hasta se da el lujo de felicitar a la presidenta por su entereza: “Reconocemos como un gran acierto la posición moderada, republicana, de Claudia Sheinbaum, de no confrontación, sino de colaboración, en aras de los intereses de México siempre garantizando el respeto a las otras naciones, asimismo reconocemos la actitud razonable y voluntad del presidente Donald Trump”.

Antes de terminar, vale la pena señalar que otro triunfo indiscutible para la presidenta Sheinbaum es que desde que llegó Trump al poder, la agenda de política interior ha pasado a segundo plano. No sólo le ha robado espacio y atención a los problemas que vive México como la reforma judicial y la desaparición de los órganos autónomos, sino que en un sabadazo se aprobó la reforma al Infonavit y la del maíz transgénico.

Se sigue pregonando la unidad nacional pero Sheinbaum ha tenido, por decir lo menos, la descortesía de no invitar a los integrantes de la Suprema Corte a la ceremonia del aniversario de la Constitución. Lo ha hecho diciendo que el acto lo organiza el gobierno y que tomó la decisión de que era un acto republicano, por lo que sólo estarán los poderes Ejecutivo y Legislativo. ¿Qué? Se le habrá olvidado que el artículo 49 dice que “El Supremo Poder de la Federación se divide para su ejercicio en Legislativo, Ejecutivo y Judicial”. Los tres poderes junto con los de los estados constituyen la república representativa, democrática, laica y federal (art. 40).