*Cada vez hay más voces feministas que tratan de rehabilitar las tradiciones religiosas a partir de una interpretación que pueda ser incluyente: Pauline Capdevielle, de Investigaciones Jurídicas.
/ María Guadalupe Lugo García /
24.02.2025. Ciudad de México.- Históricamente en México se ha logrado una convergencia entre feministas y sectores laicos, lo que permitió al país avanzar hacia la identificación de un derecho a decidir; pero también cada vez hay más voces en pro del feminismo que tratan de rehabilitar las tradiciones religiosas a partir de una interpretación que pueda ser incluyente y, sobre todo, que insista en el libre albedrío de las mujeres a decidir acerca de su cuerpo, consideró Pauline Capdevielle, integrante del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM.
Aunque ese no es el caso de todos los países del mundo, hay muchas naciones, en particular en Latinoamérica, “donde encontramos en su constitución un principio de laicidad y, al mismo tiempo, una criminalización absoluta del aborto”, prosiguió la universitaria al participar en la conferencia inicial del encuentro “Diálogos de derechos. Ciclo de conferencias introductorias al Diplomado sobre el derecho a la no discriminación”, organizado por el IIJ.
En la sesión “Mujeres, reproducción y fecundidad”, resaltó la necesidad de fortalecer una laicidad con una perspectiva de género, “porque en muchos casos por sí sola aquélla no es una varita mágica que en automático permita la defensa del derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo; pero “hay un punto de convergencia, tanto en la práctica como analíticamente para contar con una secularidad realmente comprometida con la defensa de los derechos reproductivos de las mujeres”.
¿Despenalización del aborto?
Abigail Villalpando Gutiérrez, doctorante del IIJ, destacó que desde hace pocos años un mayor número de estados del país han despenalizado o legalizado el aborto, “otros sólo lo han despenalizado y algunos más muestran resistencia a ello, tanto que han tenido que judicializarse para otorgar este reconocimiento sin que muchos congresos locales hayan acatado como una obligación armonizar sus marcos legales en función de distintas sentencias de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), y ordenamientos en el ámbito del derecho internacional”.
En el contexto regional se observa una amenaza por desconocer estos derechos. Ante ello, hay mucho por hacer en términos de desestigmatización social, y ahí los movimientos sociales, colectivas feministas y organizaciones internacionales han realizado un gran trabajo.
Subrayó la importancia de vincular los derechos sexuales reproductivos y no reproductivos a otros derechos y principios jurídicos para comprender su relevancia, pero también para tener mayores elementos a fin de defenderlos.
Consideró la importancia de defender los derechos reproductivos de las mujeres también desde lo social y cultural, “porque ya hemos visto lo que ocurre en Estados Unidos y otros países”.
Abigail Villalpando expuso que se sabe que prevalecen en algunos espacios estas nociones que vinculan el aborto con el asesinato, “lo que sólo estigmatiza a las personas que requieren hacerlo, siempre por causas diversas; y es paradójico también que en esos países, sobre todo que históricamente habían luchado por el avance de la libertad, tengan ahora posicionamientos mucho más dogmáticos”.
Justicia reproductiva
María del Pilar González Barreda, profesora en la Facultad de Derecho de la UNAM y coordinadora de la Cátedra Extraordinaria Benito Juárez sobre Laicidad del IIJ, mencionó que en México, durante 2021, la Suprema Corte de Justicia de la Nación enunció el concepto de justicia reproductiva y lo enlazó con la noción de derecho a decidir.
Según la SCJN, el derecho a decidir de las mujeres es dinámico en la medida del caso y contexto específicos; por ejemplo, implicaría considerar la edad de la persona o si se trata de un embarazo adolescente, el cual se presume que podría ser resultado de violencia sexual. El derecho a decidir está interrelacionado en el proyecto de vida, lo que conlleva que esté libre de injerencias de cualquier índole.
La Corte reconoce que la laicidad es un eje central que da fortaleza al proyecto de vida, es decir, de qué forma podemos construirlo si no es acompañadas de la protección constitucional en un Estado laico, puntualizó.
Elisa Calleja Sordo, también académica posdoctorante del IIJ, indicó que la fecundidad de las mujeres se ha modificado a lo largo de la historia. Anteriormente tenían seis u ocho hijos, hoy en día estamos por debajo de la tasa de reemplazo, el número de descendencia es de 2.4 en promedio. Una de las razones es que muchas ahora aplazan la maternidad para después de los 35 años, porque buscan una formación académica o un proyecto laboral que les brinde estabilidad económica.
Lo anterior es algo que también ocurre en diversos países como Corea, Japón, y Singapur, cuyo índice de natalidad es bajo, lo que coloca a esas naciones en una situación delicada desde el punto de vista demográfico, social, político y económico. Ante ello, la reproducción asistida podría representar una solución.