*María Cristina Rosas, de la FCPyS, habla sobre la interrupción del embarazo
*Habrá mucha tensión en el sistema de salud de aquellos estados donde sí se permita el aborto
Tres de los jueces que votaron para dar marcha atrás al Roe vs. Wade fueron nombrados durante la presidencia de Donald Trump. Esto es parte de su legado, afirma María Cristina Rosas, académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS).
Cuando fue mandatario señaló que él trabajaría para eliminar esta disposición que autorizó la Corte Suprema de los Estados Unidos en 1973 y que le permitía a las mujeres tomar decisiones respecto a la interrupción del embarazo. Eso es una decisión de cada mujer y se conminaba en 1973, cuando se aprobó esta disposición, por siete contra dos, precisa.
“Yo creo que son muy interesantes las cifras, de los nueve jueces siete aprobaron esta norma, mediante la cual las mujeres pueden decidir la interrupción del embarazo, y el Estado no se puede meter sobre la base de que es una decisión personal y Estados Unidos es el campeón también del individualismo”.
En entrevista con Gaceta UNAM indica que esa corte que dio a conocer este fallo en 1973 es muy diferente a la que tenemos ahora, “porque sí se observa un predominio conservador, se ve el legado de Trump, y la otra cosa que me llama la atención es que la corte se desdice a sí misma, es decir, revisa el Roe vs. Wade de 1973 y da marcha atrás”.
Explica que es un tema “profundamente polémico y divisorio en Estados Unidos, tanto o más que el tema de la posesión de armas de fuego, esos son los dos asuntos más controvertidos. Hay lobbies a favor y en contra en cada caso. Existen lobbies provida y los hay proaborto”.
Precisa que Estados Unidos es un referente mundial, “y si bien es cierto que en otros países del mundo ya se ha legislado para posibilitar la interrupción del embarazo por diversas razones, incluida la decisión de la mujer de no querer el embarazo, lo cierto es que esto que ocurre en esa nación va a tener profundas consecuencias. Ya vimos Oklahoma y otra docena de estados que están ya frotándose las manos para legislar sobre las sanciones que se aplicarían a las mujeres que interrumpieran el embarazo, y también esto tendrá implicaciones profundas en el resto del mundo”.
Afirma que hay estados gobernados por liberales como California y Nueva York que están preparados para recibir a las mujeres que decidan interrumpir el embarazo. “Lo que va a pasar es que se van a saturar los sistemas de salud de estos estados, porque van a recibir una avalancha de personas que van a querer interrumpirlo. Más allá de eso, no sé si podríamos hablar de una suerte de ciclos, las decisiones que toman las autoridades alrededor de este tema; es decir, había mucho conservadurismo en los años 70, pero finalmente hubo una ventana de oportunidad cuando legisló la Corte Suprema en favor de la interrupción del embarazo. Ahora vamos en otro sentido, es como pendular, el péndulo se fue en 1973 a posibilitar el aborto, en este momento se va a prohibir la interrupción del embarazo, y en algunos casos varios estados que anunciaron que legislarían al respecto, una vez que se tuviera el fallo de la corte, se habla de medidas muy draconianas. Prácticamente no será posible para una mujer interrumpir el embarazo, a menos que exista una razón verdaderamente de vida o muerte.
Posiblemente en una sociedad tan polarizada y tan dividida, dice, “esto es como música para los oídos de los republicanos, porque además no podemos perder de vista que viene el proceso electoral, las elecciones estadunidenses de medio término, y que por supuesto el partido demócrata está muy mal posicionado frente a los republicanos. Los demócratas creen que las mujeres proaborto apoyarán a sus candidatos con la esperanza de que se pueda echar abajo esta decisión de la Corte Suprema. La verdad veo muy complicado que eso ocurra en este momento. No sólo por la polarización social, sino también porque los demócratas trataron de hacer entrar en razón a los jueces de la Corte Suprema y fracasaron”.
Asegura que hubo varios intentos de los demócratas más progresistas para sensibilizar a los jueces conservadores. “Entonces, pensar que ahorita va a haber más apoyo a un Partido Demócrata que fracasó frente a esta decisión y que esto llevará a que los candidatos demócratas el próximo mes de noviembre sean votados por las mujeres proaborto es irrisorio. Creo que eso no pasará, se van a endurecer mucho las cosas para las personas que decidan interrumpir el embarazo, por la razón que sea. Habrá mucha tensión en el sistema de salud de aquellos estados donde sí se permita y se pueda recibir también a gente de otros estados para que se le practique este procedimiento.
El legado de Donald Trump es “escalofriante”, concluye, “ver como Trump no está en la presidencia pero su legado está ahí y él está jugando políticamente, es un jugador. No importa si tiene un impeachment encima, está vivo políticamente”.