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/ Agustín Basilio de la Vega. /
La trágica muerte de alcalde Carlos Manzo refleja una grave crisis de seguridad debido al desprecio por parte del gobierno de la Republica al Estado de Derecho. La indignación por la violencia que caracteriza a nuestro país crece cada día en más mexicanos que temen por la seguridad de sus hijas, familiares, negocios y bienes. La secuela de incapacidad de defender a los ciudadanos por parte de las fuerzas del orden debido al enorme error de “dar abrazos” y dejar que los balazos sean en contra de inocentes, está haciendo que muchos se hayan arrepentido de haber votado por Amlo y los candidatos de Morena.
Como consecuencia de lo anterior, los ciudadanos mexicanos piensan que las bandas de traficantes son más numerosas y poderosas que las policías municipales y estatales. Otro error es haber ordenado al ejército construir infraestructura y administrar aeropuertos y trenes y, a la Armada de México, administrar los puertos. Es el mundo al revés: los ciudadanos estamos encargados de nuestra propia seguridad (comprando candados, rejas, cámaras y alarmas) y las fuerzas armadas son los constructores y están haciendo negocios que han resultado improductivos para los mexicanos (AIFA, Tren Maya etc.).
Defender a México implica defender a la Patria, fortalecer a la Familia y asegurar la libertad de todos. La patria es la tierra natal, el territorio donde vivimos los mexicanos con sus instituciones e infraestructuras. La primera tarea es hacer que dentro de las fronteras de nuestro país se respete la ley y se combata a quienes la alteran, no lo contrario. Desafortunadamente el gobierno actual ha destruido instituciones y abierto las puertas al narcotráfico en muchos Municipios y Estados con esa falacia de los “abrazos”.
La Familia es la célula básica de la sociedad. Es el crisol en donde nacen, crecen y se forman las personas. Es la primera comunidad que se cohesiona en torno a la solidaridad que no es otra cosa que el amor al prójimo. La familia es sagrada para los mexicanos en el mejor sentido de su significado pues los padres dan su vida por sus hijos y estos no abandonan a sus abuelos. Querer instrumentarla para satisfacer egoísmos personales es destruir la esencia de la naturaleza del ser humano.
La libertad es connatural a la persona humana, está reconocida como un derecho humano por nuestra propia constitución y sin ella se denigra la dignidad humana. Se necesita libertad para la vida social, económica y política y es uno de los principales motores del desarrollo humano. Los países que no la respetan y promueven generalmente el intervencionismo estatal en la economía (energía, comunicaciones, transportes) abandonan la educación, salud y seguridad jurídica y social y hacen que sus pueblos se arruinen.
Tristemente en México, el gobierno populista actual está entregando el territorio de nuestra patria a los criminales, está destruyendo a las familias promoviendo la ideología de género y el hedonismo y matando la libertad personal. El último ejemplo contra la libertad de los mexicanos fue el acarreo fascistoide al zócalo de miles de burócratas, empleados y beneficiarios de programas sociales quienes fueron obligados a rendir culto a la presidente y su movimiento político.
X @basiliodelavega 8 de diciembre de 2025












