DEL VERBO FISCALIZAR.

“Integridad es hacer lo correcto aunque nadie te esté mirando”. Jim Stovall.

El próximo 25 de septiembre el Congreso del Estado designará a la persona que deberá desempeñarse como Auditor o Auditora del Órgano de Fiscalización Superior del Estado para un periodo de siete años, comprendido del año 2019 al 2026; este nombramiento se da en un momento sui generis que vive el estado de Veracruz, en donde la transición política aún no aterriza por completo al tener como lastre prácticas añejas que se rehúsan a irse, al igual que aquellos que las promocionan o hacen uso del engaño y la mentira para beneficio personal.

El ORFIS tuvo, desde sus comienzos, serias dificultades para poder desempeñar el rol que le corresponde constitucionalmente debido a resistencias políticas, prácticas poco transparentes y una promoción constante y abierta de actos de corrupción que se gestaban igual en el municipio más alejado de la entidad que en la propia capital del Estado a la vista de las y los veracruzanos.

En la actualidad el ORFIS es uno de los seis entes que forma parte del Sistema Estatal Anticorrupción y tiene un rol relevante en la revisión de la cuenta pública de los diversos entes fiscalizables del Estado; es por ello que la designación del próximo Auditor o Auditora General debe ser del especial interés de la ciudadanía, pues la fiscalización y la rendición de cuentas son procesos fundamentales en el combate a la corrupción.

Para este proceso fueron 62 las personas que atendieron el llamado a la convocatoria que expidió el Congreso del Estado; de las cuales sólo 54 (sólo 13 mujeres) cumplieron con el perfil para pasar a la etapa de entrevistas que se realizarán del viernes 6 al jueves 12 de septiembre del año en curso. Los perfiles están a la altura del reto que representa el órgano, lo que se traduce en un trabajo de análisis titánico, sumamente serio, exhaustivo y objetivo de las y los diputados de la LXV Legislatura que habrán de integrar la terna de candidatos para ocupar el cargo por designar.

El Congreso del Estado tiene en sus manos la oportunidad de fortalecer la credibilidad del ORFIS designando a la persona que cumpla con el mejor perfil, sea verdaderamente independiente y muestre el mejor proyecto de trabajo para los próximos siete años. Por otro lado, a los requisitos que exige la base tercera de la convocatoria deberá añadirse el verdadero compromiso de cumplir las metas del órgano, pero sobre todo el de fortalecer las instituciones a través de un impulso real a la cultura de la legalidad en el manejo de los recursos públicos.

Allí es donde considero que estriba el cambio que las instituciones públicas requieren: en la reducción de un ejercicio arbitrario y discrecional del poder y de los recursos públicos.

Por ello es necesario que en la designación de la persona que encabezará los trabajos del ORFIS contemos con un Congreso con un criterio objetivo y confiable que le permita designar a la persona idónea al frente de un ente tan importante para la vida pública de nuestro estado. En ese sentido, las y los ciudadanos veracruzanos no esperamos menos que un piso parejo en el proceso de selección, pero también que la persona que encabezará los trabajos de este órgano fiscalizador no tenga ese tufo que desacredite su imparcialidad.

Hago votos porque el único compromiso de la persona designada sea con el pueblo de Veracruz y no con agendas políticas o empresariales.

Como veracruzana e integrante del Sistema Estatal Anticorrupción de nuestro estado espero un proceso de selección transparente, apegado a la legalidad y que genere certidumbre a una sociedad veracruzana que cada día que pasa mira con desánimo los esfuerzos de la clase gobernantes y de sus propios representantes.

Veracruz y México viven momentos definitorios en donde el discurso político y la paciencia social se han estirado a límites inimaginables. Hoy nuestras instituciones se debaten entre la falta de credibilidad y el intenso deseo de una transformación de la que se espera mucho.

Por eso peticiono que la persona designada Auditora o Auditor General represente a las y los ciudadanos veracruzanos y no a intereses externos; es mi inquietud que quien sea designado Auditor o Auditora no nos regale la sorpresa de haber participado en los mismos procesos que va a auditar, ya sea directa o indirectamente; de la persona que sea designada espero que trabaje mucho en que los resultados de las revisiones a las Cuentas Públicas dejen de ser cubos de rubik para la ciudadanía, sino que sean entendibles, en un lenguaje ciudadano que le permita a la gente conocer y comprender en qué se gastaron el dinero las autoridades.

Una de las 54 personas aspirantes se sacará la rifa del tigre o tendrá en sus manos la oportunidad de construir una nueva etapa para Veracruz, en los próximos siete años, en materia de fiscalización, todo depende de cómo llegue.
Mientras las y los ciudadanos, esperamos.

Mtra. Alma Delia Hernández Sánchez
Integrante del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción de Veracruz de Ignacio de la Llave.