PARALAJE
Liébano Sáenz.
Los partidos políticos no solo son entidades de interés público, también tienen el monopolio para acceder a la representación política o al cargo público. En todo el mundo están muy desprestigiados, en México también, pero no ha habido mediación que los reemplace. Los mecanismos de democracia directa con frecuencia son infructuosos y difícilmente pueden ser instrumento que supla al sistema representativo. En el mejor de los casos lo complementan.
Justo por su función y naturaleza, es que la ley regula a los partidos. No comparto el sistema rígido mexicano para el reconocimiento de las nuevas organizaciones partidistas. La libertad de asociación debe facilitarse. En todo caso, se debe condicionar el acceso a las prerrogativas, pero no al derecho de participar en elecciones.
La democracia dentro de los partidos debe ser obligatoria en cuanto a la selección de candidatos. La definición de dirigencia es un proceso diferente. Es un tema interno, por lo que debe dejarse a las prácticas, reglas y condiciones de los propios partidos.
Por esa consideración no comparto la decisión que ha asumido el Tribunal Electoral al obligar al INE organizar una encuesta para resolver la renovación de dirigencia del Morena. Además de ilegal, es una intromisión en la vida interna del partido.
El INE no tiene dentro de sus facultades volverse órgano elector de dirigencias. Por razones excepcionales derivado de la pandemia, es explicable que no se haya podido dar curso al proceso de renovación previsto por el partido en comentario, y por la proximidad del proceso electoral, lo más sensato hubiera sido posponer la renovación de la dirigencia. No ocurrió así y la determinación le ha significado un perjuicio a dicho partido, adicional a los problemas de circunstancia y los que se derivan de ser el partido en el poder.
Si bien su definición ideológica la marca el día a día de Palacio Nacional, Morena tiene buenos prospectos de dirigente, dispuestos a perfilar un futuro que los identifique más allá de la figura de López Obrador en el espectro de las opciones partidistas del país. Es un partido muy importante y requiere que las autoridades contribuyan a su consolidación institucional, no a su deterioro.