*Vive 12 horas de terror por parte de la Fuerza Civil.
Por: Ana Alicia Osorio González/ Testigo Púrpura y Diario Xalapa
Veracruz, 1 abril 2019.- Durante más de 12 horas, ella vivió violaciones, golpes y amenazas, por parte de esos elementos que debieran estar para cuidar a la sociedad: la Fuerza Civil.
Ella, de quien se resguarda su nombre por seguridad, fue sorprendida el 15 de marzo por varias patrullas de la Fuerza Civil quienes comenzaron a despojarla del dinero y las pertenencias que llevaba consigo.
Los elementos la subieron a una de las patrullas, según relata, donde comenzaron las amenazas de muerte, los golpes y las insinuaciones sexuales que se prolongaron hasta llegar a una base donde había cuartos con camas.
Ahí, cuenta, que fue obligada a hacerle sexo oral a uno de los elementos, tocada por varios de ellos y golpeada sus partes íntimas y en el resto de su cuerpo en repetidas ocasiones, mientras le solicitaban más dinero que ella no tenía para darles.
Ella no estaba sola, había tres hombres que también fueron golpeados y tres mujeres más que vivieron lo mismo que ella: golpes, amenazas, violaciones.
“Yo lo único que pensaba era que iba a aparecer en las noticias, un #feminicidio más, que mi familia no iba a saber que me pasó, que iban a pensar que me asaltaron simplemente en la carretera y pues jamás iban a saber o se iban a imaginar que en realidad fue Fuerza Civil, las personas que se supone nos cuidan me iban a haber hecho todo eso”, contó.
Antes de soltarles, cuenta, les tomaron fotografías desnudas, con las cuales la amenazaron al decirle que tenían las imágenes con las que podía ser identificada y sus datos personales como direcciones; después les llevaron a otro sitio despoblado donde las mujeres volvieron a sufrir violaciones sexuales.
Cuando los elementos se fueron, las cuatro mujeres y los tres hombres pudieron correr y pedir ayuda para llegar al poblado más cercano llamado La Tinaja.
A pesar de las amenazas y con mucho temor, presentó la denuncia ante la Fiscalía Especializada en Delitos de Violencia contra la Familia, Mujeres, Niñas y Niños, y de Trata de Personas.
“Cuando ves que es una autoridad, que vienen armados y ellos dicen que no les pueden hacer nada, ellos dicen que pueden mover los hechos a su favor, mover los hechos y hacer todas las pruebas, ellos pueden inventar cualquier cosa y como te defiendes”, contó.
Los hechos ocurrieron el 15 de marzo, alrededor de las 14:00 horas, cuando la víctima fue interceptada presuntamente por elementos de esa corporación en La Mixtequilla, donde se había detenido en un puesto de cocos, sobre la carretera que lleva del poblado Mata Espino a Las Trancas, para comprar agua.
Los oficiales supuestamente llegaron en cinco patrullas y revisaron sin autorización el vehículo de la afectada, un Dodge Caliber; posteriormente y presuntamente sin motivo alguno la subieron por la fuerza a la batea de una patrulla para llevársela durante dos horas, die la versión de Diario Xalapa.
La afectada denunció ante la Fiscalía en Veracruz que los preventivos la despojaron de sus pertenencias, entre estas 15 mil pesos, y que la mantuvieron sin un rumbo fijo hasta regresar al lugar donde la interceptaron; ahí vio aún su camioneta, pero cuando pensó que la dejarían en libertad se percató de que uno de los policías, tal vez un mando, le dio las llaves a otro elemento y le dijo que se lo llevara.
Posteriormente, la mujer fue trasladada en la batea de la patrulla por varios caminos vecinales, hasta llegar a un lugar donde había más unidades de la Fuerza Civil, de las que bajaron por la fuerza a tres mujeres y dos hombres que, de acuerdo con la denuncia, se encontraban sometidos por los uniformados.
Finalmente asegura el diario Xalapa Al paso de unos minutos, todos fueron encerrados en cuarto ubicado en el encierro de tráileres, donde presuntamente la denunciante fue golpeada, amenazada, desvestida, tocada y abusada sexualmente por uno de los policías.
Luego, según su versión, fueron trasladados por la fuerza a otro lugar, donde según a ella la golpearon con una tabla y le cortaron su ropa interior con una navaja, además de que sufrió amenazas de muerte.
Al paso de unos minutos llegaron más oficiales que ordenaron dejarlos a todos en libertad. La mujer y los otros agraviados fueron subidos a otra unidad para después ser abandonados en la brecha.
