*Obstáculos burocráticos ponen en riesgo donación musical para niñez chiapaneca.
29.09.2025. Veracruz.- Un cargamento de instrumentos musicales donados por tres escuelas suizas permanece retenido en el Puerto de Veracruz desde hace dos meses, bajo amenaza de ser destruido por elementos de la Secretaría de Marina que operan como personal aduanal.
Youth Sinfonietta, a través de un portal llamado Fabrica de periodismo, difunden que el destino de estos violines, flautas, clarinetes y atriles es la Orquesta-Escuela Youth Sinfonietta Chiapas, proyecto cultural que busca formar a niños y adolescentes en música clásica en una región marcada por el desmantelamiento institucional de programas artísticos.
En el colmo de lo absurdo las exigencias imposibles para una donación sin fines de lucro, mientras al huachicol fiscal lo dejan pasar sin más, cuestionan en redes.
La Aduana exige documentos que no existen para instrumentos usados: facturas individuales, certificados de autenticidad y constancias de fumigación por riesgo de polilla.
Pese a que la asociación Youth Sinfonietta presentó una carta oficial firmada por Matthias Sommer, director de la Escuela de Música Bantiger, donde se confirma la naturaleza no comercial del envío y su origen en la herencia del lutier Rodolfo Papritz, los agentes se niegan a liberar el lote.
La iniciativa fue impulsada por los hermanos Ana Catalina y Rodolfo Peña Sommer, músicos formados en Suiza, quienes convencieron a su padre, el compositor Roberto Peña Quesada, de fundar una orquesta-escuela en Tuxtla Gutiérrez. La idea surgió como respuesta al abandono de la educación artística en Chiapas, tras recortes presupuestales que desmantelaron espacios de formación musical. Actualmente, 40 niños reciben clases en un espacio cedido por la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas.
El envío incluye 22 violines, una viola, 20 flautas transversales, tres flautas de pico, tres clarinetes, un piccolo, una trompeta, una trompeta piccolo, un arpa pequeña y 31 atriles. Todos fueron embalados cuidadosamente y trasladados desde Suiza a Bélgica, donde se gestionó su embarque hacia México. El esfuerzo fue cubierto con recursos propios por los fundadores del proyecto, sin apoyo institucional.
“No pedimos privilegios, pedimos sentido común”.
Rodolfo Peña Sommer lamenta que, pese a haber entregado la carta de donación y cumplir con los trámites de salida en Europa, los instrumentos estén en riesgo de ser destruidos. “Es frustrante pensar que estos violines y flautas terminen convertidos en astillas por una cerrazón burocrática. No hay negocio detrás, sólo el deseo de que la música transforme vidas”, expresó el pianista.
Roberto Peña Quesada, exdirector de la Orquesta Sinfónica de Chiapas, advierte que la destrucción del acervo sería una tragedia cultural. “Pedimos a la presidenta Claudia Sheinbaum que intervenga como jefa de las fuerzas armadas. Si es necesario fumigar, lo haremos, pero no se puede permitir que se pierda un patrimonio que puede cambiar el rumbo de 40 niños”, declaró.
Solidaridad en marcha, pero sin resultados concretos.
A pesar de gestiones con el Club Rotario y llamados públicos, la situación no ha cambiado. La comunidad artística y educativa espera que la presión social y la intervención estatal logren liberar los instrumentos antes de que sea demasiado tarde.