Derechos políticos de mexicanas permanecen amenazados: Dulce María Sauri.

*Escrito por Wendy Rayón Garay.

15.11.2024 /CimacNoticias.com/ Ciudad de México.- Pese a la reforma Constitucional de Paridad de Género y la reciente aprobación del paquete legislativo en materia de igualdad sustantiva, los derechos políticos de las mujeres permanecen amenazados con un retroceso, así lo expresó la doctora Dulce María Sauri Riancho, durante el conversatorio Mujeres y poder: De la paridad al gobierno, del Instituto Nacional Electoral (INE).

El 1 de octubre del 2024, México recibió oficialmente a su primera mujer presidenta e Ifigenia Martha Martínez Hernández, fungió como presidenta de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, encargada de entregar la banda presidencial. En la misma sala, asistió Norma Lucía Piña Hernández, ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). De esta forma, aparecieron en escena tres mujeres liderando los Poderes de la Unión, un momento histórico que se ha ido desdibujando.

Por ejemplo, la noche del 05 de octubre Ifigenia Martínez falleció a los 94 años y con ello, el diputado Sergio Gutiérrez Luna asumió la presidencia de la mesa directiva con la mayoría calificada de 420 votos a favor en la Cámara de Diputados, dejando de lado el compromiso paritario y la oportunidad de seleccionar a otra diputada federal, apuntó Dulce María.

Asimismo, el 30 de octubre, Norma Piña anunció su renuncia como ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), debido al inicio del proceso electoral extraordinario para elegir por voto popular al Poder Judicial, en 2025. Lo que deja con incertidumbre quién quedará en la Corte y quién la encabezará.

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Para Dulce María, esta situación deja en incertidumbre los avances de los derechos políticos de las mujeres. Durante la conferencia explicó que los logros en materia de paridad de género no aseguran su cumplimiento y que no deberían ser un fin en si mismo, sino un medio para alcanzar la toma de decisión sobre asuntos de interés colectivo.

El camino hacia la paridad de género 

En 1953 se reconoció el derecho de las mujeres a votar y ser votadas. Su primera participación fue en 1955 con la elección de diputados federales para la XLIII Legislatura. Tres años después, estuvieron presentes en la elección presidencial. De esta forma, México fue uno de los últimos países en integrarlas en el ámbito electoral.

A partir de 1990 se comenzaron a adoptar medidas para integrar a más mujeres debido a la subrepresentación femenina en el ámbito político. En 1993, se introdujo la primera serie de acciones mediante una reforma impulsada por la campaña nacional de acciones afirmativas ‘Ganando Espacios’. En ella se recomendaba a los partidos la inclusión de las mujeres en sus postulaciones y no hubo sanciones si estos llegaran a incumplirlo.

Tres años más tarde, se estableció que los partidos no podían postular a más del 70% de personas del mismo género, exigiendo hasta 2002, el 30% mínimo de las candidaturas a las mujeres. También se dictaminó que por lo menos debería estar una persona del otro género en las candidaturas de representación proporcional que eran conformadas por 3 personas de cada segmento. Garantizando así, la inclusión de 3 mujeres en los primeros 9 lugares de la lista.

Para 2008, se incrementó el umbral de la cuota de género a 40% de representación femenina y 60% masculina. Además, se aumentó el segmento de representación proporcional a 5 candidaturas y se aclaró que no podían figurar más de 3 personas del mismo género. Sin embargo, se incluyó una cláusula que permitió a los partidos excusarse de seguir con este decreto.

No fue hasta 2014 que se abandonaron las cuotas de género para consagrar la paridad, la cual estipula que los partidos deben proporcionar sus candidaturas de forma paritaria para los congresos locales y federales. También se añadió una serie de condiciones que aseguraban su seguimiento como que el suplente del titular debía pertenecer al mismo género; se eliminó la opción de no obedecer dicha medida; se fomentó la participación femenina dentro de los partidos; y se aumentó el financiamiento dirigido a la capacitación, formación y promoción de liderazgo de la mujer.

Cinco años después, en 2019, se divulgó una reforma constitucional en el que se asentó la paridad de género y tuvo una influencia en los tres poderes del Estado y en los entes constitucionales autónomos. La semana pasada, el Congreso aprobó reformar la Constitución Mexicana en materia de igualdad sustantiva. Entre sus propuestas incluye la obligación de nombramientos de las personas titulares del poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial desde el principio de paridad de género.

La resistencia a las mujeres en el poder

Durante la charla del INE, la diputada Amalia Dolores, quien también participó en la conversación, expuso que hay una resistencia para colocar mujeres en espacios de poder y de decisión. La implementación de la medida de paridad y de las acciones afirmativas ha exacerbado actitudes patriarcales por parte de instituciones políticas y de la sociedad mediante el rechazo hacia ellas.

De acuerdo con Irene Spigno en su texto Paridad de género en el ámbito político-electoral, la irrupción en el espacio público es vista como una amenaza al status quo, lo que ha derivado en violencia política en razón de género.

Igualmente, se han creado obstáculos que dificultan su inclusión como el trato diferenciado entre ambos géneros y la degradación de las mujeres representado en diferentes tipos de violencia. Datos de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE) registraron 21 casos de violencia política contra mujeres cuando ejercen sus funciones, 10 casos en candidatas en procesos electorales, 8 casos en funcionarias electorales y 6 casos en funcionarias partidistas. Además, hay una preocupación en los incidentes de mujeres indígenas, pues se ven obstaculizadas cuando ejercen sus funciones.

Por este motivo, Amalia Dolores, agregó que la presencia de mujeres en cargos de poder no puede garantizar avances, porque se necesita un compromiso con el ejercicio efectivo de sus derechos humanos y la creación de una agenda en la que se tome en cuenta las políticas sociales para hacer una transformación cultural. También mencionó que no es suficiente que lleguen las mujeres al poder, sino que deben establecer una visión.

Posteriormente, se realizó el diálogo Liderazgo Político de las mujeres y participación ciudadana, en el que intervinieron la especialista en políticas públicas e igualdad de género y consultora en Género y Derechos Humanos en Mujer, Ideas, Desarrollo e Investigación (MIDI, S.C.), Martha Angélica Tagle Martínez y la Presidenta de la Asociación Mexicana de Mujeres Jefas de Empresas (AMMJE), Zaira Zepeda.

Las panelistas apuntaron que aún persisten sesgos de género en el ejercicio del poder público, como la obstaculización a las mujeres en el acceso de recursos y financiamiento, la Violencia Política contra las Mujeres en Razón de Género (VPMRG) y la responsabilidad de los cuidados adjudicada a ellas. Además, que las mujeres se siguen enfrentando a barreras y estereotipos en el ámbito empresarial.