Desarrollan el primer fármaco para regenerar dientes perdidos.

31.01.2025 Científicos japoneses han desarrollado el primer fármaco para regenerar dientes perdidos.

En un avance revolucionario en el campo de la medicina dental, un equipo de investigadores japoneses ha desarrollado el primer fármaco que podría permitir la regeneración de dientes en humanos.

Este innovador tratamiento, representa una esperanza para millones de personas que han perdido dientes debido a condiciones congénitas, caries o lesiones.

El fármaco, que se basa en la inhibición de una proteína específica, ha mostrado resultados prometedores en estudios preclínicos, y los ensayos clínicos en humanos  han comenzado en septiembre de 2024 en el Hospital Universitario de Kioto​.

Si los ensayos son exitosos, el medicamento podría estar disponible comercialmente para el año 2030, marcando un hito en la odontología moderna.

El avance de la investigación

El desarrollo del fármaco está siendo liderado por el Dr. Katsu Takahashi, jefe del departamento de odontología y cirugía oral en el Hospital Kitano, Japón. La investigación, que comenzó en 2005, se centra en la neutralización de una proteína llamada USAG-1 (Uterine Sensitization Associated Gene-1), que inhibe el crecimiento dental. Al bloquear esta proteína, los investigadores han logrado estimular el crecimiento de nuevos dientes en modelos animales como ratones y hurones​.

Los ensayos clínicos en humanos comenzaron en septiembre de 2024 en el Hospital de la Universidad de Kioto. La primera fase del estudio incluye a 30 hombres de entre 30 y 64 años que han perdido al menos un molar. El objetivo es evaluar la seguridad y eficacia del fármaco, que se administra de manera intravenosa​

Estudios clínicos y fases del ensayo
Los ensayos clínicos se llevarán a cabo en varias fases. La primera, que se extenderá hasta agosto de 2025, se enfoca en adultos que han perdido dientes. Posteriormente, se incluirán niños de entre 2 y 7 años que presentan una condición congénita conocida como anodoncia, que afecta aproximadamente al 1% de la población​.

Esta condición se caracteriza por la ausencia de más de seis dientes y puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes la padecen.

El equipo de investigación también planea expandir los ensayos a pacientes con edentulismo parcial, es decir, aquellos que han perdido entre uno y cinco dientes permanentes debido a factores ambientales. Esta condición afecta a un porcentaje considerable de la población adulta, especialmente a medida que envejecen​.

Mecanismos biológicos del fármaco
El fármaco actúa a través de la inhibición de la proteína USAG-1, que regula negativamente dos vías clave involucradas en el desarrollo dental: la vía del bone morphogenetic protein (BMP) y la señalización de Wnt.

Estas vías son esenciales para la formación de los dientes y otros tejidos durante el desarrollo embrionario. El bloqueo de la interacción entre USAG-1 y BMP permite que esta última se active y promueva la regeneración dental​.

En estudios previos con ratones, la administración de anticuerpos monoclonales que inhiben USAG-1 resultó en el crecimiento de nuevos dientes en animales con anodoncia congénita.

Además, estos anticuerpos demostraron ser efectivos en modelos de hurones, que poseen patrones dentales similares a los humanos.

Los resultados de estos estudios preclínicos fueron alentadores, ya que no se observaron efectos secundarios graves, lo que permitió avanzar a los ensayos en humanos​.

Posibles aplicaciones futuras
Si bien el enfoque inicial está en personas con anodoncia, el potencial de este fármaco es vasto. Podría aplicarse a una amplia gama de problemas dentales, desde la regeneración de dientes perdidos por accidentes hasta el tratamiento de dientes dañados por caries severas.

Este avance podría revolucionar la odontología, proporcionando una alternativa natural a los implantes dentales y otros tratamientos invasivos que actualmente se utilizan para reemplazar dientes perdidos​.

El Dr. Takahashi y su equipo esperan que el medicamento esté disponible comercialmente para 2030, si los ensayos clínicos concluyen con éxito. Este tratamiento podría ser una solución definitiva para las personas que sufren de la pérdida de dientes, mejorando no solo su función masticatoria, sino también su autoestima y calidad de vida​.