DESMEMORIADOS Y OLVIDADIZOS

DE FRENTE Y DE PERFIL

RAMÓN ZURITA SAHAGÚN

México se ha convertido en un país con poca credibilidad hacia los políticos, situación que es motivada por ellos mismos y por sus constantes mentiras, ya sea al no cumplir con sus compromisos de campaña o por encubrir parte de sus propiedades, negocios y cuentas bancarias.

Desde hace algunas décadas la ciudadanía muestra desconfianza hacia sus gobernantes y representantes populares, los que normalmente niegan todo tipo de denuncias y acusaciones que les son hechas con respecto a sus fortunas, aunque cuando aparecen las pruebas fehacientes de ello tengan que reconocerlo.

Esa y la apatía de los electores son las principales razones de que los ciudadanos desistan de acudir a sufragar en los procesos electorales y lo hagan motivados solamente cuando alguno de los candidatos mueve sus consciencias, aunque sin rebasar las dos terceras parte del total de los empadronados.

Y es que son muchos los políticos que han sido sorprendidos y recurren a la desmemoria, el olvido y la amnesia para justificar el no rendir cuentas de los bienes acumulados, sin importar el monto que ello signifique.

Son tan grandes las fortunas acumuladas que consideran insignificante el rendir cuentas sobre algunos de sus bienes.

Lo ocurrido con Alfredo del Mazo Maza, gobernador del Estado de México, quien primero negó la existencia de una cuenta bancaria a su nombre en Andorra y después hubo de rectificar y reconocer la existencia de la misma, es una muestra más de las mentiras de los políticos.

Es un secreto a voces que del Mazo Maza y su hermano Adrián, desde hace algún tiempo vienen formando sociedad con Daniel Madariaga, considerado uno de los zares de los estacionamientos en México, como también lo es que el hermano menor del gobernador mexiquense fue sancionado por negligencia administrativa, durante su desempeño como director de Autotransporte Federal de la SCT en el sexenio pasado.

Los olvidos de los servidores públicos son una constante, sin importar el tamaño de los mismos, como sucedió con los secretarios de Gobernación, Olga Sánchez Cordero y de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, con sendos departamentos en Estados Unidos, lo que no es un delito, aunque no declararlos en su manifestación de bienes si lo sea.

Pero si los políticos muestra amnesia en sus declaraciones patrimoniales, como se les puede creer de situaciones que le vienen a la memoria como es el caso de Javier Duarte de Ochoa y su pronto recuerdo de que un dinero que le entregó el entonces Presidente Enrique Peña Nieto para sufragar sus gastos en prisión y que él tuvo que usar para sobornar a los funcionarios de la entonces PGR.

Las historias de los políticos son, en ocasiones, asombrosas, para eludir responsabilidades o para salpicar de culpas a quienes, finalmente, no les responden en el terreno que ellos desean.

Sin ir más lejos se recuerdan los casos del sexenio pasado de las propiedades que le fueron descubiertas a Luis Videgaray, Miguel Ángel Osorio, Roberto Borge, Javier Duarte y la reina de todas ellas, Angélica Rivera y las explicaciones que dieron cada uno de ellos para justificarlas.

2.- ¿Cuáles son las canonjías de las que goza Grupo México para evitar fuertes sanciones cada vez que sus empresas provocan daño ecológico? El grupo que comanda Germán Larrea derramó ácido sulfúrico en la Bahía de Guaymas, como antes lo había hecho en otras aguas de Sonora, lo que muestra el manejo descuidado de sus residuos.

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